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Geopolítica del terror

Nada nos da más objetividad que la pulsión de nuestra  indignación, nada nos obliga a llegar a la esencia a través de las apariencias, como lo hace ella. Al mirar el desplome de las torres gemelas me vi asaltado por la ambigüedad. Vivi una brevedad de compasión y un euforia. Con mi dignidad de latinoamericano busqué configurar un discurso que me devolviera el dominio de mi mundo.

Nada nos da más objetividad que la pulsión de nuestra  indignación, nada nos obliga a llegar a la esencia a través de las apariencias, como lo hace ella. Al mirar el desplome de las torres gemelas me vi asaltado por la ambigüedad. Vivi una brevedad de compasión y un euforia. Con mi dignidad de latinoamericano busqué configurar un discurso que me devolviera el dominio de mi mundo.

En el contexto de recesión y globalización, se había, con un sentido político, golpeado a la cabeza del ejercito y, al bolsillo del imperialismo gringo, la extrema derecha  era la única posible responsable. Sin embargo, maravilla de la C.I.A. caracterizada por sus fracasos, el enemigo era de inmediato encarnado y enviado al infierno de la persecución. Como voz del pasado proclamó «agresión extranjera…a la democracia». No podía esperarse otra cosa de la resucitada mentalidad de la guerra fría, saturada de arcaísmos no subsiste sin enemigos externos… siempre es más fácil culpar a otros.

Sin mayor prueba que vulgares asociaciones forzadas para señalarlo, a un pobre perro flaco, se le pegaron las pulgas. Y después el terror verdadero, el del imperio.  Afganistán era una nueva víctima del terrorismo elevado a política internacional de un estado.

¿Cuál es la verdadera razón? Afganistán no es significativo ni por Bin Laden, ni por los talibanes. Lo es por su posición  en la geopolítica  gringa. El empobrecido país, se localiza en el corazón de una zona estratégica, tanto como entrada rápida al centro de Asia, como al golfo pérsico. Así, Afganistán es tan solo un objetivo inmediato de una geopolítica estrenada en el 91 contra Iraq.  ¿Qué se pretende? Mediatizar, con el control militar, una región económica fundamental para el capitalismo occidental.

El discurso oficial gringo, solo intenta ocultar la verdad de su geopolítica de terror. Terror vivido en América Latina a través de 103 intervenciones militares. Terror pervertidor de la inteligencia que genera ideologías. Habla hoy de guerra prolongada. ¿Cómo no ha de hacerlo? En su geopolítica  abarca a toda una área. Ese es  el código en que escribe su discurso, y no la complejidad de una «red terrorista».

Prolongada significa abrir los escenarios de manera progresiva, y no simultanea. Trata tan solo de manejar el peligro de un escenario árabe-musulmán pleno que obligaría a una intervención masiva de la OTAN.  Por ello, habla de focal, pero progresivo.

Particularidad de Afganistán, su geografía obliga al gringo a recurrir a la misma estrategia de la contra que uso en centroamérica. Eso es la alianza del norte, tontos útiles!…es fácil enviar armas para que otros se maten.

¿Y que hay del perro flaco? Osama es un tipo interesante, actúa como un aglutinador real del malestar cultural árabe-musulmán acrecentado con la aventura del golfo pérsico en el 91.  Pero, a diferencia de Saddam Hussein. Bin Laden es percibido por la comunidad árabe como un héroe de guerra, y no como un títere del imperialismo, como era visto Saddam, luego de la guerra contra Irán. También a su favor se da un arcaísmo cultural musulmán, el del líder militar apacible pero fuerte, perfil que se remite a Mahoma. Osama resulta ser así políticamente más fuerte que Saddam, y por ello más peligroso para el capitalismo occidental. Agreguemos a ello que la publicidad CNN le ha dado más presencia, y por ello protagonismo. Los gringos siempre crean los monstruos que los persiguen en sus pesadillas.

En contra de Osama, la pobreza de su discurso. Lejos de generar un discurso teológico político, solo habla de la guerra santa, o defensiva.  Bin Laden no demuestra tener la capacidad intelectual para haber señalado en el momento preciso el objetivo correcto, me parece solo el perro flaco.. insisto, lo de las torres, la extrema derecha gringa ….como en Oklahoma.

  • Herman Guendell
  • Opinión
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