Los integrantes del grupo «La marraqueta» hablan de su habilidad para mezclar ritmos folclóricos, étnicos, afrolatinos, música clásica y jazz.

La marraqueta es un pan apetecido en Chile, pero también es el nombre de una agrupación musical que en los últimos diez años ha recibido una gran aceptación entre el público suramericano, debido a sus composiciones originales.

Compuesto por Pedro Greene, Andrés Pollack, Pablo Lecaros y Jorge Díaz, este cuarteto fue uno de los encargados de inaugurar el pasado 6 de abril en la Plaza de la Cultura, los espectáculos al aire libre del Festival Internacional de las Artes (FIA 2002).

Sin importar el frío que les hizo compañía, los músicos iniciaron su presentación a las 10 p.m. fusionando los sonidos del jazz, el rock y los ritmos afrocaribeños y con ellos, cautivaron la atención de los josefinos que apreciaron el espectáculo.



FUSIÓN RÍTMICA



Definir el estilo musical de La Marraqueta no es algo fácil, ya que uno de los elementos que los caracteriza es su habilidad de mezclar ritmos folclóricos, étnicos, afrolatinos, música clásica y, sobre todo, jazz contemporáneo, el que se transforma en motor e hilo conductor de sus composiciones.

Hace 10 años que iniciaron su vida artística y desde ese momento, el cuarteto se distinguen por crear una «fusión criolla», concepto que enfatiza el elemento musical de vivencia chilena, mediante el cual tratan de investigar y rescatar raíces de su folclor, para intentar un sonido a la vez universal.

La Marraqueta prepara su tercer disco compacto y mantiene una activa agenda de presentaciones dentro de Chile y en algunas regiones de América y Europa.

En su corta visita a Costa Rica, la agrupación realizó tres presentaciones en los parques de la capital.

También conversaron con UNIVERSIDAD sobre sus orígenes, trayectoria y proyectos:



¿CÓMO NACIÓ LA AGRUPACIÓN?



-Pedro Greene: Todos somos músicos de la misma generación y en distintas ocasiones habíamos tocamos juntos, por lo que nos conocíamos bien. Por eso, no tuvimos problemas cuando casualmente a inicios de los 80, a todos nos surgió la necesidad de desarrollar un concepto distinto y lejos de las tendencias comerciales, el cual nos diera la posibilidad de darle rienda a nuestra libertad interior.



Dentro del estilo musical de La Marraqueta se destaca el uso del jazz, ¿por qué priorizan este ritmo sobre los demás?



-Andrés Pollack: No nos importa mucho estar dentro del género, pero nos valemos del método y la disciplina del jazz, para improvisar nuevos sonidos.  Así que lo tomamos como base para generar nuestra «fusión criolla».



¿Como definirían esa «fusión criolla»?



-Pedro Greene: Tiene mucho que ver con nuestra realidad como zona geográfica.  Latinoamérica es una mezcla entre nativos e inmigrantes de distintos lugares del mundo, de igual forma recibimos influencias musicales internacionales que luego se ven plasmadas en nuestras composiciones que incluyen elementos latinos, africanos y clásicos.



Algunos consideran que el jazz y sus híbridos son ritmos «elitistas», dirigidos sólo a las clases altas de la sociedad.  ¿Qué opinan al respecto?



-Andrés Pollack: Sí, muchos tienen esta concepción errónea, y es que si el jazz es de elites fue porque alguien lo sacó de la calle y de los salones de baile, es decir de aquellos lugares que le dieron vida, para llevarlo a los teatros y salas de concierto en los que las personas tienen que pagar para verlo.

Nosotros buscamos acabar con esa idea y demostrar que se trata de una expresión popular, a veces muy emotiva y otras introspectiva.



-Pedro Greene: Queremos que nuestro discurso sea comprensible para la mayor cantidad de gente y que sea claro. Y eso lo conseguiremos con la gran comunicación que existe entre nosotros y con el equilibrio de la banda, donde se crea0 un mayor desarrollo en lo armónico y en lo rítmico.