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Los diez días de Colón en Costa Rica

El país conmemorará el V Centenario de la presencia del «Almirante» genovés en Cariari y la Isla Uvita, con un análisis sobre el significado de ese acontecimiento.

El país conmemorará el V Centenario de la presencia del «Almirante» genovés en Cariari y la Isla Uvita, con un análisis sobre el significado de ese acontecimiento.
Colón permaneció diez días en Cariari, pero no desembarcó porque se encontraba enfermo de reumatismo.
El 25 de septiembre de 1502, con un grupo de navegantes exhaustos, Cristóbal Colón llegó a Cariari, Limón,  donde permaneció diez días, en lo que constituyó un encuentro de extraordinario simbolismo, cuyas huellas serán evaluadas en el país al cumplirse el V centenario de su arribo a Costa Rica.
Para el historiador Juan Rafael Quesada, la presencia del Almirante en Cariari y la isla Uvita, en su cuarto y último viaje a América, marcó el ingreso del país a lo que 500 años después la modernidad denominaría  «la globalización», al tiempo que se esparcían los gérmenes que años más tarde definirían a sus futuros habitantes: el mestizaje.
Para Luis Ferrero, entre tanto, la estancia de Colón en suelo nacional representó la entrada de los «amerindios» de esta zona  a la «civilización occidental», con sus ventajas y sus padecimientos.
«Hay que considerar que aunque tenían un importante desarrollo, los pueblos que encontró Colón en el país no respondían a la organización de grandes civilizaciones, como sí sucedía, por ejemplo, en México y Perú», aseveró Ferrero.
Precisó que los españoles que acompañaban a Colón se sorprendieron con las «cabezas-retrato que hallaron en las tumbas funerarias de los «Tariacas», así como el arte con que trabajaban el oro y la cerámica.
Cariari también sirvió para que los españoles alimentaran la visión idílica que ya  tenían del Continente y así quedó constatado en los escritos referidos por Fernando Colón y Fray Bartolomé de Las Casas.
Los españoles, resaltó, introdujeron enfermedades para las cuales los aborígenes no conocían cura y de una forma solapada instauraron la «encomienda», una institución mediante la que justificaron la explotación y la esclavitud del «indígena».

Al poner por primera y única vez sus pies en territorio costarricense, Colón daba inicio a una etapa que se caracterizaría por la posesión y el despojo que sufrirían las culturas autóctonas..
El desembarco de Colón a la isla Uvita, bautizada entonces por el genovés como «La Huerta» y llamada por los indígenas «Quiribrí», será conmemorada con una serie de actividades a cargo el ministerio de Cultura.
En relación con el sometimiento que sufrieron los grupos autóctonos, las crónicas narran cómo Colón ordenó el secuestro de dos aborígenes, lo que simbolizó el comienzo de la prolongada dominación que sobre los nativos tendrían los españoles en estos territorios.
«Con la llegada de Colón a Cariari, se inició la etapa de posesión y explotación a que serían sometidos nuestros pueblos», resaltó Quesada.
En su criterio, como sucedió con el resto de la conquista de América, estas tierras permitirían la expansión del capitalismo, al aportar oro y plata a España y a Europa.
El saqueo a que fue sometida América facilitó, a su vez, el intercambio comercial de Europa con Asia y por ende la contribución del «Nuevo Continente» en la expansión del capitalismo resultó de crucial importancia.
Por eso,  cuando Colón arribó a Cariari, procedente de la Costa Atlántica nicaragüense, buscaba estancia y reposo para proseguir el camino que lo llevaría a la ruta del oro en Panamá.
Además de apropiarse de las riquezas, que alimentaron al capitalismo, añadió Quesada, los pueblos indígenas fueron destrozados por  un «verdadero holocausto».

«LA MADRE PATRIA»

Respecto al significado de la celebración de los 500 años de la estancia de Colón en Costa Rica, Quesada enfatizó que se debe educar a la clase política y hacer esfuerzos importantes en la formación de los docentes.
En relación con el primer caso, Quesada llama la atención que  el propio presidente de la república, Abel Pacheco, al referirse a España, la denomine como «la madre patria».
Para el académico es una «barbaridad» que el costarricense que ostenta el cargo público de más relevancia, desconozca el significado de su «madre patria».
«Es muy contradictorio que a la altura de los tiempos actuales el presidente diga «madre patria» para  referirse a España, porque lo hace como si su punto de vista fuera la de un español».
Afirmó que es inconcebible escuchar  a Pacheco afirmar que es un amante y un admirador del pueblo limonense, en el que incluso vivió, y que a la vez sea  capaz de negar la negritud del Caribe,  cuando invoca orgulloso a su «madre patria».
En la citada frase, de que ha hecho gala el mandatario, y que reiteró cuando preparaba su viaje a España, se niega, uno de los rasgos esenciales del costarricense: su condición mestiza.
Quesada, Premio Nacional de Historia 2002, recordó que tres son los elementos que conforman al costarricense: lo indígena, lo español y lo negro.
Este es otro de los aspectos que hasta hace pocos años resultaba inaceptable para la población: reconocer que en sus venas lleva sangre que se gestó en el continente africano.
De ahí que sea «muy importante» educar a la población para que se reconozca en la riqueza multirracial y multicultural.
«Hasta hace poco existía la idea de que los costarricenses somos descendientes solo de blancos», dijo.
Con una mirada que evaluará los rasgos simbólicos y los perjuicios y beneficios que significaron su estadía en Cariari, el país conmemorará los cinco siglos de la llegada del «Almirante de la Mar Océana a Costa Rica».

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Para el historiador Juan Rafael Quesada la estancia de Cristóbal Colón en Costa Rica marcó, de manera simbólica, el ingreso de Costa Rica a lo que 500 años después sería la «globalización».

  • Jose Eduardo Mora 
  • Cultura
CapitalismKidnappingSpain
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