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Ministra de la Niñez He pedido los recursos necesarios

Rosalía Gil es la primera Ministra de la Niñez designada en el país.

Rosalía Gil es la primera Ministra de la Niñez designada en el país.
La Ministra de la Niñez Rosalía Gil, aseguró que ha pedido todo lo máximo para desarrollar programas en favor de la infancia.
Considera que lo que le da un carácter especial a su nombramiento es ser la primera Ministra de la Niñez, aunque sin cartera, gracias a la decisión del Presidente Abel Pacheco, de darle mucha importancia a la atención de los niños y las niñas.
Además, Gil dirige el Patronato Nacional de la Infancia (PANI), preside el Consejo Nacional de la Niñez y la Adolescencia y  forma parte del Consejo Social, del Consejo de Seguridad y  del Consejo de Gobierno.
Psicóloga clínica con una experiencia de 20 años, es propietaria de la Clínica del Este y tiene una maestría en investigación en psicología.
Fue juramentada como Ministra el 19 de junio, mismo día en que se formó oficialmente el Consejo Nacional de la Niñez y la Adolescencia, integrado por ocho ministros, los jerarcas del INA, IMAS y la CCSS, la defensora de los derechos de la niñez, representantes  de la  organización civil y de las universidades públicas.
En la siguiente entrevista Gil contestó preguntas sobre su labor y las deficiencias de la gestión  del PANI.


La Contraloría General de la República afirma que se dio una falta de gestión  para conseguir los recursos económicos que por ley le corresponden al PANI y falta de previsión en la administración de éstos…

-En cuanto a pedir los recursos, ya eso se ha hecho formal e informalmente. Personalmente he hablado con el Ministro de Hacienda -Wálter Bolaños-  y con el Coordinador del Área Económica del Poder Ejecutivo -Ronulfo Jiménez-,  sobre lo que le pertenece a la institución. Tenemos recursos de varias cuentas: la » ley del vicio», que graba con cargas tributarias los licores, la cerveza y los cigarrillos, luego los recursos aportados por el FODESAF -Fondo de Desarrollo Social de Asignaciones Familiares-  y la Ley orgánica del PANI aprobada en 1996,  que le garantiza el 7% de la recaudación por renta; este es el dinero que nunca ha entrado y que significaría unos ¢14.000 millones. Pero con el pronunciamiento de la Sala IV, ahora depende del criterio del Ministerio de Hacienda lo que se gire.
Hemos presentado los posibles escenarios en los que se invertirían esos recursos y los he solicitado vehementemente, tanto en el Ministerio como en el Consejo Social, donde se evalúa las necesidades de cada institución para ver cuánto se le da de presupuesto.

La Contraloría denuncia que en el PANI se dieron deficiencias en la planificación y ejecución de  los programas. ¿Cómo piensa subsanar estas deficiencias?

-Una semana antes de comenzar mi gestión me reuní con la gente de la Contraloría, casualmente porque queremos que esta gestión sea totalmente  transparente. Veo a la Contraloría como una aliada que nos da los lineamientos por seguir.
En cuanto al planeamiento, estamos reunidos para realizar esta labor. Tenemos trece proyectos aprobados por la Contraloría, algunos se van a realizar este año, lo cual depende de la plata que se nos dé. También trabajamos en el plan de desarrollo de la institución para el próximo año y en el plan de niñez, que será incluido en el Plan Nacional de Desarrollo de los próximos cuatro años.  Para ello contamos con el apoyo de la unidad ejecutora del convenio PANI -UNICEF- PNUD (Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo) y consultamos paso a paso a la Contraloría para que no se den los problemas señalados por ésta.

La adecuada gestión que se realice depende en mucho del personal de apoyo de la institución. ¿Se ha pensado en capacitarlo para evitar que se repitan las denuncias planteadas por la Contraloría?

-La reestructuración necesaria en la institución va a implicar el estudio no solo de las necesidades de la población infantil y de las capacidades de la institución para responder a ellas, sino de los procesos en la gestión y desarrollo de los proyectos, además de la evaluación del personal y del estudio de puestos. Habrá posiblemente que reubicar a algunas personas y la gente que no sea idónea tendremos que despedirla. Se ha pensado en darles capacitación, tanto sobre la nueva orientación que debe tener el PANI, como sobre el uso de las nuevas tecnologías.

La transformación del PANI fue recomendada por una junta de notables reunidos el año pasado a instancias del Presidente de la República -Miguel Angel Rodríguez- la cual propuso otorgar a la presidencia ejecutiva  el rango de Ministro de Estado. En cuanto a la operatividad interna, planteó la fusión de las gerencias administrativa y técnica en una gerencia operativa. ¿Qué opina de esto?

– Todavía no sabemos si eso se va a hacer, pues hay que estudiar los procesos internos para ver si realmente esa es la solución a las necesidades.
Aquí se manejan muchísimos subsidios. Tenemos cerca de cien albergues  para la infancia, de los cuales 40 son del PANI y 60  son manejados
Entonces, la parte administrativa es muy complicada y conviene analizar lo de fusionar las dos gerencias. Lo que sí es cierto es que se requiere mayor comunicación entre ambas.
En lo que sí estamos claros es en reestructurar la institución, pues desde 1970 no se crean plazas. O sea que la misma cantidad de gente ha tenido que hacer frente al aumento de la demanda. Actualmente atendemos 6.000 niños y niñas.
Dentro de esa reforma se fortalecerán las oficinas locales y regionales. Otra idea es pasar poco a poco los albergues que atiende el PANI  a las ONG, a fin de que la institución pueda supervisarlos. Al tener la doble función de atender directamente un número de albergues y supervisar otros tantos, no cuenta con los recursos para realizar adecuadamente ambas funciones.

-Otro de los señalamientos de la Contraloría es  la ausencia de un plan estratégico técnicamente elaborado. ¿Cuenta ya con ese plan?

-Estamos trabajando en esto e incluye el plan operativo y proyectos a corto, mediano y largo plazo, que deben estar acordes con los compromisos adquiridos por el país en la Agenda nacional para la niñez y la adolescencia de 2000, la cual tiene  una proyección de diez años.
La prioridad es combatir la explotación sexual infantil, donde estamos uniendo esfuerzos en diferentes niveles. Dentro del PANI entre los 13  proyectos presentados  y ya aprobados por la Contraloría, hay 3 relacionados con esta temática: uno para San José, otro para el área de Puntarenas y el tercero para Limón.
La otra prioridad es disminuir la población infantil de la calle, que incluye desde infantes de pocos años, hasta adolescentes. Esto ha ido creciendo y tiene que ver con los índices de pobreza, los valores  familiares, drogadicción, alcoholismo.  Por eso los programas deben ser integrales e incluir intervención,  capacitación y educación.

  • Lisbeth Huertas Jiménez 
  • País
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