Debido a los elevados costos del mantenimiento de las imágenes, se ha restringido su acceso solo para las personas registradas en PrensaCR.
En caso de poseer una cuenta, hacer clic en “Iniciar sesión”, de lo contrario puede crear una en “Registrarse”.
Esta es la increíble historia de la creadora de Harry Potter, Joanne Rowling, responsable de un fenómeno que cautiva por igual a grandes y chicos.
En 1990, mientras Joanne Kathleen Rowling viajaba en un tren de Manchester a Londres, la escuela de magia y hechicería Hogwarts acaparó su pensamiento como un destello en la oscuridad.
En cuestión de minutos, su imaginación creó la historia de un pequeño mago llamado Harry Potter, quien sería el encargado de luchar contra las fuerzas del mal como parte de su destino.
Los personajes, escenarios y la trama principal se le presentaron de forma instantánea. Sin embargo, Rowling tuvo que esperar más de siete años para que esta idea se concretara en el libro «Harry Potter y la Piedra Filosofal», el primero de una serie de publicaciones que han revolucionado la literatura infantil.
LA CENICIENTA DE LA LITERATURA
Su nombre no había sido mencionado antes porque cuando un héroe es tan bueno como el que ella creó, el nombre de la sombra que maneja los hilos es lo que menos importa.
Al menos eso es lo que piensa Rowling, quien ha hecho lo imposible para que su historia personal no opaque a su personaje. Sin embargo, esto no ha sido fácil, ya que su vida se asemeja al cuento de Cenicienta.
Y es que hasta hace pocos años, la escritora vivía en una pensión en Edimburgo, donde subsistía gracias a la asistencia pública.
Recién divorciada y con muy pocos recursos, Rowling reconoce que Harry Potter la salvó: «Estaba muy deprimida y tenía que lograr algo. Sin ese reto me hubiera vuelto loca», confesó a la revista inglesa January.
Luego de que el relato de Harry Potter le llegara a su mente de forma inesperada, la escritora se dio a la tarea de redactar el texto.
Por eso, cada tarde, tomaba en brazos a su pequeña hija y caminaba por la calle hasta que se durmiera. Luego entraba a un café y se ponía a escribir, a veces en una servilleta, ya que no tenía dinero para comprarse una máquina de escribir y en algunas ocasiones ni siquiera para el papel.
«Es sorprendente cuánto puedes hacer si sabes que el tiempo del que dispones es muy limitado. No he vuelto a ser tan productiva como entonces, si lo mides en palabras por hora», afirmó Rowling al diario español El País.
Sin embargo, como parte del cuento de Cenicienta, la escritora fue rescatada por su hada madrina, en este caso el Consejo Escocés de las Artes, que le concedió un préstamo para terminar el primer volumen.
Tuvo dificultades para conseguir transporte para llegar al baile, pues nueve editoriales inglesas rechazaron la publicación del primer libro.
Sin embargo, la historia de Rowling dio un giro potteriano: ventas millonarias, libros traducidos a varios idiomas, sitios en Internet dedicados al joven mago y miles de cartas de niños agradecidos con la autora.
Como consecuencia de tanta atención, J.K Rowling, la heroína de cuento popular que alguna vez fuera una madre sin recursos, ahora se convirtió en una princesa rica.
El inesperado éxito de este fenómeno le deparó una distinción de la reina de Inglaterra, al escogerla miembro de la Orden del Imperio Británico. Su nombre se incluye en la lista de las 20 personas más adineradas del Reino Unido.
LOS SECRETOS DE HARRY
Desde 1997, se han publicado cuatro libros que conforman la serie de aventuras del joven mago.
«Harry Potter y la piedra filosofal», «Harry Potter y la cámara de los secretos», «Harry Potter y el cáliz de fuego» y «Harry Potter y el prisionero de Azkaban», se convirtieron en éxitos de venta.
Hasta la fecha, se han vendido más de 100 millones de ejemplares en todo el mundo y los cuatro textos han sido traducidos a 42 idiomas.
Algunos especialistas señalan que el éxito se debe a que en cada publicación la autora crea un universo en el que los niños tienen facultades especiales, mientras que los adultos son tontos, crueles, o ambas cosas.
El poder secreto de su héroe adopta algunas formas tradicionales del cuento popular: escobas voladoras, transformaciones, hechizos y brebajes. Esto, sin embargo, también puede leerse como metáfora de la fuerza de la infancia, llena de imaginación, creatividad y humor.
Todos estos elementos dan como resultado final una invitación dirigida a pequeños y grandes, para que se inserten en un mundo mágico, donde los sueños y las ilusiones pueden alcanzarse.
El secreto de Harry
Ginnette Monge C.
Yazmín Montoya
redactoras
Los libros del mago aprendiz se han convertido en un éxito mundial, y en un motor de lectura para los niños.
Pero, ¿cuál es el secreto de este fenómeno?
Según la costarricense Lara Ríos, escritora de literatura infantil, ella también fue hechizada por el mágico encanto de las aventuras de Harry Potter, ya que luego de leer los dos primeros volúmenes quedó encantada con los personajes.
Para ella, el atractivo principal es una narración sencilla, la creación de palabras divertidas, y la forma de dejar los finales en suspenso.
Un criterio similar comparte el escritor y periodista Carlos Cortés, quien también leyó los primeros dos textos luego de que su hija menor, Beatriz, se los recomendara.
Añadió que no son un clásico de la literatura pero poseen elementos interesantes, pues generan una buena mezcla de tradición y modernidad.
Ambos coinciden en que lo más importante de este fenómeno, es que indujeron a los niños a leer de nuevo. «Harry Potter tuvo auge en infantes y adultos, el hecho de que los padres se interesen por las mismas obras entusiasma a los pequeños», dijo Cortés.
Según el autor de «Cruz de olvido», el secreto del libro radica en una vieja fórmula mágica: actualizar un tema universal dentro de una tradición reconocible.
«¿De qué habla Harry Potter? De magia, brujería, hechicería, piedra filosofal, castillos, túneles, mitologías, héroes, monstruos, laberintos, pantanos, bosques. Es además una historia universal que viene desde La Odisea: un huérfano que se pregunta quién es, de dónde viene, y que lucha por combatir con el mundo para salir adelante», expresó Cortés.
Por su parte, el sociólogo Alberto Rojas, quien se especializa en el estudio de la literatura infantil, cree que el éxito radica en que el ritmo de la narración es similar a que se emplea en el cine y la televisión, lo que la hace más atractiva.
«Es una lectura que cautiva, que se desarrolla a gran velocidad. Prácticamente, leer Harry Potter es como ver una película de acción», dijo Rojas.
MERCADEO VERSUS LITERATURA
Los especialistas consultados coinciden en que el mercadeo y la publicidad también han jugado un papel importante en el éxito de ventas. Sin embargo, este factor no le resta importancia al valor literario que posee la serie.
«Por supuesto que una vez encendida la chispa hay mucho mercadeo y mucha globalización, pero no me parece justo decir que es literatura basura, o pura publicidad, porque el marketing sin el «boca a boca» del lector no sirve para nada. Es una literatura eficiente y que transmite valores en alza junto a imágenes de fuerte potencia fantástica», detalló Cortés.
Este documento no posee notas.