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La nueva Directora del Consejo Universitario, Olimpia López Avendaño, examina las reformas prioritarias que debe hacer la UCR para los próximos años.
Olimpia López asume la dirección del Consejo Universitario a partir del 15 de octubre.
«Hay que volver a creer en la utopía… por eso urge revitalizar el Foro Universitario», afirmó enfáticamente la nueva Directora del Consejo Universitario, Olimpia López.
Esta especialista en evaluación educativa atendió una invitación del Semanario para una entrevista que se realizó el 3 de octubre. Los cambios en la estructura de la UCR, el liderazgo y el rendimiento de cuentas fueron algunos de los temas abordados durante la conversación.
¿Cuáles son sus prioridades durante este año en la dirección del Consejo Universitario?
Ya elaboramos un plan de trabajo anual, donde definimos las prioridades con una metodología especial. Algunas son: la modernización y el desarrollo de la gestión administrativa; incentivar una gestión de calidad en docencia, investigación y acción social, para lo cual una comisión especial trabaja desde el año pasado en formular un modelo orientador para la institución; la articulación de las sedes regionales pues urge replantear la regionalización.
También queremos redefinir todo lo que es el vínculo externo, ya que las actividades que implican remuneración han crecido demasiado, y el reto es cómo administrar los macroproyectos.
Otro proyecto es revisar la normativa. En la Comisión de Reglamentos la estamos evaluando para definir cuáles reglamentos marco deben ser emitidos por el Consejo y cuáles por la rectoría. Con esta depuración nos podemos dedicar a las tareas sustantivas y además detectamos los vacíos institucionales.
Debemos usar mucho el diálogo para construir consensos.
Ud. asumirá el cargo el 15 de octubre, en un año de muchas propuestas de cambios en la estructura de la UCR. Con lo que se aprobó en el VI Congreso, ¿cree que la institución sea capaz de agilizarse y modernizarse?
-Aún no es suficiente. La ponencia que yo presenté causó mucha polémica porque siempre los cambios estructurales provocan mucha discusión. Planteé introducir una perspectiva que pueda articular todas las instancias, con base en una planificación estratégica que debe ser construida por todos los actores que señala el Estatuto Orgánico. Por eso se debe revitalizar el Foro Universitario de la Asamblea Colegiada, para darle pautas al Consejo sobre cuáles políticas urge definir. El Consejo necesita vínculos para poder legislar en forma pertinente, sobre todo con insumos de la comunidad (representada en la Colegiada Representativa); por eso propuse trabajar por comisiones.
Hay que acercar la actividad de las unidades académicas a las vicerrectorías, ya que ahora existe un vacío; por eso sugerí crear un Consejo Académico, el cual serviría para iniciar procesos sobre asignación de recursos y gestación de proyectos conjuntos; sería un espacio de gran
interdisciplinariedad y articulación. Así la estructura se tornaría más horizontal y permitiría una mejor y más ágil asignación de recursos.
El Consejo deberá revisar la normativa aprobada en relación con las funciones de los decanos, para así articular la actividad de las escuelas. Hay que recuperar la facultad como unidad de conocimiento.
Esto no se podría lograr si no se hace un proceso de modernización administrativo, con capacitación intensa. La próxima persona que asuma la rectoría debería redefinir con mucha seriedad estos aspectos, para cambiar la cultura organizacional en favor del desarrollo de talentos, de asumir valores de compromiso, de un servicio para el logro de los fines de la institución.
Me gusta soñar de que somos capaces de construir.
Tanto en su tesis doctoral como en la ponencia aprobada en el VI Congreso, Ud. ahonda en las debilidades de la estructura y gobierno de la UCR. Para ello propone modificaciones estatutarias en varios niveles. Pero…¿por dónde empezar?
-Habría que ir atacando todos los puntos en forma paralela y dialéctica. Por un lado, revitalizar el Foro donde todos debatamos sobre los problemas de la UCR y las demandas de la sociedad. Los académicos debemos dejar la inercia y volver a creer en la utopía, ya que el concepto de universidad es una utopía. Si no hay debate de pensamientos diversos y hasta antagónicos, el foro se quedaría sin ideas. Debemos tener claridad sobre adónde queremos llegar.
Paralelamente debemos seguir perfeccionando el aparato administrativo, hay un gran deseo de cambio en las jefaturas. Además, planificar acciones concretas en el marco del proyecto de gestión de calidad de la docencia, investigación y acción social, unido a la modernización administrativa.
Las unidades académicas deben hacer un trabajo fuerte, son islas que deben articularse, hay que generar aliados y liderazgos en todos los sectores, desde luego con un apoyo muy claro del Consejo y de la administración en materia de recursos.
Parte del personal consultado en su tesis doctoral expresó que la UCR requiere «de un rector con liderazgo y arrastre, de tal forma que en su liderazgo todos nos leamos… y a la vez debe facilitar que el colectivo piense y ejecute el cambio». ¿Cómo fortalecer ese liderazgo en la institución?
-Las personas quieren figuras que piensen con mucha claridad en los puestos de dirección. Pero no podemos esperar que surja un líder carismático para hacer el cambio institucional; el liderazgo hay que ejercerlo en los diferentes sectores. Cada persona en su puesto de trabajo puede hacerlo, cuando pone esfuerzo, conocimiento y valores en su acción.
¿Considera que hay un adecuado rendimiento de cuentas por parte de la administración o más bien hay una política de silencio hacia los problemas que son conocidos públicamente por la comunidad universitaria?
-En el VI Congreso fueron aceptadas con mucha fuerza las ponencias relacionadas con rendimiento de cuentas. Ahora los directores de escuela deben presentar un informe de labores cuando termina su gestión. Pero todavía falta mostrar más datos sobre los problemas sustantivos de la institución; quizá no los tenemos tan claros y tememos comunicarlos a la comunidad, porque todo eso tiene riesgos.
Necesitamos más información circulando sobre acciones tanto negativas como positivas. Hace falta trabajar en el rendimiento de cuentas y a la vez redefinirlo: nada ganamos con que nos llenen de informes, necesitamos elementos claros. Un debate sobre este tema, donde participen también los técnicos, sería muy beneficioso.
¿Cree Ud. que la UCR es la conciencia lúcida del país o se encuentra en estado de abulia?
– No estamos siendo conciencia lúcida, tenemos que poner todo el conocimiento generado en la UCR para que sea una herramienta útil, con el fin de pensar, razonar y llegar a conclusiones, para orientar al país. Se debe socializar ese conocimiento mediante diversos mecanismos, para lo cual los comunicadores deberían impactar la conciencia de los individuos. Ser conciencia lúcida es un reto enorme y los medios de comunicación tienen que jugar un papel.
El Consejo aprobó recientemente el Fondo de Desarrollo Institucional. ¿Cree Ud. que FUNDEVI queda con suficientes controles o le faltan algunos?
– La Fundación debe articularse apropiadamente con la estructura establecida en el Estatuto para definir políticas de fiscalizar y determinar si las cosas están bien. La Contraloría Universitaria y el Consejo deben reorientar esto. La comunidad debe saber que la junta directiva de FUNDEVI tiene sus mecanismos de control. Por eso urge revisar el vínculo externo en general, ya que la comunidad necesita obtener los beneficios de esta gestión alternativa de recursos y proyectos.
En el Consejo existe voluntad y espacio para que esta articulación se dé de la mejor forma posible mediante la búsqueda de consensos, para que la Fundación sea un espacio de gran beneficio para la institución. Es errado pensar que el Consejo cerraría la Fundación. Se ha generado un reglamento, y varios adenda al convenio entre la UCR y FUNDEVI. Hay una solicitud del Consejo para un nuevo adendum. Esperamos que el reglamento del Fondo de Desarrollo Institucional pueda aplicarse en la forma en que se emitió, y llegar a un encuentro para hacer un análisis racional con los sectores involucrados: la junta directiva de FUNDEVI, el rector y el Consejo, con el fin de lograr consensos que necesita la institución.
Este es un debate que se debe abrir, para evitar que el sector administrativo quede rezagado; queremos lograr un equilibrio.
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