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El Banco Central considera «normales» los recientes sacudones de la economía estadounidense, que produjeron el fortalecimiento del euro y el yen, y la depreciación del dólar.
Norberto Zúñiga:”Los indicadores se están portando bien”.
La segunda empresa de telefonía más grande de Estados Unidos, WorldCom, todavía no se había declarado en bancarrota cuando, la semana pasada, el Banco Central afirmó a UNIVERSIDAD que la crisis de confianza por la que atraviesa la economía de ese país, no es motivo de preocupación.
Sin embargo, es poco probable que este hecho variara el análisis de las autoridades monetarias costarricenses (ver entrevista «Estamos atentos»), como tampoco varió el criterio del presidente George Bush, quien únicamente insistió en lo que ya había afirmado el presidente de la Reserva Federal, Allan Greenspan, en su comparecencia ante el Congreso: …ya pasará.
«No soy un negociador de acciones -dijo Bush al diario The Washington Post, el lunes 22-. Sí creo que las bases para el crecimiento económico son reales. La inflación es baja, las políticas monetaria y fiscal son sanas, la productividad está creciendo, los pedidos de bienes duraderos están creciendo. Tenemos la plataforma para el crecimiento.» Y con un toque de su ya carismática sabiduría, agregó: «Cuando los valores lleguen allí, verán al mercado ir en la misma dirección.»
Ese mismo lunes 22, varios índices en Wall Street volvieron a caer a sus mínimos de cinco años atrás, mientras que el índice industrial Dow Jones lo hizo al nivel que tuvo en 1998. Como reportó el diario ya citado, bajaron las acciones de 25 de las 30 empresas registradas en él.
La bancarrota de WorldCom -la mayor bancarrota en la historia de EE.UU-, se suma a otras, como las de Enron Corporation, Global Crossing Ltd. y Adelphia Communications Inc., que han ocurrido como resultado de prácticas contables corruptas. En el caso de WorldCom, registró como ganancias casi $4.000 millones que eran más bien pérdidas. Pero mientras le duró el fraude, sus acciones en Wall Street, valoradas entonces en $64.50, atrajeron a los crédulos inversionistas. Hoy, esas mismas acciones valen 9 centavos de dólar.
Ahora, el gobierno estadounidense anunció que también está investigando por presunto fraude contable a la empresa Johnson & Johnson.
La corrupción de las grandes corporaciones privadas ha espantado, al menos por ahora, a quienes suelen invertir en las empresas de Wall Street (¡SUPEN, cuidado con nuestros fondos de pensiones!), lo cual ha apreciado las monedas de Europa y Japón, frente al dólar estadounidense.
Pero, a pesar de que la de WorldCom pudiera no ser la última bancarrota en este período de reajuste de la economía estadounidense, CNNenEspañol.com dijo que «algunos expertos creen que el mercado está empezando a tocar fondo.»
Según esto, la «normalización» sería cuestión de tiempo. O, como diría el presidente Bush: la confianza se recuperará cuando vuelva la confianza.
«ESTAMOS ATENTOS»
Norberto Zúñiga, director del Departamento de Análisis y Control de Riesgos del Banco Central, dijo a UNIVERSIDAD que, a pesar de los escándalos por corrupción de las empresas privadas estadounidenses, los indicadores de la economía de ese país apuntan a la reactivación y el crecimiento.
La inestabilidad de la economía estadounidense, ¿se remontará pronto?
-Después de analizar los indicadores, y después de las declaraciones del presidente de la Reserva Federal, Allan Greenspan, todo parece indicar que las principales variables del crecimiento económico en el largo plazo son sólidas.
Se afirma que la economía de ese país crecerá en 3.5% este año y 4% el próximo. Estas son tasas muy altas para países desarrollados donde, a diferencia de nuestros países, el crecimiento de la población es muy bajo.
Son aspectos específicos los que han venido a afectar la economía. El primero son los problemas contables registrados por empresas importantes. Esto afecta la confianza de los inversionistas en el dólar.
¿Por eso la gente vende sus acciones y se refugia en inversiones más seguras, como los bonos del Tesoro de EE.UU y en el oro?
-Como resultado de esta disminución de la confianza, hay una redistribución interna de las inversiones en Estados Unidos. De las acciones, se pasan al bono del Tesoro, y al oro, que es un recurso en el que la gente se refugia siempre que hay circunstancias de incertidumbre e inflación.
La depreciación del dólar y la apreciación del euro y del yen ¿se deben a que disminuyen los capitales que buscan el mercado estadounidense?
-Una parte de las inversiones que irían a EE.UU se queda en Europa y Japón. Esto no necesariamente significa que esos capitales se vayan de ese país, sino que llegan en menor cantidad.
¿Podrá la economía estadounidense recuperar su normalidad pronto?
-Es difícil asegurarlo tajantemente, pero los indicadores y las acciones penales que se anuncian para castigar con todo el peso de la ley a las empresas que cometan fraudes contables, apuntan a restituir la confianza. Entre los indicadores positivos está el que se redujeron significativamente las solicitudes de subsidio por desempleo. Los grandes indicadores se vienen portando bien.
Uno de los elementos que está reactivando la economía estadounidense es el gasto militar.
-Sí. No hay duda de que cuando un Gobierno, empresa o familia decide aumentar el gasto, también aumenta el déficit. Y tras varios años de tener un superávit aproximado de $170 mil millones, EE.UU tiene ahora un déficit de, más o menos, $180 a 190 mil millones.
Mientras la economía estadounidense se reajusta, luego del «estallido» de la burbuja especulativa de la economía virtual, en 1999, y ahora con las sobrevaloraciones por corrupción en la contabilidad de diversas empresas, ¿es posible que EE.UU. ponga el peso de su crecimiento en la industria militar?
-Esperaría que no, porque los americanos deben estar muy conscientes de que aumentar mucho el gasto significa aumentar los impuestos en el futuro, de modo que sería algo transitorio. Además ellos confían en el sector privado.
Pero las industrias militares son empresas privadas.
-En parte. El consumo, en EE.UU representa tres cuartas partes del Producto Interno Bruto, de modo que esa no sería una estrategia sostenible en el mediano plazo, sobre todo por el peso que tiene su déficit comercial.
¿Cómo afecta a nuestro país la depreciación del dólar y la apreciación del euro?
-Quienes en Europa y Japón importen productos costarricenses, los encontrarán más baratos, pues pagarán menos euros. Esto hará más atractivos nuestros productos en esos países. Un cuarto de nuestras exportaciones se colocan en Europa.
Internamente, esto se refleja en el incremento del tipo de cambio, lo cual favorece al sector exportador. Pero, las importaciones que Costa Rica hace de Europa y Japón se encarecen. Sin embargo, esto no es preocupante, porque la apreciación del euro ha sido aproximadamente de un 10%. No es para alarmarse, es manejable. Sí afecta es a quienes en Costa Rica consumen bienes de esos países.
Lo que está ocurriendo con la economía estadounidense, ¿preocupa al Banco Central?
-El mensaje es que estos movimientos de las monedas, precios y tasas de interés son casi lo normal. El Banco Central está atento y les da seguimiento. Pero, no es para alarmarse.
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