En la perspectiva del TLC con Centroamérica, y del ALCA, el Gobierno, el PUSC y un sector del PLN, estarían dando pasos para abrir los servicios públicos al capital privado.
Mientras los candidatos de los partidos Unidad Social Cristiana (PUSC) y Liberación Nacional (PLN), remozan discursos, equipos y campañas en busca de los votos de la segunda vuelta, el Gobierno estaría dando pasos concretos en la dirección exigida por Estados Unidos, para que el país forme parte del TLC con Centroamérica: abrir al capital privado servicios como las telecomunicaciones, electricidad, seguros y banca, que hoy gestiona total o primordialmente el Estado.
Y es que las fechas apremian. En marzo, el presidente George W. Bush se reunirá con los mandatarios de Centroamérica, en El Salvador, para negociar el TLC que quiere firmar con esta región; y en abril habrá negociaciones con miras al Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), que debe concretarse en 2005.

 
 
¿Cuál será la posición de Costa Rica? Bush ha sido enfático en advertir que ni siquiera la debacle argentina justifica que se abandonen las «reformas por el libre mercado», las que considera «esenciales» para su país. («Bush declara que los mercados libres son esenciales para las Americas», The Washington Post, 16/01/02).
Y en un resumen oficial de las razones por las cuales el presidente de EE.UU. anunció el TLC con la región, se afirma que «durante la década pasada, los países centroamericanos establecieron sistemas democráticos de gobierno y comenzaron a implementar reformas económicas para promover la privatización, la competencia y los mercados abiertos. (…) El propuesto TLC con EE.UU comprometería a estos países a una apertura y transparencia aún mayores (…), así como reforzaría las reformas hacia el libre mercado.»
Además, Bush considera este tratado como «otro paso para completar el Área de Libre Comercio de las Américas.» (Discurso en la OEA, 16/01/02).

UN FANTASMA, DOS REGLAMENTOS

El rompecabezas comenzó a tener sentido la semana pasada, cuando el avispero político fue despertado por el diputado electo del PLN, José Miguel Corrales, quien divulgó un resumen del Fondo Monetario Internacional (FMI), sobre la economía costarricense, que el Banco Central quería mantener oculto a la opinión pública.
Además de advertir sobre el problema fiscal, la deuda interna, el peligroso endeudamiento en dólares y la falta de control sobre las sucursales bancarias «off shore», el Fondo insistió en que Costa Rica abriera las telecomunicaciones y la electricidad a la participación del capital privado.
Aunque el informe corresponde a la visita que realizó una misión del FMI en julio pasado, es claro que sus «recomendaciones» siguen en pie.
Así las cosas, varios diputados comenzaron a ver con sospecha la reforma al reglamento interno de la Asamblea Legislativa, que propician el Gobierno, el PUSC y un sector del PLN, la cual busca crear un trámite de «vía rápida» para un número de proyectos que presente el Poder Ejecutivo.
También cobraron sentido los desplazamientos ocurridos en el equipo económico del candidato liberacionista, Rolando Araya. (Ver nota «Un giro completo»)
A esto se sumó la publicación, en La Gaceta del 7 de febrero, del Decreto Ejecutivo No.30110-MP-G-MEIC «Reglamento General de Servicios de Telecomunicaciones», que parece regular un mercado abierto.
Por ejemplo, su Art. 45, inciso d, establece que: «El Operador concesionario de la infraestructura pública, y por ende, de los servicios portadores de telecomunicaciones, se encuentra obligado a aplicar diseños de arquitectura de red abierta y a prestar los servicios de interconexión.» (La Gaceta, No. 27 pg. 8)
Y aunque el ministro de la Presidencia, Danilo Chavarri, negó que el reglamento fuese para abrir el sector telecomunicaciones, la duda quedó sembrada.
En opinión de Fabio Chávez, dirigente sindical del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), «definitivamente que este reglamento es para la apertura. Es el mismo o muy parecido al que redactaron en previsión de que el «combo» pasara. Quieren preparar a la ARESEP para la apertura», dijo a UNIVERSIDAD.
Así, pues, los candidatos presidenciales deben responder si las campanas doblan nuevamente por el ICE, o por la participación de Costa Rica en el TLC EE.UU-Centroamérica.

UN GIRO COMPLETO
El economista Juan Manuel Villasuso, confirmó a UNIVERSIDAD su retiro del equipo económico de Rolando Araya, candidato del PLN, luego de que, según explicó, el sector que favorece la apertura y las privatizaciones, con el apoyo de Araya, tomó el control. A continuación su relato de los hechos:
«Cuando Rolando decidió nombrar a Fernando Naranjo como candidato a la Vicepresidencia, yo expresé reservas, porque Naranjo ha sostenido posiciones más aperturistas, y forma parte del grupo CEFSA, integrado por gente mucho más neoliberal y con posiciones a favor de la venta de activos del Estado, de incrementar el impuesto general a las ventas, de dolarizar.
«Le hice ver a Rolando que eso significaría que ese grupo buscaría la conducción de la política económica, y que sus planteamientos se contraponían a los del grupo que venía trabajando, integrado por Herman Hess, Guillermo Zúñiga y yo.
«En esa oportunidad dijeron que yo quería la Vicepresidencia, pero esto no es posible, porque no nací en Costa Rica, sino en Cuba, y la Constitución no lo permite.
«Tuvimos varias conversaciones con Rolando, y me aseguró que Naranjo no se metería en la política económica, sino en la atracción de inversiones, porque tenía experiencia en eso. Yo le creí. Una vez designados los diputados, asumí la coordinación del grupo económico del PLN. Cuál no sería mi sorpresa cuando el 4 de enero pasado, en una conferencia de prensa con Rolando, Naranjo dio una exposición del diagnóstico y programa económico, sin tomar en cuenta para nada el trabajo que se había hecho.
«Me di cuenta de que había un giro completo por parte de Rolando. Le presenté mi renuncia y me retiré de la campaña. Creo que Róger Churnside también se está retirando y que Hess está bastante molesto, pues el programa de Gobierno no coincide con lo que dicen Naranjo y CEFSA.
«Voté por el PLN en la primera vuelta y lo haré en la segunda. Pero los esfuerzos para definir una nueva política económica quedarán para otra ocasión.»
Sobre este punto se trató de conversar con Herman Hess, pero al cierre de esta edición, no había contestado las llamadas.

FUERA DE FOCO
A la luz de la crisis argentina, Anabelle Ulate, del Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas, de la UCR, consideró «desfasada y fuera de tono» la opinión del FMI en favor de las privatizaciones.
Además, recordó que el documento «obedece a la revisión anual que el Fondo hace con el país, y así hay que tomárselo, pues en este momento Costa Rica no tiene deudas pendientes ni ha pactado condicionalidad alguna con el FMI.»
No obstante, Ulate consideró pertinentes los comentarios de la entidad con respecto a dos problemas de la economía costarricense, que la colocan en una situación vulnerable: el creciente endeudamiento en dólares, y los efectos de la actividad de la banca «off shore» en el sistema financiero y en la capacidad de reacción de la economía.
«Una se pregunta, ¿qué ha hecho, desde julio, el Banco Central, para reducir el incentivo que tiene el endeudamiento en dólares? El FMI propone al menos incrementar las provisiones de los bancos. Pero, ¿ha hecho algo el Central», insistió.
En cuanto a la banca «off shore», hizo ver que «los pasos tomados son en respuesta a presiones externas, pero son insuficientes.»
La economista también consideró paradójico que el FMI viera «con buenos ojos» el compromiso de Costa Rica para aliviar la deuda de los países pobres altamente endeudados, «cuando el propio Fondo todavía no responde cómo puede proceder nuestro país a condonar la deuda que Nicaragua tiene, sin que esto perjudique la situación financiera.»
«Desde 2000 Nicaragua es elegible para esta iniciativa, y Costa Rica quiere condonarle la deuda. Sin embargo, el FMI aún no responde cuál es el procedimiento», agregó.