Debido a los elevados costos del mantenimiento de las imágenes, se ha restringido su acceso solo para las personas registradas en PrensaCR.
En caso de poseer una cuenta, hacer clic en “Iniciar sesión”, de lo contrario puede crear una en “Registrarse”.
El pacto suscrito entre el Partido Unidad Social Cristiana y el Movimiento Libertario, y los retos que debe enfrentar el mandatario Abel Pacheco para armonizar un gabinete de tantos contrastes en su composición ideológica, son analizadas por varios especialistas.
Otto Guevara como líder del Movimiento Libertario, rubricó el acuerdo con el PUSC, partido en el cual militó hace algunos años. «Un viejo amor…ni se olvida ni se deja…»
La administración que inicia el presidente Abel Pacheco, en gran medida será impulsada -por lo menos mientras dure el «matrimonio»- por la yunta que integran oficialmente desde el 1 de mayo las fracciones legislativas de los partidos Unidad Social Cristiana (PUSC) y Movimiento Libertario (ML).
La alianza entre estas dos agrupaciones y sus inclinaciones hacia las tendencias económicas neoliberales, hace suponer que juntos tratarán de allanar el camino de los proyectos relacionados con el libre comercio, la privatización de servicios públicos y la venta de bienes estatales.
Ya sea que se le quiera llamar yunta o «combo», el ML y el PUSC firmaron el pacto del 1 de mayo con el compromiso de «sumar votos en el Directorio para convertir la Asamblea Legislativa en el foro nacional de discusión de los problemas nacionales y sus soluciones, y a divulgar los proyectos que se tramiten en la Asamblea al máximo nivel posible (…)».
Como producto de ese pacto, socialcristianos y libertarios se repartieron los seis puestos del directorio legislativo, durante un año.
El expresidente Rodrigo Carazo, el director de la maestría en Ciencias Políticas -Fernando Zeledón- de la Universidad de Costa Rica (UCR), y el politólogo de la misma universidad -Rodrigo Madrigal Montealegre-, no se extrañaron del acuerdo PUSC-ML.
Los tres consideran que entre ambos partidos hay afinidad ideológica y esto les permitirá promover proyectos de su interés en la Asamblea Legislativa.
El exmandatario Carazo puso en duda que los alcances del acuerdo sean solo los divulgados parcialmente por los medios de comunicación el 1 de mayo, y sospecha que podría haber otros aspectos que se mantienen ocultos, los cuales serían importantes de conocer para su análisis.
En su opinión, también es entendible el ligamen alcanzado por libertarios y socialcristianos, en razón de que no era posible una elección del directorio en una Asamblea tan fraccionada, sin que se dieran alianzas. «Espero que esto no signifique que se está entregando el gobierno», comentó.
Por su parte, Fernando Zeledón confesó que si bien esperaba que el PUSC y el ML se aliaran, no pensaba que el mensaje libertario se cayera tan pronto. Esto, por cuanto el excandidato presidencial Otto Guevara en su discurso decía que «no queremos más de lo mismo», y lo primero que hace es pactar con los mismos, criticó.
«Ya hay entonces una negociación en materia de política económica dentro de la Asamblea, en razón de que el ML se siente más cerca de la Unidad, al ser muchos de sus integrantes disidentes de ese partido», dijo Zeledón.
OLLA DE GRILLOS
Por otro lado, en vista del fraccionamiento de la Asamblea Legislativa, de la ausencia de un bloque de diputados con mayoría para legislar y de un gabinete tan disímil, la gestión del presidente Pacheco podría convertirse en una olla de grillos que saltan en distintas direcciones.
Para el politólogo Zeledón, se pueden prever tensiones en los ejes de trabajo que tiene que ver con lo económico y lo social, ya que por un lado hay que destinar recursos y desarrollar programas compensatorios para los sectores más desfavorecidos, y por otro reducir el déficit fiscal mediante medidas tributarias.
«Lograr el justo equilibrio entre lo económico y lo social, será importante en los primeros días de la Administración. Recordemos que el gobierno hereda tensiones sociales, sobre todo ligadas al sector agrícola; no está muy clara la sostenibilidad del programa Triángulo de la Solidaridad, que había sido una respuesta alternativa del gobierno saliente; y no se sabe aún cuáles serán los planes del nuevo», puntualizó.
Según Zeledón, aún no está claro cuál será la agenda de proyectos en la Asamblea Legislativa y solo hay un «pre-escenario» de negociación relacionado con la conformación de las comisiones legislativas y en este caso, el pacto al parecer incluye la forma en que sería integrada la Comisión de Hacendarios.
Esta comisión -añadió es un centro neurálgico de la actividad legislativa y del gobierno, y el Movimiento Libertario quiere presidirla.
Prevé que Hacendarios será tomada por diputados y asesores identificados con políticas neoliberales, quienes posiblemente profundizarán la agenda económica del gobierno saliente, a través de proyectos tributarios y fiscales.
Algo similar piensa Carazo, para quien no se necesitan hacer adivinanzas en torno a los personajes que descuellan en el equipo económico, pues «ellos siempre han pregonado su posición neoliberal».
¿CONCILIACIÓN?
Frente a una gestión tan difícil como la que se prevé tendrá Abel Pacheco, Carazo recomienda «tranquilidad y la modestia suficiente como para escuchar a los costarricenses que piensan diferente a las líneas neoliberales que priman el gobierno. Si esto ocurre, habrá oportunidad de conversar, y si no, sencilla y llanamente el país entrará en el típico conflicto que en este momento afecta seriamente a tantos países de América Latina».
Ante un gabinete tan diverso, el politólogo Madrigal Montealegre también exhorta a buscar fórmulas conciliatorias hacia lo interno, ya que de lo contrario «el inmovilismo se apoderará del gobierno».
No obstante, cree que esta administración no va a enfrentar grandes dificultades, «porque se va a dedicar a administrar y no a gobernar. Por la formación y temperamento de don Abel Pacheco, me parece que este gobierno va a funcionar como uno diría popularmente, con nadadito de perro».
En relación con la composición variada del equipo de trabajo del mandatario, Madrigal no descartó que se presenten conflictos serios a lo interno, si se toma en cuenta que «Abel tiene una tendencia justicialista que proviene de su apego al calderonismo ortodoxo. Sin embargo, ha sido financiado por la ultraderecha, los miembros de su gabinete son de corte claramente neoliberal, y sus asesores están adscritos al capitalismo salvaje».
«Sin duda, Pacheco va a experimentar en su gobierno una posición de impotencia, al no poder armonizar su gabinete neoliberal con las demandas de los sectores sociales; al menos eso parece en principio», pronosticó.
Si se cumple el dicho de que por la víspera se saca el día, se puede prever que la yunta PUSC-ML será protagonista durante la administración que recién inicia. Asimismo, al presidente Pacheco le esperan días difíciles, ya que debe armonizar esa olla de grillos que representan sus ministros, diputados y asesores, con las promesas populistas de campaña.
Pese a lo anterior, aún es temprano para hacer afirmaciones concluyentes, y como indicó el politólogo Fernando Zeledón, es preciso evaluar cuál es la sostenibilidad del pacto PUSC-ML, y el comportamiento de las fracciones en la Asamblea Legislativa.
Este documento no posee notas.