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La República GALERIA MARTES FEBRERO 1996 1B glería Oo Prepárelos para la escuela ¡No quiero ir. ¿Y qué poner en la lonchera?
Alimentación balanceada.
No incluya las gaseosas.
Lucía Cortés Cantillo La República Revise los ingredientes de los paquetes y refrescos.
Elija los que no tienen colorantes ni sabores artificiales.
Frutas en trocitos en un recipiente fácil de abrir (no olvide la cucharita. Pregunte a su niño lo que le gustaría comer. Evite la comida chatarra (comida de paquete) y en su lugar acostumbre el yogur, la leche, emparedados, etc.
Varie la alimentación en la lonchera para que el niño no se aburra. Mamá, no quiero ir. Por qué me dejás aquí si yo te quiero tanto. Nunca más te voy a dar besitos!
Frases que, entre llantos y fuertes apretones, se dejan oir a principio de año en los maternales, kinders y escuelas. Los padres angustiados, por lo general, dejan al niño llevándose consigo un gran complejo de culpa. Qué hacer ante está situación?
Si el niño está preparado para entrar en una institución posiblemente llore o se lamente los primeros días, pero después seguirá el ritmo lectivo sin ningún problema. Durante los primeros días de clase, los niños sufren de angustia de separación y se reflejan en actitudes como dolores de cabeza, estómago y vómitos. Estos síntomas, en principio, son normales.
Después de unos días y al rato de estar en clase estos malestares desaparecen. explicó Emilia Montero, maestra de preparatoria de la Escuela Católica Activa.
La sicóloga Cristina Garita señaló que los padres también deben revisar su actitud. Los niños captan fácilmente el ánimo del ambiente. Si intuyen que los padres tienen temor, o que se sienten culpables por dejarlo con extraños, estos sentimientos son transmitidos al niño y empezarán los problemas, señaló la sicóloga Garita. No ponga demasiada comida, pues esto provoca somnolencia o desperdicio.
Los primeros pasos (6)
Lucía Cortés La República Tiempos de cambio años del niño. Aunque se recomienda el ingreso a los tres años. Los niños que asisten al preescolar reciben estimulación, son más independientes y por lo general manifiestan magnífiCOS logros en el proceso de aprendiestar con otros niños; si es recluido antes de esta posiblemente tenga problemas de adaptación sin que esto pueda provocar grandes trastornos señaló Cristina Garita.
La maestra preescolar Emilia Montero considera que la edad no es un inconveniente ya que cada nivel tiene estipulado su program a acord e con los La situación familiar ha variado en los últimos años y la institucionaliу zación de los niños se ha adelantado. Los padres trabajan y no hay donde dejarlos. Es mejor que el niño esté en un lugar donde lo cuiden y le programen actividades, además de ayudarle a socializarse (sobre todo si es hijo único. y no que se quede encerrado en su casa viendo televisión. señaló Garita.
Los niños de hace 20 años, agregó la sicóloga, tenían el espacio y la seguridad para jugar en la calle.
Las circunstancias han cambiado y una buena opción es un centro infantil. La edad ideal para que el niño ingrese en una institución es alrededor de los cuatro años. En esta etapa, él mismo pedirá Hable y comunique a su niño lo que va hacer en el centro infantil. No los subestime, ya que los niños entienden más de lo que usted se imagina.
Llévelo a conocer la institución y enséñele todos los rincones.
Esto le dará seguridad.
Si va a viajar en microbúsl solicite al chofer hacer un primer recorrido con el niño para evitar los problemas de adaptación en el transporte.
No se deje doblegar ante las súplicas y las lágrimas; recuerde que los niños también son manipuladores No deje a su niño con cara de angustia y culpa, demuestrele su felicidad porque él va a disfrutar, a aprender y a jugar en un ambiente sano y seguro.
Estimule en el niño la independencia. Por ejemplo, enséñele a abrir un paquete de galley un jugo.
Rotule la lonchera y el suéter por dentro para evitar que un extraño lo llame por su nombre. Puede utilizar, en lugar del nombre, un botón o cinta de color llamativo y enseñar al niño que lo reconozca.
Solicite una entrevista al docente y comuníquele los tratamientos médicos especiales, problemas de lenguaje, si hay una situación familiar especial (divorcio, muertes recientes. etc.
Respete el horario de la institución para que el niño sea incluido, en las actividades diarias, con el resto de los compañeros.
Emplastique el distintivo de su hijo (figura con el nombre del niño que debe portar en los primeros días. Para que no olvide ponérselo, acostumbre dejar el distintivo en la bolsa del uniforme del día siguiente.
Lea y coloque las circulares en un lugar visible.
Comunique por escrito los cambios que afecten la rutina del niño. Por ejemplo Mañana Ana no viajará en el bus de regreso.
Apóyelo en la preparación de tareas y asignaciones, pero recuerde que es responsabilidad del niño. No de usted.
zaje.
Ante las súplicas, el llanto y los berrinches piense que estos centros infantiles ofrecen actividades a sus niños que posiblemente en su casa no tendrían.
Además, solo estará unas horas fuera de su vivienda.
tas. Fuentes Emilia Montero (maestra preescolar) y Cristina Garita (sicóloga. Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.
Este documento no posee notas.