Siembra de valores
Estrella Cartín
Editorial Promesa
146 páginas
De venta en: Librería Exposición de Libros Costarricense, UCR.
Nuestra literatura va creciendo.  Cada día se llenan los espacios vacíos en muchos campos, como el ensayo.  Estrella Cartín, miembro de la Academia Costarricense de la Lengua, nos regala un libro que recoge los artículos publicados en la página 15 de la Nación, todos ligados bajo el mismo tema: los valores.  Siembra de Ilusiones es la reflexión sobre este tema, para alertarnos sobre la necesidad de recuperar lo que se ha perdido.
Según dijo Jézer González Picado, profesor emérito de la UCR, durante la presentación del libro, se
trata de una obra madura, producto de reflexiones serias y profundas de una gran educadora que surge en el momento apropiado para señalar lo que se ha perdido.
Además, es la obra de una intelectual, una filóloga.  Esto se observa en la variedad de citas literarias  donde rescata no solo los valores líricos sino también morales que construyen la base de nuestra sociedad.
Agregó González que el libro posee valores literarios como un manejo preciso del idioma; se reconoce el esfuerzo de la autora por encontrar la palabra justa.  No es retórica; sino, simplemente, comunicación apasionada de determinados contenidos.

Luego, está la profesora que repasa la formación de los estudiantes.  Hay una actitud dolida ante la pérdida de valores en nuestro medio.  Por ejemplo, los profesores que no logran despertar el amor por el conocimiento y olvidan que ese puede ser el camino para que el alumno pueda ser útil a la sociedad y al mundo.
La obra es un llamado de alerta a los educadores, a los padres y madres y a la sociedad, sobre el abismo al que se puede llegar si los valores se pierden; por ejemplo, el deterioro del lenguaje que deteriora al ser humano mismo.
Siembra de Ilusiones es un mensaje de una educadora, pero también una obra de arte.  Metafóricamente Estrella Cartín clama por sembrar ilusiones, pero en realidad se trata de valores.  Es un trabajo arduo pero fecundo y el alma humana es el mejor terreno para hacerlo, concluyó González.