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Las elecciones generales del 3 de febrero «colaron» a los diputados de varios partidos emergentes y dejaron en la Asamblea Legislativa cuatro bloques con pocas diferencias ideológicas.
La designación de cinco diputados del Movimiento Libertario para la próxima Asamblea Legislativa visualiza desde ahora cuatro bloques políticos en el Congreso y una inevitable radicalización del proceso neoliberal.
Se trata de los diputados electos por San José, Federico Malavassi y Rolando Alfaro, así como Carlos Salazar (cantón central de Alajuela). Los libertarios tienen posibilidades además de elegir un representante por Cartago, Heredia y Puntarenas, al cierre de edición (4 de febrero).
Los grandes perdedores fueron el Partido Integración Nacional (PIN) -perdió la curul ocupada por el médico Walter Muñoz-, y Fuerza Democrática (FD) que no eligió ninguno, después de contar con tres parlamentarios.
La crisis en la izquierda costarricense quedó de manifiesto no solamente en cuanto a sufragios recibidos para elegir diputados, sino además en relación con votos para Vladimir De la Cruz, candidato presidencial de FD.
De la Cruz aseguró durante la campaña electoral que su partido elegiría entre siete y nueve diputados.(Ver edición 1454, pág. 3)
Sin embargo, la poca cantidad de votos recibidos por esta agrupación, carente de cohesión interna para transformar social y económica el país, enterró prácticamente a FD.
Asimismo el bajo caudal de sufragios diputadiles para la coalición Cambio 2000, Independiente Obrero, Alianza Nacional Cristiana, Patriotico Nacional, Rescate Nacional y Unión General, plantea ahora si estas fuerzas emergentes tienen algún futuro.
Aunque en un momento los «libertarios» apostaron a ser la tercera fuerza electoral para presidente, fue tras el debate de candidatos presidenciales del pasado 7 de enero que cambiaron de estrategia y centraron sus fuerzas en la búsqueda de más curules. Fue durante este encuentro televisado cuando Guevara reconoció el «riñón» socialcristiano de los libertarios.
Es en este contexto que la presencia de Rolando Laclé por segunda vez en la Asamblea Legislativa resulta relevante, pues desde la casa de gobierno tuvo una actividad innegable en el proceso de concertación y luego en los intentos por privatizar las telecomunicaciones. Todo hace suponer que los 19 o 20 diputados previstos para el PUSC tendrán el respaldo También se prevén seguras coincidencias entre libertarios y socialcristianos en torno a leyes que favorezcan el «gran farma», la experimentación con humanos, la apertura total para la banca privada y la solución para la deuda interna como excusa para vender activos.
Laclé retorna a la Asamblea Legislativa por segunda vez y dada su experiencia en el campo de la negociación, emerge desde ahora como un probable jefe de bancada socialcristiana. Ricardo Toledo, Edgar Mohs, Gloria Valerín, Olman Vargas o Aida Faingezicht, tienen la experiencia en el campo de la negociación frente al bloque liberacionistas y del partido Acción Ciudadana (PAC).
PAC Y PLN
Conciliar. Es la palabra clave de la clase política, tras las elecciones del pasado 3 de febrero.
Los cómputos del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) vaticinan que el partido oficialista tendría menos de 20 representantes en el Congreso (el PUSC tiene ahora 27), que el Partido Liberación Nacional(PLN)- ostentaba 23- no alcanzaría los 19, el PAC obtendría al menos 13 y uno el Renovación Costarricense de Justo Orozco.
Este panorama llevó al presidente de la República Miguel Angel Rodríguez a llamar al candidato Abel Pacheco a «conciliar» posiciones en aras de «importantes proyectos» que esperan en la Asamblea.
Entre las principales iniciativas impulsadas por el Ejecutivo y sus diputados figura una reforma al Reglamento Interno del Congreso. Con estos cambios esperan resolver el problema de «ingobernabilidad».
La aprobación de cambios al Reglamento permitirían fijar plazos más cortos para votar proyectos considerados de vital importancia.
Dada la diversidad «ideológica» que tendría la futura Asamblea Legislativa, las reformas del reglamento interno se tornan una necesidad impostergable para el PLN y el PUSC después del próximo 8 de mayo.
A la conciliación entre partidos llamó también el ex presidente Oscar Arias, poco antes de cerrarse las urnas, aduciendo que en la próxima Asamblea «habrá muchos grupos».
La referencia de Arias iba dirigida principalmente al PAC y al PLN. Ello debido a que habrán ocasiones en que los diputados del PAC estarán más cerca del PLN que del PUSC. Su candidato presidencial, el economista Ottón Solís, junto a la primera diputada por San José, Margarita Penón, ex primera dama en el gobierno de Arias, viene del riñón liberacionista.
Durante el discurso de aceptación de la derrota, Solís no descartó posibles acuerdos de sus diputados con otras fuerzas en la Asamblea, dentro de una política de «transparencia» y de «cara al pueblo».
Esto quiere decir que los cuatro bloques en la Asamblea posiblemente coincidirán cuando se trate de seguridad ciudadana y todo lo relacionado a entregar más soberanía nacional a Estados Unidos para el combate del narcotráfico.
Las cuatro fuerzas quizá coincidirán también en incrementar mayores medidas contra la violencia doméstica, las cuestiones de género y mayores penas para delitos relacionados con la paz social, sin ir al fondo de las causas socioeconómicas.
Las diferencias entre los diputados del PAC con los del PLN y del PUSC posiblemente se ahondarán en cuanto al problema del agro, el doble discurso con respecto al ambiente, la corruptela, la crisis del sistema judicial, la monopolización del poder y el modelo de seguridad social y la poca participación ciudadana en las grandes decisiones estatales.
CASTIGO DIVINO
Pasar de 23 diputados a menos de 18 significa sin duda alguna un castigo. Y eso le sucedió al PLN en las votaciones del 3 de febrero. Su margen de maniobra estará ahora reducido en el Parlamento, en la medida en que crece su compromiso como partido con los importadores, exportadores y financistas.
La realidad es que el partido «sabrá leer el mensaje que el pueblo nos ha mandado. No hemos llegado a él», dijo el ex diputado Saúl Weissleder al comentar los bajos réditos liberacionistas una vez cerradas las urnas.
Muni Figueres, hija del tres veces presidente José Figueres Ferrer y de quien se dice alista su candidatura presidencial para el 2006, reconoció que a partir del domingo 3 de febrero Liberación «tendrá que reinterpretar su pasado. Nos hemos apartado de ese pasado y de la movilidad social que siempre dimos a las grandes masas», añadió.
Los otros elementos que atormentarán a los diputados liberacionistas son las luchas generacionales y por cuotas de poder. El ex precandidato presidencial José Miguel Corrales de seguro tendrá roces en más de una ocasión con los jóvenes tecnócratas del partido que ganaron curules y ven en el mercado el remedio para todos los males.
Este sector entonces podría coincidir más con los diputados libertarios y con los del PUSC , antes que con la fracción del PAC. ¿Y tienen cohesión ideológica todos los diputados electos dentro de este partido?
Subyace en todo ello una verdad de perogullo. El bipartidismo sufrió un «sustillo» el domingo 3 de febrero, pero sigue fuerte; por el contrario, si Liberación araña curules es porque la organización está en crisis.
Y no es para menos: con sus diputados se construyó el nuevo Estado social desde 1948 y sus diputados también contribuyeron desde 1982 con el desmantelamiento de puertos, bancos nacionalizados, muelles, aeropuertos, organizaciones agrícolas, etc.
En este contexto el PAC como «partido sorpresa» crecerá si apuesta más al pueblo cada vez que se deban tomar grandes decisiones.
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