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La reciente renuncia del Ministro de Justicia, José Miguel Villalobos, pareciera que fortaleció a los tradicionales cuadros económicos de gobierno y provocó una mayor influencia de los sectores calderonistas y rodriguistas dentro de la administración Pacheco.
El negocio de los presos. (foto Revista «Defensa Pública»)
El aniversario número 40 de su nacimiento, jamás lo olvidará. En la fiesta del cumpleaños, el pasado 29 de octubre, estaban sus amigos más cercanos y aquellos que, unidos por la bandera contra la corrupción y en favor de la austeridad, veían en el Ministro de Justicia, José Miguel Villalobos, un norte hacia el cual dirigir la barca de la transparencia y la bandera de una nueva forma de hacer política.
Como alguien dijo esa noche: «Es una fiesta del abelismo puro, donde se hacía realidad el lema de campaña electoral, «vote por usted». Pero sin la presencia física, por desgracia, del Dr. Abel Pacheco de la Espriella, principal inspirador de nuevos ideales, compromiso con la verdad, combate a la corrupción y cero impunidad. Es decir, votar por usted significa además la búsqueda de una economía en función del hombre y no el hombre en función de ella, como se dijo en la contienda.
» Tendrá sus ocupaciones» explicaba a sus invitados el anfitrión, cuando algunos preguntaban una y otra vez por el presidente Pacheco.
Lo cierto es que la ausencia del dignatario dentro del ágape fue notoria. Máxime que Villalobos, además de ser ministro de Justicia, fungía como el asesor legal del mandatario y junto al diputado Ricardo Toledo, son considerados todavía representantes del «abelismo puro», que es lo mismo que llamar a votar por usted.
Antes de esta fecha, Villalobos cuestionó la compra de lotes con servicios por parte del Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS). Esto ocasionó que la Ministra de la Presidencia y
exdiputada de confianza del anterior gobierno de Miguel Angel Rodríguez y Rafael Angel Calderón, Rina Contreras, saliera salpicada. Pacheco entonces apagó el conato de incendio allá en Zapote; hoy pocos recuerdan el asunto.
Sin embargo, Villalobos empezó a jugar el partido del «abelismo puro» con «tarjeta amarilla» desde que criticó los «decretos de medianoche». La noche anterior al traspaso de poderes, Rodríguez firmó un decreto que beneficiaba a sus ministros y altos jerarcas de la administración pública.
La respuesta de los exministros Danilo Chaverri, Rogelio Pardo, Rogelio Ramos y Astrid Fischel por declaraciones de Villalobos sobre el caso, no se hicieron esperar.
El titular de Justicia abría en exceso la boca para criticar a exfuncionarios del gobierno de Rodríguez, lo que no podía ser.
EL TREN PELIGROSO
Ya en los círculos del rodriguismo y el calderonismo habían considerado al Ministro Villalobos enemigo jurado de los intereses del PUSC. De hecho, el presidente Pacheco, atribuyó a su asesor legal ser conflictivo y haberse peleado con todo el mundo, en cuenta con los exmandatarios Calderón y Rodríguez.
No obstante, la tarjeta amarilla no se hubiera transformado en roja, si Villalobos, horas antes de festejar sus 40 años, no pasa por la Asamblea Legislativa y desde allí reitera sus críticas a uno de los negocios más descomunales planeados en los últimos años con la población penitenciaria.
Desde que se instauró el neoliberalismo – el primer plan de ajuste estructural de la economía en la administración Monge (1982-1986) sentó las bases- todos han pensado en hacer negocios con las carreteras, los peajes, los muelles, los aeropuertos, los cuerpos armados, la educación, la cogeneración de electricidad, los ferrocarriles, el ambiente, los recursos naturales. Pero a nadie se le había ocurrido hacerlo con las cárceles.
Delante de los diputados, Villalobos insistió en que la cárcel de Pococí, cuya construcción a cargo del consorcio MTC de EE.UU., tendría un precio arriba de los ¢ 26 mil millones y un costo anual de ¢ 8.000 millones, se llevaría a cabo cuando el gobierno predicaba austeridad.
Allí repitió idénticos argumentos legales contra el nuevo presidio. Y también esa noche otros empezaron a cavar su tumba.
El negocio es multimillonario y el Ministro de Obras Públicas y Transporte (MOPT), Javier Chaves, dijo públicamente que el asunto hay que honrarlo por un asunto de imagen y credibilidad internacional.
Hay un contrato firmado, y hay que respetarlo, porque de lo contrario perderíamos credibilidad ante los mercados internacionales, dijo el ministro.
Y es que estos mercados, a juzgar por las declaraciones de Chaves, no conocen la doctrina en cuanto a contratos y las cláusulas abusivas, que permiten, en casos calificados, rescindir el acuerdo a la parte perjudicada.
Por su parte, Rodrigo Zamora Madrigal, abogado y miembro de la Asociación Costarricense de la Defensa Pública, no se explica los motivos por los que el gobierno intenta, contra viento y marea, llevar adelante el negocio de la cárcel en Pococí.
«No tengo pruebas de tráfico de influencias. Como está concebido el plan, el nuevo presidio resulta ilegal e inconstitucional a todas luces», dijo a UNIVERSIDAD.
La Sala IV conoce una acción de inconstitucionalidad interpuesta por la Defensoría de los Habitantes, según confirmaron a este Semanario en esa dependencia, así como un recurso de amparo elevado por personas presas. Sobre ambos casos la Sala IV tendrá que pronunciarse.
Según Zamora Madrigal, el negocio de la cárcel de Pococí es tan atractivo que el Estado garantiza a los concesionarios una ocupación del 80% . Será una cárcel para población sentenciada, añadió.
Las cifras del Ministerio de Justicia indican que al 2000 la población penitenciara en el país era de solo 10.360, con una tasa de 280 por cada 10 mil habitantes.
Alesandro Baratta, doctrinario europeo e investigador de la universidad alemana de Saabrucken llama la atención sobre como la política criminal en Europa tiene un cambio radical, respecto a la estadounidense ( al respecto puede consultarse «Concepto de Seguridad en Europa», revista de la Asociación Costarricense de la Defensa Pública, octubre 2001)
Según muestra esta publicación, mientras en el viejo continente la seguridad pública es un servicio y los policías se convierten en ciudadanos, hay otros lugares donde la seguridad es un negocio y los ciudadanos son investidos como policías .
SIN NOVEDAD EN EL FRENTE
El Ministro de Planificación, Danilo Chaverri, desmintió esta semana que Chaves y el titular de Hacienda, Jorge Walter Bolaños, hubieran dejado cartas de renuncia en el escritorio del presidente Pacheco, con el fin de forzar el retiro de Villalobos dentro del gabinete.
Algunos expresaron su preocupación, explicó Chaverri. Jorge Walter Bolaños, añadió el titular de Planificación, dijo que estaba dispuesto a retirarse para que el presidente pudiera redireccionar el gobierno, pero nunca cuestionó su permanencia a la salida de Villalobos.
Lo que si es cierto es que un sector del «rodriguismo», encabezado por la diputado Gloria Valerín, quien fungiera, precisamente, en la Administración de Miguel Angel Rodríguez como Ministra de la Condición de la Mujer, pidió públicamente la salida de Villalobos, luego de su exposición ante la Asamblea Legislativa.
Una vez destituido, Villalobos acusó directamente a Pacheco de ser «susceptible» a presiones por parte de «grupos que intentan vender el país». Según el exfuncionario, los ministros del sector económico pusieron como requisito para seguir en el gabinete el despido suyo.
A solo tres días de dejar el cargo el 31 de octubre como titular de Justicia, el expresidente Rodríguez, por su parte, tuvo un «importante» encuentro con Pacheco para reiterarle su amistad.
Rodríguez, quien tras dejar la Casa Presidencial encontró empleo en Estados Unidos porque parece que sus conocimientos calzan a la perfección con los que enseñan en las universidades de Estados Unidos. Añadió que llegaba a visitar a Pacheco para ponerse a las ordenes del presidente.
En la importante cita solo faltó el exmandatario Calderón Fournier. Su ausencia siempre es notoria en cualquier sitio, no solo por su personalidad, sino además por su singular manera de abordar la realidad nacional, con un marcado acento mexicano que da énfasis a cada una de sus palabras, producto de su estadía en México.
Tal vez no hacía falta Calderón Fournier en tan importante cita, en la que el «abelismo puro» y el rodriguismo tradicional se juraron amor eterno . El hijo del reformador social controla las bases del PUSC, sus diputados en la Asamblea Legislativa siguen obedientes en la Asamblea Legislativa y como si fuera poco el gobierno de Pacheco necesita de algunos de sus hombres convertidos en Ministros y jerarcas en instituciones públicas.
Para el jefe de la bancada del Partido Liberación Nacional (PLN), Bernal Jiménez, «asusta» el giro dado por el gobierno de Pacheco tras la destitución de Villalobos. «El ministro que denuncia es el que han quitado», acotó Jiménez, quien integró un grupo de notables convocados por el presidente Pacheco para ver el problema de déficit fiscal.
Por su parte, Humberto Arce, jefe de fracción del Partido Acción Ciudadana (PAC), apenas conocido el retiro de Villalobos, calificó públicamente de «grave» lo sucedido.
La salida de Villalobos es un triunfo de los neoliberales y privatizadores que en la administración Rodríguez mezclaron negocios con política, indicó Arce.
La señal inequívoca del presidente, en el sentido de que no hay negociación en torno a su equipo económico, tiene a punto de retiro a la Asociación nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP) de la comisión mixta que ve el problema fiscal.
En este contexto, el pasado 30 de octubre, quien fuera ministro de Justicia fue llamado con carácter de urgencia hasta el despacho del presidente Pacheco. Allí el dignatario le comunicó su destitución.
Villalobos no renunció. No lo hizo, dijo, porque él no había actuado con deslealtad hacia el gobernante ni contra nadie que no fuera el compromiso con su conciencia.
De esta manera, optó por ser enterrado de pie en la tumba que otros habían cavado horas anteriores a su cumpleaños. Paradojas económicas.
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