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Los intentos de cercenar los terrenos del Parque Zoológico de Santa Ana evidenciaron una lucha a muerte entre dos corporaciones privadas y las intenciones del presidente Miguel Angel Rodríguez de imponer su voluntad a como haya lugar. Por parte de los administradoras del Zoológico, el proyecto sigue sin avances extraordinarios.
El «factor sorpresa», como el que aplican los muchachos del Ministro de Seguridad Pública, Rogelio Ramos el combate a la delincuencia, constituyó el elemento principal del presidente, Miguel Angel Rodríguez, en su intento de cercenar ocho hectáreas del Parque Zoológico y Botánico Nacional, en el Cantón de Santa Ana, a favor de un negocio privado llamado fútbol .
No es que el mandatario crea en la militarización de la policía, sino que utiliza la sorpresa como elemento de victoria, para vencer las más impugnables fortalezas como hacían los viejos militares en la Antigua Roma. La prensa deportiva, por tratarse de tópicos balompédicos, aplaudirá su jugada magistral.
Todo sucedió muy rápido. El decreto ejecutivo 30.154 empezó a dar vueltas desde el 18 de febrero en el diario oficial La Gaceta y casi de inmediato los dirigentes del balompié empezaron a «vender» la idea de que ahora «tendríamos un centro de excelencia» financiado por la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA). Pero que era urgente, añadían, contar con el terreno para no perder la millonaria inversión. Quedaba menos de una semana, decían, para que decidir dónde construir el centro; de lo contrario la FIFA «nos quitará el dinero».
El «factor sorpresa» tuvo la virtud de desorientar a los diversos sectores sobre el problema de fondo y el asunto político que estaba en juego, al amparo del proyecto financiado por la FIFA.
Incluso, el presidente del Comité Ejecutivo de la Federación Costarricense de Fútbol (FEDEFUTBOL), Hermes Navarro, se comprometió ante las cámaras del noticiario del canal 7 a respetar el ambiente, si la construcción se realizaba sobre los terrenos del Zoológico. Con la certeza, agregó, de que la nueva infraestructura no afectaría la convivencia con la naturaleza. «Nos dicen en qué parte quieren que construyamos y nosotros obedeceremos», dijo.
Mientras todo sucedía los personeros del Ministerio de Ambiente no chistaron . Saben que una salida en falso contra el presidente equivale a una carga antirreglamentaria o a un autogol. Si bien en materia de ambiente ocurren a menudo goles desde la media cancha por madereros o exploradoras petroleras, pocas veces han ocurrido cargas por los mismos integrantes del equipo presidencial.
Como presidente de la República el mandatario está para patear duro, no para que su misma gente le barran por detrás con mala leche. Eso en cualquier parte del mundo es tarjeta roja.
Pero el silencio de la cartera del ambiente en este intento de cercenar un terreno destinado a zoológico podría tener otra lectura extrafutbolística. El país vende la imagen en el exterior de una nación preocupada por el ambiente, pero en el ámbito interno la mayor parte de la población costarricense sabe que la naturaleza importa un comino,.
La afectación legal de esta zona destinada para el zoológico solo puede eliminarse mediante otra ley, alegaron personeros del Zoológico. Y según el artículo 105 de la Constitución Política la potestad de legislar reside en el pueblo, el cual la delega, no en el Poder Ejecutivo, sino en la Asamblea Legislativa.
FORMA Y NO FONDO
El «factor sorpresa» tuvo la virtud además de desorientar a los diversos sectores sobre el problema de fondo y el asunto político que estaba en juego, al amparo del proyecto financiado por la FIFA . En la versión divulgada por la presidenta municipal de Santa Ana, Patricia Segovia, su preocupación era sobre «el uso del suelo y los permisos respectivos», no era el golpe asestado a la Asamblea Legislativa por el decreto.
El Ministro de la presidencia, Danilo Chaverri, reconoció que el área es propiedad del Estado y estimó que dicho terreno no tiene ninguna afectación que restrinja al Estado a decidir el destino de la finca.
Sin embargo, según declaró Yolanda Matamoros, directora del zoológico, la administración del área fue dada a una fundación. Empero, hasta el día de hoy, el zoológico sigue sin inaugurarse . Excusas sobran.
Ella, como directora de la zona protegida, interpuso la semana anterior un recurso de amparo ante el tribunal constitucional, con el fin de detener lo que considera abuso por parte del Estado. La Sala lo acogió para su estudio.
La figura de la fundación, como empresa privada que recibe fondos de todos los costarricenses, ganó terreno en los últimos años en el país, sobre todo con el millonario negocio de la educación universitaria, del ambiente y los recursos naturales, dados los incipientes controles ejercidos hasta hace poco por la Contraloría General de la República.
La finca en mención la adquirió el Estado en 1976 para fines exclusivos de defensa de los recursos naturales y el ambiente, voluntad expresada por su antiguo propietario, Lorne Ross, aseguraron sus familiares.
Mientras, la directora del Instituto Costarricense del Deporte y la Recreación (ICODER), Delia Villalobos, dijo que esperaba que la Sala resolviera cuanto antes dicho recurso. Navarro, alegó por su parte, que no se referirá al asunto en tanto el recurso esté en estudio. No descartó otras opciones para conseguir algún terreno dónde instalar el centro de excelencia.
Surgió en el intermedio la voz de trueno de Manuel «Cañón» González, presidente de la Asociación Deportiva Carmelita, quien como «salvador» del plan de FIFA ofreció un terreno que el equipo tiene en San José de Alajuela para la futura construcción del estadio carmelita.
Asimismo el Deportivo Saprissa no podía quedarse atrás y ser sorprendido por la jugada de bola muerta de Gonazález. Sus dirigentes, entonces, viendo el peligro dentro de su área, dejaron entrever que dicho centro podría levantarse sobre los terrenos donde algunas vez hablaron de «inaugurar pronto» la majestuosa ciudad Ricardo Saprissa, en honor al fundador del cuadro morado.
Ya ven… plata y terrenos hay. Y en esto hay una explicación. El fútbol costarricense, como deporte «chineado» del Estado, paga pocos impuestos. Además, las instituciones públicas encargadas de llevar los controles tributarios fiscalizan poco las transferencias y las contrataciones de jugadores. Y el proyecto de zoológico nacional sigue siendo eso: un plan que aún no arranca. La fundación en mención deberá ahora, en tiempo de reposición, parar este tiro a gol por parte del Presidente.
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