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Su lucha porque todo el conocimiento generado redunde en un mejor entendimiento de varias enfermedades en humanos y animales, y que a su vez ayude a otros investigadores a diseñar sistemas de prevención y tratamientos, le deparó al Dr. Esteban Chaves Olarte, el Premio TWAS-CONICIT para Científicos Jóvenes 2001, en el área de la biología.
Este reconocimiento lo otorga cada año la Academia de Ciencias del Tercer Mundo y del Consejo Nacional para Investigaciones Científicas y Tecnológicas, y es en forma rotativa en los cuatro campos de las ciencias básicas: biología, química, matemática y física.
El científico se hizo merecedor por sus aportes a la ciencia básica y terapéutica, de alcance internacional, pues ofreció «un acercamiento a la comprensión del efecto que tienen las toxinas de clostridios en células humanas y animales, permitiendo no solo entender los mecanismos de acción de dichas toxinas a nivel molecular, sino también ampliar el conocimiento humano sobre diversas funciones celulares, como el movimiento, la fagocitosis y el tránsito intracelular».
Su investigación ha sido desarrollada en parte dentro del país. El resto lo desarrolló en el Instituto Karolinska, de Suecia, donde obtuvo su doctorado.
En esa nación europea, sus estudios se enfocaron hacia los efectos biológicos de toxinas bacterianas, particularmente de Clostridium difficile, que es una bacteria que produce una diarrea asociada al uso de antibióticos.
«Esta diarrea está mediada por la producción de dos toxinas. Lo que hice fue estudiar cómo hacen esas toxinas para afectar a las células», dijo.
Sin embargo, también se elogiaron algunos trabajos que ha desarrollado en colaboración con otros investigadores, sobre toxinas de Haemophilus ducreyi, que produce una enfermedad venérea, y que incluye también el análisis de células en cultivo celular, con el fin de determinar cómo produce el mecanismo de toxicidad.
Recientemente se ha dedicado a investigar una infección en animales bovinos causada por el patógeno Brucella abortus, que provoca abortos en las vacas embarazadas. El interés es conocer el mecanismo de vía intracelular de la bacteria o sea cómo hace para entrar en la célula. Esta labor la realiza junto al investigador Edgardo Moreno, en la Escuela de Medicina Veterinaria de la Universidad Nacional.
Actualmente trabaja en la Sección de Bacteriología Médica de la Facultad de Microbiología de la Universidad de Costa Rica, donde continuará con la línea de investigación que se ha propuesto, con fondos tanto nacionales como internacionales que ya ha solicitado.
De acuerdo con el Dr. Chaves, el aporte de estas investigaciones es fundamentalmente a largo plazo, porque la meta es lograr tratamientos contra las enfermedades que se están estudiando y eventualmente la producción de vacunas.
A corto plazo se pretende contribuir al conocimiento universal, y también crear un ambiente de actitud crítica académica en las instituciones, que redunde en beneficio de los estudiantes.
Este profesional actualmente es beneficiario del Programa de Reinserción de Profesionales, lo que considera como muy positivo «porque lo motiva a uno no solo a quedarse en el país, sino a permanecer en el campo de la academia y la investigación, pues de otra forma uno tendría que buscar otras fuentes de financiación o de ingreso, que lo podrían alejar un poco de la investigación».
¿Cómo funciona este programa? El CONICIT evalúa las posibilidades del proyecto, el mérito académico y decide si otorga fondos o no. Si se le aprueba, se le asigna al investigador un monto determinado para compra de equipo y materiales de laboratorio, con los cuales pueda proseguir sus investigaciones.
Tanto Chaves como su esposa, Caterina Guzmán, estudiaron bajo un programa de colaboración bilateral entre universidades de países centroamericanos, el Instituto Karolinska y la Agencia Sueca de Cooperación Internacional. El objetivo es que cada quien vuelva a su país de origen para aplicar lo que haya aprendido.
Para el científico, este reconocimiento no deja de ser un estímulo para un campo que en ciertas ocasiones es poco avanzado por falta de recursos. «Somos un país pobre que tiene otras prioridades y entonces los esfuerzos que hacen instituciones como el Ministerio de Ciencia y Tecnología (MICIT) y el CONICIT son un gran incentivo para continuar en esta línea», indicó.
No obstante, señala que en nuestro país el desarrollo de la ciencia tiene un nivel bastante digno y aceptable, que va en vías de superación y cree que el MICIT está dando los pasos correctos para promover ese camino.
¿QUIÉN ES?
Esteban Chaves Olarte, de 32 años, obtuvo su licenciatura en Microbiología y Química Clínica en la Universidad de Costa Rica, en 1992.
En 1996 logró la Maestría de Ciencias Médicas en Microbiología en el Instituto Karolinska, de Suecia, donde cuatro años más tarde se graduó como Doctor en Ciencias.
Se inició como asistente de laboratorio en 1989, en el Centro de Investigación en Biología Celular y Molecular (CIBCM) y luego en el Departamento de Bacteriología de la Facultad de Microbiología, y desde 1998 es docente e investigador en esa unidad académica.
Además, es autor de publicaciones en revistas y publicaciones científicas de reconocido prestigio internacional.
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