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El escultor Jorge Jiménez Deredia presentó en Costa Rica dos publicaciones literarias que hablan sobre su vida y obra artística.
Jorge Jiménez Deredia tenía nueve años, cuando su maestra lo llevó al Museo Nacional. Fue allí, frente a las esferas de piedra hechas por los indígenas, que el niño descubrió cuál sería su destino…
Luego de haber sido galardonado con el Premio Beato Angélico y haber colocado una escultura en la Basílica de San Pedro en el Vaticano, Jiménez volvió a su tierra natal para presentar «Plenitud bajo el sol» y «Jiménez Deredia en el Vaticano», dos libros que hablan sobre su vida y obra.
El primero fue escrito por el crítico de arte Pierre Restany, quien hace un recorrido detallado de la vida del escultor, desde la infancia hasta la actualidad, y enfatiza en sus momentos más representativos.
Para cumplir con este objetivo, el francés vino a Costa Rica donde tuvo largas conversaciones con el artista; luego hizo lo mismo en Italia y Francia.
Dos años más tarde, salió a la luz este libro que recopila datos e informaciones sobre la vida y obra del costarricense.
» Creo que él entendió cual era mi parte inconsciente, los puntos fundamentales de mi vida, aquellos que podían describir mi espiritualidad», señaló el escultor.
En 185 páginas y 140 fotografías, Restany ahonda en su encuentro con las esferas indígenas y en el humanismo de la cultura boruca.
«Mi obra está inspirada en una tradición escultórica muy costarricense: aquellas esferas de piedra del Valle del Diquís, donde los misteriosos monolitos evidencian la existencia de una civilización muy avanzada de la cual hemos perdido memoria», explicó Jiménez.
El acto de presentación de esta obra fue realizado el 20 de febrero en los jardines del Museo Nacional, precisamente junto a la esfera de piedra que cuarenta años atrás hizo estremecer al niño.
SAN MARCELINO
Para Jiménez Deredia el 2000 fue un año importante pues se convirtió en el primer escultor no europeo que colocó una escultura en la Basílica de San Pedro.
Por esta razón, las autoridades del Vaticano publicaron un libro que relata el proceso para crear «Un gigante del amor», una pieza de arte que representa a San Marcelino de Champagnat, un santo canonizado recientemente que dedicó su vida en favor de los niños.
«La ultima escultura hecha para el Vaticano se realizó en 1954. De ella, así como de las realizadas en el siglo XVI, existe muy poca documentación, por eso, se quiso dejar un documento que sirviera de referencia», señaló el artista.
La cronología se titula «Jiménez Deredia en la Basílica de San Pedro del Vaticano» y fue producida y empastada por la Fábrica de San Pietro, editorial del Vaticano.
Esta publicación que fue dirigida por Alfredo Pergolizzi y Alessandro Paladini, cuenta con fotografías realizadas especialmente para el texto.
Además se incluye un análisis del historiador Sandro Benedetti sobre Miguel Ángel y cuenta con una entrevista realizada al escultor.
El libro fue presentado en Costa Rica el pasado 27 de febrero, en el Auditorio Nacional y contó con la presencia del escultor, el arzobispo monseñor Román Arrieta y la fundadora del Centro Costarricense de la Ciencia y Cultura, Gloria Bejarano.
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