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Cuidado al marcar un número 9-0-0

El uso de las líneas telefónicas cuyos tres primeros dígitos son 9-0-0, es una modalidad comercial que podría crecer en los próximos años, para que las personas puedan obtener servicios y diversión. Eso sí…¡cuidado!, porque las tarifas las establecen sus proveedores y por lo general son exorbitantes.

El uso de las líneas telefónicas cuyos tres primeros dígitos son 9-0-0, es una modalidad comercial que podría crecer en los próximos años, para que las personas puedan obtener servicios y diversión. Eso sí…¡cuidado!, porque las tarifas las establecen sus proveedores y por lo general son exorbitantes.
Las empresas que proveen servicios a través de líneas telefónicas con números que comienzan en 9-0-0, por lo general cobran tarifas que superan los ¢100 por minuto. (Foto con propósitos ilustrativos).
Aunque un mensaje de voz advierte sobre el costo de las llamadas a un teléfono cuyos tres primeros dígitos son 9-0-0, si se continúa en línea el costo de la comunicación podría alterar las finanzas personales, ya que por lo general el valor de cada minuto supera los ¢100.
Gestionar -por ejemplo- la visa estadounidense por el número telefónico 900-1847-2872, le cuesta al interesado ¢800 por cinco minutos, o bien ¢80 por llamar al 900-233-7377 de una empresa de telebuscadores («beeper») de personas.
Cualquier línea telefónica con una numeración que empiece con el 9-0-0, tiene la particularidad de que sus dueños -que son empresas que ofrecen servicios- fijan una tarifa a su antojo por cada llamada o minuto, a lo cual debe agregarse lo que normalmente cobra el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) por su servicio.

Dentro de esta modalidad, quizás el único servicio barato es el ofrecido por  Radiográfica Costarricense (RACSA), para conectarse con Internet por una línea 9-0-0, en donde se cobra ¢8 por minuto, más la duración de la llamada.
Este cobro elevado por parte de compañías proveedoras de servicios, fue lo que originó el año pasado protestas de clientes del ICE por la alta facturación que les llegaba, y que llevó a dicha entidad a bloquear las nuevas líneas de este tipo que eran solicitadas.
Las quejas de los usuarios se debieron, sobre todo, a los recibos mensuales con montos de cobro muy altos, en razón de llamadas a líneas que ofrecían mensajes eróticos o de diversión. En algunos casos -por ejemplo-, se dio una facturación a un abonado residencial por ¢300.000.
Hasta el año pasado y antes de que el acceso a estos números fuera restringido, ofrecer servicios a través de ellos era un excelente negocio, pues entre pocas empresas se repartieron más de ¢700 millones que facturó el ICE.
El Instituto trabaja ahora en el diseño de algunos sistemas que permitan abrir de nuevo el servicio bajo ciertos controles y para ello gestionarán la autorización ante la Autoridad Reguladora de Servicios Públicos (ARESEP), según detalló Jorge Sánchez, director de Servicios al Cliente del ICE.

PROVEEDORES DE SERVICIOS

De acuerdo con las explicaciones de Sánchez, las líneas 9-0-0 son solicitadas por compañías que proveen algún tipo de servicio a la población a través del sistema nacional de telecomunicaciones del ICE, por lo cual deben pagar tarifas relativamente bajas, en comparación de lo que ellas cobran al público.
La infraestructura tecnológica de la red nacional de telecomunicaciones, permite llevar un control informático de cada acceso que se genere hacia cualquier línea 9-0-0, como por ejemplo: abonado que llama, tiempo de la llamada y el proveedor solicitado.
Las empresas interesadas en que se les asigne una de estas líneas, deben cumplir con una serie de requisitos que exige el ICE, como detallar los objetivos del servicio que prestarán, las tarifas que cobrará, demostrar que están legalmente inscritas y autorizadas para operar en su respectivo campo y, además, aportar un mensaje grabado que advertirá a sus clientes -al inicio de cada llamada- sobre el costo de mantener esa comunicación.
El ICE solo vigila que dichos servicios no atenten contra las buenas costumbres, la moral y que las actividades sean lícitas.
UNIVERSIDAD confirmó mediante algunas llamadas a números 9-0-0, que estos sí contienen un mensaje de voz que advierte del costo de esa llamada.
Respecto a los ingresos que recibe el ICE por facilitar su infraestructura telefónica, Sánchez informó que por cada minuto de llamada hay una tarifa básica de ¢3,25 por cada impulso, aparte de la fijada por cada proveedor de servicios. Asimismo, le agregan un pago mensual de ¢218.000 fijo por conexión («conectividad») y que puede ser mayor en razón del número de enlaces que tenga (de 1 a 5).
Por otra parte, el ICE recibe un 3.71% del total que recaude, por concepto de cobro de estas líneas. Para Sánchez, este porcentaje debería ser más alto y por eso le plantearon a la ARESEP el incremento; sin embargo, este organismo lo rechazó, tras considerar que la facturación debe ser igual para todos los clientes y que ese aumento debe ser incluido dentro de una alza general de tarifas.

BUEN NEGOCIO

Los teléfonos 9-0-0 son un excelente negocio para las empresas que los utilicen, ya que las altas tarifas que aplican les permiten sustanciosas ganancias.
Si el año pasado el ICE facturó más de ¢700 millones que se repartieron entre 48 proveedores, significa que en promedio cada uno habría recibido casi ¢15 millones. No obstante, aproximadamente un 35% de esos ¢700 millones, fue a parar a las arcas de un conocido consorcio periodístico que ofrecía servicios de chistes y diversión, reveló Sánchez.
Cabe mencionar, que un trabajo de periodistas en España, logró determinar el año anterior que una empresa anunciaba en los medios de comunicación sus servicios como bolsa de empleo. Los interesados tenían que llamar a uno de estos teléfonos para recibir información y concertar una entrevista; pero, las conversaciones las alargaban en exceso y al final nunca le conseguían trabajo a nadie y sus oficinas eran fantasmas.
El negocio de esa falsa agencia de empleo se centraba en las ganancias que obtenían por el cobro de las llamadas.
En Costa Rica, a raíz del bloqueo que efectuó el año pasado el ICE para los nuevos proveedores, de 48 solo quedan 6 empresas en operación y la facturación actual ronda los ¢35 millones mensuales, puntualizó el Director de Servicios al Cliente.
Respecto a un relanzamiento de este servicio, Sánchez anunció que hay 150 proveedores a la espera de que se varíen las restricciones actuales.
El funcionario expuso que barajan un par de opciones. Una consiste en agrupar ciertos servicios dentro de una numeración específica. Así, del 900-0…al 900-4…, estarían abiertos al público, aunque podrán ser bloqueados si el cliente lo solicita; mientras tanto, del 900-5… hasta el 900-9…, las abonados deberán pedir que se les desbloquee.
Otro sistema, del que realizan pruebas técnicas, contempla una teleclave (confidencial) similar a las empleadas para las operaciones bancarias remotas. Por medio de esta, el cliente puede habilitar o bloquear -de manera total o parcial- servicios como los que se dan por las líneas 9-0-0, al igual que llamadas internacionales, topes a la facturación telefónica y otros.
Este último mecanismo podría ser una realidad después de julio, manifestó Sánchez.
Ya lo sabe: cuando marque ponga atención, pues si es un número 9-0-0, la llamada le saldrá cara.

  • Eduardo Ramírez 
  • País
Spain
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