Debido a los elevados costos del mantenimiento de las imágenes, se ha restringido su acceso solo para las personas registradas en PrensaCR.
En caso de poseer una cuenta, hacer clic en “Iniciar sesión”, de lo contrario puede crear una en “Registrarse”.
El comisionado Roberto Obando, director de la Academia Nacional de Policía, envió una carta al director de este semanario en la que solicita hacer varias aclaraciones en relación con el reportaje «Niños se entrenan como policías» (Edición No.321 de UNIVERSIDAD).
En su carta, Obando afirma que «la actividad que realiza la Academia Nacional de Policía con un grupo de niños y niñas durante los sábados es parte de su labor de proyección a la comunidad, la cual no contiene trazos de formación o disciplina militar como tampoco lo tiene ninguna actividad de capacitación y formación para los funcionarios policiales que se ejecute en dicha academia».
La misiva agrega que «los métodos utilizados en el desarrollo de sus actividades no tienen el carácter o connotación militar que su persona le ha dado» y añade que «el hecho de que los niños se organicen en filas, uno detrás de otro, o bien en una fila contigua a la otra, no tiene nada de militar es algo que vemos todos los días en algunos centros educativos».
Obando también aclara que de acuerdo con el artículo «el proyecto es financiado con fondos estatales , lo cual no se ajusta a la realidad, por cuanto el costo del vestuario, implementos materiales y transporte es sufragado por los padres de los menores», quienes, de acuerdo con el texto «tienen una «participación activa» en todas las actividades que se desarrollan , «tanto en las charlas como en las prácticas».
NOTA DE LA REDACCIÓN
El reportaje en mención fue realizado para la Agencia France Presse de noticias (AFP) y publicado como una colaboración en el Semanario Universidad.
Para su elaboración, visité las instalaciones de la Academia Nacional de Policía el sábado 31 de agosto junto con la fotógrafa Teresita Chavarría y durante tres horas pudimos constatar la forma en la que se imparte este programa.
Considero que los conceptos sobre lo que es militarismo o no son relativos, pues para el comisionado Obando marchar marcando el paso no lo es, pero para el gobierno de Guatemala, país con ejército donde residí y trabajé como reportera, sí lo es.
En 1997 el ministerio de Educación guatemalteco suspendió los desfiles de escolares para celebrar la independencia como una muestra del proceso de desmilitarización plasmado en los Acuerdos de Paz (1996).
Este año, el gobierno guatemalteco autorizó nuevamente los desfiles pero con una nueva orientación: los estudiantes en vez de marchar desfilaron caminando.
Considero que el reportaje publicado en UNIVERSIDAD evidenció una realidad. En ningún momento la nota afirma que los niños reciben una capacitación militar sino que son educados «en seguridad ciudadana» pero bajo normas de conducta y de disciplina militar, las cuales están basadas en diferentes escalones del mando.
Como ejemplo, le recuerdo que el comandante Gerardo Fonseca, quien está a cargo de los niños, es llamado «mayor» por sus subalternos y es saludado de la manera tradicional castrense, a tal punto que él mismo le da la orden a los policías de que «descansen».
El reportaje nunca menciona que los niños se entrenen en milicia, infantería o artillería pero si refleja lo que ví: normas de conducta verticalistas y rígidas así como controles autoritarios emitidos por instructores cuya experiencia docente se circunscribe a los policías adultos, sumado a la total ausencia de profesionales en educación o psicología.
Además, discrepo con usted cuando afirma que los padres tienen una participación activa en TODAS las actividades, pues presencié una clase sobre drogas y psicotrópicos impartida sin la presencia de un solo padre o madre de familia.
Le aclaro que este programa sí es financiado con fondos estatales pues cualquier educación pública contempla, al igual que este programa infantil, que sean los padres de familia quienes sufraguen los costos de «vestuario, implementos materiales y transporte».
Agradezco el interés del comisionado Obando por enriquecer el debate sobre este polémico tema y lamento que haya tenido que tomarse la molestia de enviar esta aclaración ya que su superior, el ministro de Seguridad, Rogelio Ramos, pudo haber compartido estos criterios conmigo si me hubiera atendido atenderme durante los tres días en que lo estuve llamando.
Lorna Chacón, periodista.
Este documento no posee notas.