Los partidos Liberación Nacional y Unidad Social Cristiana, ponen el tema ambiental en los primeros lugares de su agenda de gobierno y se comprometen a realizar lo que otras administraciones prometieron… pero no cumplieron.

Conjugar las fáciles promesas con los difíciles hechos, será el gran reto en el campo  ambiental que deberá enfrentar el eventual equipo de gobierno del Partido Liberación Nacional (PLN) o de la Unidad Social Cristiana (PUSC), una vez que asuma el destino del país durante los próximos cuatro años.

Frente a la comunidad internacional, el tema del ambiente es un estandarte que podría decirse que ha sido sostenido con las manos sucias por los gobiernos de los últimos veinte años, pues sus acciones estuvieron lejos de ser armónicas con el contenido de sus discursos.

Si se hacen realidad tan solo la mitad de las promesas de campaña del PUSC y PLN, la población costarricense disfrutará entre el 2002 y 2006, de un ambiente sano y de una calidad de vida mayor, así como de un merecido prestigio internacional.

Detener la tala de bosques y reforestar más, evitar las exploraciones petroleras en territorios cercanos al mar, restringir la minería a «cielo abierto», fortalecer la Secretaría Técnica Nacional del Ambiente (SETENA), cobrarle al productor que contamine y proteger los recursos hídricos, son algunas de las metas que se proponen el PLN y el PUSC de cara a la segunda ronda electoral del próximo 7 de abril.

El Ing. José Luis Salas, expuso en una visita reciente que hizo el candidato del PUSC -Abel Pacheco- al Instituto Nacional de Biodiversidad (INBio), los planes ambientales de esta agrupación.

Respecto al PLN, UNIVERSIDAD trató durante diez días de que uno de sus representantes explicara sus proyectos en materia de ambiente y no fue posible. Con Lorena San Román no se pudo concertar una cita debido a sus múltiples viajes, y Oscar Luque no acudió a una entrevista acordada con él. Por eso se ofrece un resumen de los planes que presenta la agrupación en su página en Internet.

Ambos partidos tienen planteamientos similares en esta área y coinciden en muchas de sus propuestas para resolver los problemas coyunturales, así que si queda uno u otro, el país ganará si hacen honor a sus palabras.



PROMESAS DEL PUSC



Respecto a los proyectos del PUSC, uno de los anuncios más promisorios lo hizo el candidato Abel Pacheco, al comprometerse en el INBio a nombrar un jerarca a tiempo completo en el Ministerio del Ambiente y Energía (MINAE), lo cual cambiaría el esquema de la actual administración, que recargó ese puesto a la vicepresidenta Elizabeth Odio.

Al referirse al perfil de la persona que ocuparía dicho cargo, Pacheco dijo que ésta «debe haber demostrado  con hechos y no palabras su amor por la preservación de la naturaleza», transparente, y con muchos conocimientos técnicos.

Otra oferta del PUSC que contará con el beneplácito de los sectores ambientalistas, es el fortalecimiento de la SETENA, para que pueda responder con capacidad y eficiencia a sus responsabilidades de control de las actividades que dañen el entorno natural.

Sobre uno de los temas que más preocupa a la población, el recurso hídrico, los socialcristianos prevén darle un marco legal moderno, con un manejo que integre a las instituciones involucradas en su uso.

En este sentido, pondrían en marcha un programa de conservación de cuencas, tendiente a mejorar la calidad y cantidad de agua, con la participación de  municipalidades, asociaciones de desarrollo y toda la sociedad. Como complemento, exigirán un adecuado manejo de aguas negras y servidas, y de lixiviados en general.

En el área forestal no se mencionan medidas drásticas como vedas. Eso sí, se contempla el impulso y fortalecimiento del sector, especialmente pequeños y medianos campesinos e indígenas. En las regiones de Osa, San Carlos y Talamanca, propiciarían la participación de municipios, organismos no gubernamentales y grupos comunales, para ejercer labores de control forestal.

También gestionarán financiamiento para el pago de servicios ambientales, fomentarán la venta de certificados de fijación de carbono y de biodiversidad, la certificación de empresas públicas y privadas, la creación de ecomercados, y el desarrollo de proyectos regionales sostenibles como zonas fronterizas, cuencas binacionales y corredores biológicos.

Otras acciones están orientadas hacia la educación ambiental, la autosuficiencia del  sistema de áreas de conservación, el ahorro energético, el mejoramiento de la calidad del aire, el ordenamiento territorial, impulso al agroecoturismo, mejorar la red vial y de transporte, y a cobrarle a quien contamine.



ACTOR PROTAGÓNICO



Para el Partido Liberación Nacional, «Costa Rica puede convertirse en un actor protagónico» frente a la agenda internacional en materia del ambiente, lo cual le generaría «efectos muy positivos para nuestra calidad de vida y nuestra economía».

De la protección del ambiente, la agrupación socialdemócrata estima que se generaría lo que puede llamarse bioeconomía (agricultura orgánica y ecoturismo, por ejemplo) y una nueva estructura productiva.

«Nuestro compromiso con la naturaleza nos lleva a proponer que el medio ambiente sea valorado en la práctica como el primero de los bienes públicos, tanto desde el punto de vista de la salud y de la calidad de vida, como en cuanto al respeto a la biodiversidad, sin que cálculos de interés inmediato puedan justificar su deterioro, su saqueo o su destrucción», asegura el PLN.

En los siguientes puntos se resume su programa:

-Revisión y actualización participativa de la Ley del Agua.

-Crear ente rector del agua.

-Presupuestar fondos suficientes para mejorar y establecer la infraestructura necesaria para riego, abastecimiento y alcantarillado.

-Implementar una estrategia integral en el manejo de los recursos hídricos.

-Consolidar una plan de administración y ordenamiento de los recursos marinos.

-Impulsar nueva ley de INCOPESCA.

-Mejorar la participación del pescador en la comercialización.

-Involucrar a las comunidades en la protección de las áreas de conservación.

-Consolidar los territorios indígenas.

-Crear Reservas Naturales Municipales, para la recarga acuífera.

-Fortalecer la estructura institucional del MINAE e integrar la política forestal y de conservación con la política socioeconómica nacional y las políticas específicas de implementación de la bioeconomía.

-Subordinar las actividades mineras y petroleras a la protección de la biodiversidad, el agua y las necesidades de las comunidades.

-Formular una ley marco de ordenamiento territorial.

-Promover un Plan Nacional de Manejo Integral de Desechos.

-Establecer un plan nacional agropecuario armónico con la naturaleza.