Abrir Noticia Guardar

Nuevo Código Sísmico: Salvando vidas e inversiones

El próximo 16 de setiembre se tiene prevista la entrega del nuevo Código Sísmico de Costa Rica, elaborado por la Comisión Permanente del Código Sísmico de Costa Rica, un comité de expertos que durante más de tres años ha trabajado ad-honorem analizando códigos de todo el mundo, estudiando la experiencia acumulada especialmente de los sismos de la última década y realizando investigaciones analíticas y experimentales.

El próximo 16 de setiembre se tiene prevista la entrega del nuevo Código Sísmico de Costa Rica, elaborado por la Comisión Permanente del Código Sísmico de Costa Rica, un comité de expertos que durante más de tres años ha trabajado ad-honorem analizando códigos de todo el mundo, estudiando la experiencia acumulada especialmente de los sismos de la última década y realizando investigaciones analíticas y experimentales.
Los hospitales nacionales cuentan con un reforzamiento especial en columnas y vigas, dado que son estructuras que albergan muchas vidas, bienes valiosos y deben mantenerse activos después de un sismo.
Este cúmulo de información  ha dado como resultado normas para edificaciones más seguras, tanto para las personas como para los equipos o valores que albergan.
Este código es el respaldo de la Ley 6119 del año 1977, que establece que todas las construcciones que se hacen en el país deben ser sismo-resistentes,  y además  sustituirá al código del año 1986 vigente hasta hoy.
El Dr. Jorge Gutiérrez, presidente de la Comisión Permanente, director del Posgrado en Ingeniería Civil e investigador del Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales (LANAMME) de la Universidad de Costa Rica, manifestó que la idea del código es actualizar la información que durante varios años se ha acumulado en materia de estructuras antisísmicas, así como que cada obra que se edifique cumpla con las especificaciones de esta norma para que el país esté protegido.
El objetivo de los códigos es que  las obras sean proyectadas, diseñadas  y construidas para que ante temblores menores no sufran daños, ante sismos moderados tengan daños no estructurales y ante los severos no colapsen para proteger la vida humana.

La nueva versión del Código Sísmico incluye normativas que representan un cambio de paradigma en cuanto a los métodos de análisis, diseño, construcción y detallado de las estructuras.
Uno  de estos estudios es el realizado en el LANAMME  por el Ing. Alfonso Bravo para su tesis de maestría en Ingeniería Civil, en que valida los parámetros que el nuevo Código Sísmico determina en cuanto a cálculo de fuerzas sísmicas por métodos elásticos, valores definidos de sobre-resistencia  de los edificios y  estimación de desplazamientos inelásticos. El profesional demuestra que el método elástico es muy simple, y permite predecir en forma muy acertada los que sucedería ante un sismo, aún cuando la estructura exceda los límites elásticos.
Al respecto, el Dr. Gutiérrez dijo que el diseño sismo-resistente debe  cumplir de manera satisfactoria con  un balance de tres conceptos: desplazamiento, resistencia y ductilidad. La ductilidad o capacidad de una estructura de deformarse más allá del rango elástico  sin colapsar,  es quizá uno de los conceptos  que más vidas y bienes materiales puede salvar en caso de un sismo de gran magnitud.
El Dr. Gutiérrez  afirma que esta nueva norma también ha sido enriquecida por  investigaciones experimentales que se han ejecutado en el LANAMME en los últimos seis años, debido a que este laboratorio cuenta con un muro de reacción y un piso fuerte que permite hacer pruebas a escala natural con elementos y uniones de concreto, paredes de mampostería, uniones prefabricadas y estructuras metálicas.
CASAS Y EDIFICIOS
El Código Sísmico del 2002, que se publicará  a principios del próximo año, se compone de varios capítulos organizados en secciones. Un capítulo es específico para la vivienda unifamiliar que a criterio del especialista es muy sencillo, con reglas prescriptivas, apto para que las personas que construyen viviendas se aseguren que lo esencial de un buen diseño se tome en cuenta.
El código incluye una sección con capítulos específicos para estructuras de concreto, mampostería, madera, acero y prefabricadas.
También llamó la atención sobre las especificaciones  en cuanto a elementos y componentes no estructrurales y que son vitales para edificios que deben permanecer en funcionamiento después del terremoto, como es el caso de los hospitales. En estos casos no basta con que  la estructura se sostenga ante un sismo fuerte; también se deben proteger los equipos para atender las emergencias provocadas por el terremoto.
Otra sección del código, presenta la manera de estimar las capacidades que debe tener la estructura para soportar los sismos y los límites que deben existir en sus desplazamientos horizontales para asegurar su estabilidad. En ella se definen las condiciones de regularidad en planta y en altura que se consideran deseables en un edificio y el coeficiente sísmico que por primera vez incluye la sobre-resistencia mencionada anteriormente.
Otra novedad es la división del territorio nacional en tres zonas sísmicas: en donde las penínsulas de Nicoya y Osa fueron consideradas como las zonas de sismicidad más alta, una gran zona central en la que se encuentra la mayor cantidad de población que tiene sismicidad intermedia, y la zona norte con sismicidad menor. De esta manera se plantean aceleraciones de terreno para cada zona y para cuatro distintos tipos de cimentación, desde rocas hasta arcillas muy blandas.
La Comisión Permanente que entregará próximamente el nuevo código sísmico en el Congreso de Ingenieros Civiles está integrada por los ingenieros Jorge Gutiérrez,  Rodolfo Herrera y Franz Sauter, que son miembros fundadores, además Roy Acuña, Johnny Bermúdez, Javier Cartín, Miguel Cruz, María Laporte, Rafael Mora, Álvaro Poveda, Juan Pastor, Guillermo Santana y Ronald Steinvorth. Colabora también el Ing. Alejandro Navas, quien cumple funciones de Secretario Ejecutivo.
AMENAZA ≠ RIESGO
“Conforme el ser humano avanza en el conocimiento científico y en la comprensión de los fenómenos naturales y el comportamiento de sus construcciones, los desastres naturales son cada vez más actos del hombre y no actos de Dios. Por lo tanto existe la responsabilidad  de enfrentar este tipo de desastres”, aseguró el Dr. Gutiérrez.
Añadió que  el riesgo es el producto de las amenazas naturales y la vulnerabilidad de nuestras edificaciones. No es posible eliminar las amenazas pero sí se puede disminuir el riesgo reduciendo la vulnerabilidad. Esto es lo que buscan los códigos sísmicos con respecto a la amenaza que representan los terremotos.
En el mundo, los primeros códigos se publicaron hacia el año 1930 cuando solo se tenía una idea muy intuitiva de cómo hacer edificaciones resistentes a sismos. Del  año 60 al 90 se publica en Estados Unidos un código pionero en cuanto al desarrollo de normativa, se desarrollan métodos analíticos que con ayuda del computador digital permiten comprender mejor cómo responden las estructuras durante los terremotos y se hacen pruebas experimentales en gran escala. En ese período ocurren además dos sismos muy importantes en California y México que dejan grandes enseñanzas, por haber ocurrido en zonas altamente pobladas y con estructuras modernas.
En la última década ocurren tres sismos en zonas altamente desarrolladas: Loma Prieta y Northridge,  en California, y Kobe en Japón. Después de estas experiencias se propone una nueva manera de enfrentar el diseño sismo-resistente, de acuerdo con el desempeño de la estructura.

  • Elizabeth Rojas Arias 
  • Crisol
Notas

Este documento no posee notas.