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Joseph Blatter, cabeza de la FIFA.
Son tentáculos que superan los $ 6.000.000.000 de ganancias declaradas, con solo 70 funcionarios que ganan $7.000 mensuales.El número de afiliados supera al de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Solo por concepto de publicidad provenientes de empresas «amigas», sean fabricantes de implementos deportivos (pelotas, zapatos y uniformes), de automóviles, de comidas rápidas o refrescos gaseosos, obtuvo en Francia 98 ingresos arriba de los $130.000.000.
La Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) es un «gobierno invisible», un poderoso Estado transnacional, con reglas jurídicas propias a las que somete a las naciones. Castiga también a los que no siguen su «juego limpio». Con justa razón hace poco un comentarista europeo decía que la FIFA tiene mayor poder de convocatoria que el Vaticano.
Su poder hizo temblar a la Confederación Centroamericana y del Caribe de Fútbol (CONCACAF), cuando esta acusó al entonces Secretario General de la FIFA, Michel Zen Ruffinen, de violentar los estatutos de la agrupación mundial. El convocó a una reunión para analizar el tema de la candidatura del ex-árbitro mexicano Edgardo Codesal a la presidencia de la CONCACAF.
Según la Confederación, el Comité Ejecutivo de la FIFA dictaminó que no le correspondía intervenir en los planes de Codesal, pero Zen Ruffinen hizo caso omiso de ese pronunciamiento y llamó a reunión para analizar la candidatura del mexicano.
«Las afirmaciones carecen de todo fundamento y sus autores asumen la entera responsabilidad de sus declaraciones», amenazó Zen Ruffinen.
La realidad era otra. El emporio mundial del fútbol, que cuenta en Zurich, Suiza, con un hotel de lujo y de reciente adquisición como oficinas centrales, apoyaba la reelección presidencial en la CONCACAF de Jack Warner. Este hombre hace milagros; ha llevado a Trinidad y Tobago, su tierra natal, desde un centro de alta excelencia hasta campeonatos mundiales menores y femeninos.
Esa isla no es un potencia mundial.No está ni siquiera entre los 36 participantes en Corea y Japón, pero sigue entre los primeros de la zona en el escalafón mundial. Eso no importa. Milagros de Warner. Sus vecinos de Jamaica tampoco están en el mundial, pero dentro del escalafón de la FIFA llegaron, incluso, a estar arriba del seleccionado de Costa Rica.
Al final, Warner ganó la presidencia de la CONCACAF con 36 votos a favor y dos en contra (México y Costa Rica). México y en especial a Costa Rica pagarán caro este desaire a Warner.Sus milagros tienen precio. Y Codesal está muerto en vida.
LOS MILLONES ENSUCIAN
¿Qué son para la FIFA $ 7 millones invertidos en la inauguración del mundial 2002? Nada, si se compara con la facturación semanal de una empresa mediana de cualquiera de los países llamados Tigres Asiáticos. A lo que sí fijó su atención la FIFA fue al » millonario» desvío de fondos del que habló hace poco Zen Ruffinen. Según él, la reciente quiebra de la empresa ISL-ISMM, encargada de promocionar los eventos de la FIFA, hizo un enorme «hueco» a las finanzas de la organización mundial del balompié.
Nadie sabe con exactitud el monto de los ingresos que » volaron». Solo está claro que 11 de los 24 miembros del Comité Ejecutivo de la FIFA demandaron ante la justicia suiza al presidente de ese organismo, Joseph Blatter, por «malversación de fondos».
Su principal instigador es Ruffinen, quien logró en el primer mes de campaña contra Blatter atraerse el recordado mediocampista francés Michael Platini. Como si fuera poco, el líder de la Unión Europea de Fútbol (UEFA), Lennart Johansson, quien había jurado fidelidad a Blatter, es hoy el principal impulsor de la demanda en los tribunales suizos.
Johansson, presidente de la UEFA y miembro de la Comisión Ejecutiva de la FIFA, cree que si su antiguo líder es acusado en Suiza, «uno está obligado a ir a la corte si conoce un acto criminal. Si se retiene esa información puede ser acusado», consignó la agencia Reuter.
Blatter, quien insiste en que durante su gestión de cuatro años «no ha habido» anomalías con las finanzas de la FIFA, suspendió de un plumazo una comisión que realizaba un arqueo de los dineros de la Federación.
Por añadidura, Africa quiere entrar de lleno en los jugosos negocios de la FIFA y presentar opciones para que el «continente negro» sea por primera vez sede de un campeonato mundial mayor de fútbol.
Por eso el camerunés Issa Hayatou, presidente de la Confederación Africana de Fútbol (CAF) durante más de un mes, enfrentó a Blatter en la carrera por el máximo puesto la de la FIFA.
Si el camerunés hubiera ganado a Blatter Africa contaría con dos puestos más para el mundial del 2006, a expensas de la Confederación Suramericana de Fútbol y la CONCACAF. Así, la reelección Blatter como presidente de la FIFA, resultó un tema secundario. Así, la demanda contra Blatter pareciera sin pies ni cabeza, tras la paliza propinada al camerunés en las elecciones de la FIFA.
Lo de fondo es que nadie quiere aflojar un negocio surgido con las transmisiones por televisión de los mundiales en Suecia 58. La FIFA proyecta triplicar sus ganancias en los próximos 10 años cuando la transmisión de los partidos sea monopolio de una cadena televisiva por cable.
Para entonces las masas de desempleados – actualmente en Europa comunitaria más de 22 millones y en Estados Unidos más 20 millones- ni siquiera tendrán el alivio de «vivir» la «chispa» de los goles cada cuatro años. El negocio del fútbol habrá secuestrado los sentimientos de la afición alrededor del mundo.
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