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Hay dos Costa Rica

Especialistas de la UCR discutieron el capítulo sobre equidad del VIII Informe del Estado de la Nación en Desarrollo Humano Sostenible.

Especialistas de la UCR discutieron el capítulo sobre equidad del VIII Informe del Estado de la Nación en Desarrollo Humano Sostenible.
Ciska Raventós, Ludwig Guendel, Sergio Reuben, Carmen Murillo y Nora Garita, integrantes del panel.
«Esta sociedad se nos está abriendo en dos mundos, en dos Costa Rica, la de quienes se benefician y la de quienes no.»
Así describió la situación por la que atraviesa el país, la doctora en sociología, Nora Garita, durante el panel «La equidad en la Costa Rica de hoy: Una discusión en relación con las tendencias presentadas por el VIII Informe del estado de la Nación en torno a la equidad en la sociedad costarricense», realizado el pasado 11 de noviembre en la UCR.
En el panel también participaron Ciska Raventós, directora del Instituto de Investigaciones Sociales de la UCR, los profesores Ludwig Gûendel y Carmen Murillo, y Sergio Reuben, director de la Escuela de Antropología y Sociología, de la UCR, quien moderó la mesa.

 
HORA DE DECISIONES

Garita, quien coordinó el capítulo sobre equidad en el VIII Informe,  resumió las principales conclusiones de un trabajo que, según explicó, llevó a procesar 6.000 hojas de informes oficiales y los datos del censo de 2000.
«Costa Rica ya entró en un período de cambio, mas no se sabe el rumbo de éste. La base de lo que fue una gran montaña, está erosionada», dijo, en alusión al deterioro que registran indicadores como el ingreso, la pobreza y el desempleo.
Explicó que la distribución del ingreso se deterioró por cuarto año consecutivo. Agregó que «la situación es preocupante, porque existen muy pocos mecanismos de movilidad social, escaso crecimiento económico y creciente desigualdad en la distribución, lo cual hace que solo se benefician los que más tienen.»
Los siguientes datos lo ilustran: cuando se mide la pobreza por el método de la «línea de pobreza», el 20% de los hogares o el 23% de las personas, son pobres; pero si se mide por el método de las Necesidades Básicas Insatisfechas, la pobreza se duplica, y el 40% de los hogares o el 44% de las personas, son pobres. Según el método que se use, se aplicarán las políticas públicas.
Garita enfatizó en que existe una relación inversa entre la educación y la pobreza. Citó un cálculo de la CEPAL según el cual un año menos de educación implica 20% menos de ingresos mensuales durante toda la vida activa de una persona. «La educación es clave», expresó. Llamó la atención sobre el hecho de que persiste la deserción en el paso de la primaria a la secundaria: una de cada cinco personas abandona los estudios.
«Se constata la paradoja de que la inversión social ha crecido, pero la pobreza está estancada desde 1994», expresó.
Además, se verificó que existe una concentración de embarazos adolescentes en los barrios marginales; que el gasto público no siempre es progresivo, es decir, que a veces -como el que se realiza en cultura- favorece a los más privilegiados; que el sistema de pensiones contribuye a agrandar las brechas sociales; y que en todos los indicadores, los pueblos indígenas «están pésimo»: aun cuando se trasladan a vivir a otras zonas, no alcanzan la media nacional, debido a múltiples factores que contribuyen a su marginación.
Garita resaltó que en esta encrucijada el país cuenta con un «bono demográfico», esto es, un número importante de personas en edad de producir, pero el futuro dependerá de las decisiones que se tomen para hacer frente al deterioro.

DESARTICULACIÓN

Por su parte, Güendel recordó que «existe un alto grado de desarticulación entre la política económica y la política social», que se origina en los años 80, con la dicotomía entre neoliberales e intervencionistas.
«Costa Rica logra conformar una política económica y social gradualista. No aplica las reformas más radicales del neoliberalismo ni el intervencionismo de los años 70. Se invierte en lo social, pero se fomenta un sistema económico que refuerza la sociedad dualista», dijo.
No obstante, agregó, «parece que se está imponiendo la política económica sobre la social.»
El sociólogo planteó las hipótesis de que «vivimos un período post-neoliberal» y que el país «está surgiendo como un nuevo paradigma en América Latina».
Añadió que, en la política social, se combinan tres perspectivas: la focalización y la privatización neoliberales, el enfoque socialdemócrata de permitir el mercado dentro de lo público, y el enfoque de derechos humanos, «pero esto conduce a un desfase: contamos con un marco jurídico muy progresista, pero con instituciones de los años 70.» Abogó por realizar una micro-ingeniería de las instituciones.

¿CONSTRUIMOS DEMOCRACIA?

La antropóloga Murillo llamó la atención sobre la ausencia de una participación e integración real de los pueblos indígenas y de la diversidad cultural.
«El sentido de nación ha sido recortado a la medida de los sectores dominantes», expresó.
Agregó que recientemente se produjo una apertura para llenar «un vacío de 50 años en que los censos no indagaron sobre la diversidad étnica de la nación, sino que se reafirmó la idea de la homogeneidad».
Se refirió a la inclusión, en el censo del 2000, de una pregunta sobre la pertenencia étnica, inclusión que ocurrió solo después de que los grupos indígenas presionaron al Instituto Nacional de Estadísticas, a través de la Cancillería, invocando el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo, firmado por el país.
«Al ver el panorama de la población indígena, ¿realmente estamos construyendo democracia en este país?», preguntó, y enfatizó la necesidad de «potenciar las especificidades de estos grupos, si así lo desean, y hacerlas más participativa en sentido de nación costarricense.»

¿HASTA CUÁNDO?

La investigadora Raventós argumentó que «si el principio de equidad es fundamental para el desarrollo humano sostenible, y la equidad es vista como la igualdad de oportunidades, ¿a partir de dónde se define ésta cuando está matizada por desigualdades sociales y culturales?»
«No queda claro cómo la equidad puede ser el centro del paradigma y quién lo define», enfatizó.
Hizo ver que «todos los años decimos que estamos peor que el año anterior, pero que no tanto, lo relativizamos. A pesar de ello, este año existe un cambio de tono en el Informe, que resulta preocupante, pues se acentúa la percepción de que hay ganadores y perdedores». No obstante, se refirió a la necesidad de «pasar más a los datos cualitativos que cuantitativos.»
Llamó la atención sobre el «dèja vu» que significa afirmar que el desarrollo económico de los últimos 20 años no logró generar los encadenamientos de los sectores productivos dinámicos con el resto, y que los sectores dinámicos dependen de una política de incentivos y exoneraciones. «Se trata exactamente de las mismas críticas que se hicieron al modelo de sustitución de importaciones. Lo importante es saber por qué somos incapaces de desarrollar sectores económicos dinámicos de manera regular y no sobre la base de incentivos», agregó.
Consideró positivo «que haya un retorno a la política para levantar temas abandonados de integración social», y resaltó el papel que en este sentido desarrolla la Comisión Mixta Especial para un Pacto Fiscal, en la Asamblea Legislativa.
«Lo que suceda con la Comisión Mixta y que podamos repensar al país depende de volver a politizar temas como la distribución del ingreso», enfatizó.

SÍ AL GASTO PÚBLICO

Por su parte, Reuben resaltó la imposibilidad de disminuir la pobreza cuando   el gasto social está estancado desde hace cinco años. Y agregó que independientemente de que la pobreza esté estancada,  esta inversión «sí es eficiente en reducir la pobreza».
En el mismo sentido recordó que las pensiones se definen en función de los niveles salariales, «no pueden ser todas iguales», pero agregó que aun así el sistema «es mucho más equitativo que la distribución del ingreso. Todas las políticas sociales son más distributivas que el actual reparto del ingreso nacional, todas contribuyen a mejorar la desigualdad.»

  • Emanuel García Jiménez 
  • País
DemocracyNeoliberalism
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