p. 1

Abrir Noticia Guardar

Un patólogo de vocación

Por su entrega académica y su trayectoria como investigador, la Escuela de Medicina homenajeará al catedrático Pedro Morera Villalobos.

Por su entrega académica y su trayectoria como investigador, la Escuela de Medicina homenajeará al catedrático Pedro Morera Villalobos.
El Dr. Pedro Morera recibirá un homenaje el  23 de octubre próximo.
La Asamblea de la Escuela de Medicina acordó homenajear al profesor Pedro Morera  Villalobos por su trayectoria académica y  su labor de 50 años como investigador en el Hospital San Juan de Dios.
Morera impartió la primera lección inaugural de esa unidad académica  el 6 de marzo de 1961, año en que se abrió la carrera de medicina en la UCR.
A partir de entonces, y durante doce años, impartió el curso de anatomía microscópica y desde  1962 hasta la fecha da el curso de patología, que en ese entonces ofrecía la Facultad de Microbiología  para estudiantes de medicina, pero en 1977  pasó a la unidad académica que hoy lo homenajea.
A sus 69 años se siente muy satisfecho de su labor docente y afirmó que por eso no ha querido  pensionarse, pese a que adquirió ese derecho desde hace más de quince años.
«He dado  lecciones a miles de estudiantes, lo cual me agrada mucho porque me permite estar en contacto con gente joven a la que le puedo dar algo, y eso me obliga a estar actualizado en mi campo», aseguró.
El docente también dio lecciones en microbiología, unidad académica donde se inició como profesor en 1960 y de la que se graduó en 1956.

Además  tiene una especialidad en parasitología y estudios en patología que realizó en la Universidad de Pavía, Italia, «la tercera más vieja del mundo», explicó.
Sus primeras armas en la docencia las aprendió como asistente de cátedra del profesor Ettore De Giralami, -italiano que reside en Estados Unidos y quien  fue uno de los  fundadores de la Escuela de Medicina y de la revista de Biología Tropical, de cuyo consejo editorial es miembro Pedro Morera desde que se graduó como microbiólogo.
Morera fundó en Microbiología la Cátedra de Patología General, la cual dirigió durante catorce años. Así mismo, fue cofundador del Curso Internacional de Medicina Tropical, el cual es impartido por la Escuela de Medicina de la UCR y el Centro Médico de la Universidad Estatal de Louisiana, Estados Unidos, gracias a un convenio entre ambas casas de estudios, firmado en 1990. Explicó que actualmente prepara el curso número catorce para el próximo año.

CIENTÍFICO NATO

Pedro Morera nació para ser científico, esa es su pasión, por eso apenas en los primeros años de universitario, a los 19 años de edad, ingresó al Hospital San Juan de Dios  (2/9/1952) como asistente del laboratorio, que estaba a cargo del Dr. Marcial Fallas.
Le gustaba mucho ir a ver cuerpos a la morgue del hospital, que quedaba cerca del laboratorio y aprovechaba sus ratos libres para ello. Así fue como al año siguiente (1953) descubrió el primer caso de toxoplasmosis en el país, cuya enfermedad en ese tiempo se desconocía, e hizo la publicación correspondiente en la revista de Biología Tropical.
Posteriormente un médico le envió al Dr. Fallas un trozo de intestino de un niño que presentaba ciertas alteraciones para averiguar qué era y se lo pasaron a él. Después de tres años de búsqueda, descubrió un  parásito que no estaba registrado en el mundo y fue denominado «Angiostrongylus costaricensis». Se trataba de un parásito intestinal que procede de las ratas, es trasmitido por las babosas y causa la «angiostrongilosis abdominal», que consiste en un engrosamiento e inflamación de la pared del intestino, en sitio donde se hospeda y reproduce; puede perforarlo y causar graves lesiones y en algunos casos hasta la muerte.
Morera a la fecha continúa con los estudios de este parásito, del cual  ya ha reportado para la comunidad científica su ciclo reproductor; ha realizado todo el estudio  de patología experimental y desarrolló la prueba que permite hacer el diagnóstico del huésped, sea este una persona o una rata.
Detalló que uno de los problemas con este parásito, es que al hospedarse en las arterias del intestino, no se puede eliminarlo con ninguna de las drogas conocidas. «A los pacientes solo se les puede dar paliativos para mitigar el dolor. Si el asunto se complica hay que operar», afirmó.
En el laboratorio de patología donde él labora se reciben unas 3000 muestras anuales de diferentes partes del país para realizar los análisis correspondientes, de las cuales unas 500 salen positivas y representan muchos más que los casos de amebas, por ejemplo.
Morera tiene un vídeo película sobre este parásito, de la cual es autor del guión, la edición y el texto, y la utiliza en las charlas que dicta a personal médico en clínicas, hospitales y EBAIS de todo el país.
Por este tema ha sacrificado muchos fines de semana para recorrer todo el país. Desde hace varios años asesora un estudio que se realiza en Guatemala sobre el particular.
También hace estudios sobre las lombrices, las solitarias y los tremátodos.
Por su prestigio internacional, Pedro Morera es miembro honorario de una serie de agrupaciones como la Sociedad Italiana de  Parasitología, la Sociedad Cubana de  Parasitología y Microbiología, la Sociedad  Ecuatoriana de  Medicina Tropical, la Sociedad Guatemalteca de  Medicina Tropical y Parasitología, la Sociedad Latinoamericana de Parasitología, la cual presidió de 1974 a 1978, y la Federación Mundial de Parasitología que dirigió de 1982 a 1986.

  • Lisbeth Huertas Jiménez 
  • País
Italy
Notas

Este documento no posee notas.