A pesar de que el régimen municipal podría no estar preparado aún para la elección de alcaldes en diciembre, la participación popular será decisiva.
La lucha por los puestos de alcalde, alcaldes suplentes y miembros de concejos distritales dio comienzo oficialmente el 1 de agosto cuando en sesión solemne los Presidentes de los Supremos Poderes firmaron el Decreto de Convocatoria a Elecciones de Alcalde, Síndicos y Miembros de Concejos de Distrito.
En esta sesión también se realizó el tradicional traslado de mando de la Fuerza Pública al Tribunal Supremo de Elecciones.
Durante los próximos cuatro meses, 50 agrupaciones políticas lucharán en 81 cantones y 463 distritos por los votos de la ciudadanía.  El 1 de diciembre se llevarán a cabo las elecciones populares para las que están empadronadas 2.322.125 personas que decidirán quiénes ocuparán los cargos hasta el 2006.
Y aunque la lucha por las candidaturas al interior de los partidos políticos empezó meses atrás, el plazo de inscripción vence el 16 de agosto.

DESCENTRALIZACIÓN
 
Para algunos sectores estos comicios son relevantes para impulsar la descentralización del Estado y el fortalecimiento de las municipalidades. Para Cecilia Cortés, de la Fundación para el Desarrollo de la Democracia (FUNPADEM), «el fortalecimiento de las municipalidades podría solventar el débil nexo entre la sociedad civil y el Estado, el cual apunta al problema de la gobernabilidad y la representación popular».
Según Fernando Zeledón, director del Programa de Posgrado Centroamericano en Ciencias Políticas de la UCR, «la tendencia a la descentralización se inició en 1995 con el traslado de la administración y el cobro del Impuesto Territorial, -llamado a partir de entonces de Bienes Inmuebles-  a los municipios.   Esto continuó con el Código Municipal, la Reforma a la Ley de Partidas Específicas, la Reforma Constitucional del Artículo 70 (traslado paulatino en 7 años del 10% del presupuesto ordinario del Gobierno Central) y el proyecto de ley de transferencia consensuada de competencias a los gobiernos locales.»
El nuevo Código Municipal (Ley Nº 7794 del 27 de abril de 1998) creó nuevos cargos de elección popular: el Alcalde Municipal, con dos Alcaldes Suplentes, los Miembros de los Concejos de Distrito, propietarios y suplentes, y el Intendente. Ellos serán elegidos «el primer domingo de diciembre posterior a la elección de regidores, y tomarán posesión del cargo el primer lunes de febrero siguiente».
 
LOS CARGOS
 
Para optar por cualquiera de los cargos es necesario pertenecer al estado seglar, y estar inscrito electoralmente al menos con dos años de anterioridad en el cantón donde se pretende ejercerlo.  Los alcaldes pueden renunciar y ser reelegidos, también pueden ser destituidos a través del uso de la revocatoria de mandato mediante plebiscito.
La figura es conocida recientemente en nuestro país, aunque vigente en el resto de Centroamérica, a pesar de que durante la época colonial el alcalde y los municipios jugaron un papel trascendental en la conformación del Estado costarricense.
Por otro lado, los Concejos Municipales de Distrito son órganos con autonomía funcional propia y con competencias locales «que les permiten convenir en toda especie de alianza con la municipalidad del cantón y con entes públicos no territoriales, percibir directamente las tasas y los precios por los servicios distritales, siempre que sean asumidos por estos, así como tener participación en las patentes por las actividades efectuadas en el distrito y en los impuestos municipales.» (Art.1, 4 y 9 de la Ley 8173)
Los concejos de distrito están formados por cinco concejales propietarios y cinco suplentes, sin embargo para las próximas elecciones solo se elegirán cuatro, pues el miembro restante es el síndico actual del distrito.  Este último presidiría este órgano.
La ley establece otro puesto de elección popular, el de Intendente, «quien será el órgano ejecutivo del Concejo Municipal de Distrito, con iguales deberes y atribuciones que el Alcalde Municipal…»
 
AGONIZA BIPARTIDISMO
 
El factor dinamizador de estas elecciones es el aumento de la oferta electoral en algunos cantones, lo cual provoca mayor competencia para el bipartidismo.  Para el analista Fernando Zeledón, existe «una tendencia de drenaje del apoyo electoral al PLN y al PUSC en elecciones municipales, desde 1982;  simultáneamente crece el apoyo a nuevas agrupaciones políticas».
El TSE reporta nueve partidos inscritos a escala provincial, tres en Cartago y tres en Alajuela.  A escala cantonal son 25 los partidos inscritos 8 de agosto, 5 de ellos nuevos: «Alianza para avanzar» y «San José somos todos» por el cantón central de San José; «Movimiento Opción Cantonal Auténtica» por Montes de Oca, «Renacer Santacruceño» de Guanacaste y «Movimiento Curridabat».
Zeledón subrayó que Escazú, donde la Yunta Progresista Escazuceña tiene mayoría en el Concejo, es un claro ejemplo de la ruptura en la hegemonía del bipartidismo.
Otro fenómeno del que hace mención el analista es la expectativa de un incremento en la participación femenina.  «Hay tendencias importantes al cambio desde la perspectiva de adjudicación de plazas por género.  Desde 1974 gana terreno la obtención de plazas de regidoras y síndicas.»
A pesar de estas tendencias, en los puestos elegibles aún no se ha superado la cuota femenina mínima del 40% y los partidos mayoritarios mantienen un promedio  de  200 regidores electos por período desde 1982.
 
EL PERFIL
 
De acuerdo a Daniel García, de la Fundación para el desarrollo local y el fortalecimiento municipal e institucional de Centroamérica y el Caribe, (DEMUCA), «las municipalidades aparecen como un resultado genuino de lo que el sistema político costarricense había previsto y determinado: débiles y marginales políticamente y escasamente eficaces y eficientes desde el punto de vista de su funcionalidad institucional y de las capacidades y medios de gestión.»
La estrategia de descentralización pretende entonces, elevar el perfil democrático de los gobiernos locales y modernizar y fortalecer su institucionalidad.  Sin embargo, los especialistas insisten en que «las municipalidades no están preparadas para asumir responsabilidades mayores en el manejo de los recursos financieros y administrativos que poseen.»
Algunas como la de Limón han enfrentado problemas para hacerle frente a costos como electricidad, agua y teléfono; otras como la de Montes de Oca, han visto desfilar a más de media docena de alcaldes en un solo año.  Son pocos los gobiernos locales eficientes y estables, entre ellos se pueden mencionar los de Belén y Escazú, sin embargo los problemas financieros son parte de la realidad de la mayor parte de los 81 municipios.
Esta dificultad real se suma a la fragmentación de las cuotas de poder dentro de los Concejos, dibujando así un panorama donde solo los acuerdos políticos permitirán una fluida y eficaz actividad.
 
PRESENCIA CIUDADANA
 
De cara a las próximas elecciones, Cecilia Cortés del FUNPADEM, opina que «el fortalecimiento de la sociedad civil y de los organismos de intermediación social contribuirá a la creación de una cultura política más democrática».
Por su lado Fernando Zeledón, de la UCR, sostiene que «los electores tendrán la oportunidad de participar en unas elecciones descentralizadas, correspondientes a su espacio geográfico inmediato y que supone grados de autonomía importantes.  Tendrán en sus manos la posibilidad de impactar positivamente en el desarrollo de su vecindario, distrito y cantón.»
Así mismo, Mario Alberto Chaves, ex presidente de la Unión de Gobiernos Locales explicó que las votaciones «contribuirán a que los costarricenses tomemos mayor conciencia acerca de la importancia del régimen municipal, al permitirle a la ciudadanía valorar con más responsabilidad a los candidatos que los partidos proponen y desterrar así, la práctica de votar en línea, simplemente en función de un color político y no con fundamentos en la idoneidad de los candidatos.»