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La comisión del capítulo de Costa Rica recibirá propuestas hasta el 30 de noviembre y enviará los títulos a Egipto en enero próximo.
La Biblioteca de Alejandría fue inaugurada en octubre pasado.
Costa Rica tendrá la posibilidad de enviar más de 500 obras a la Biblioteca de Alejandría, inaugurada el 16 de octubre de 2002, al quebrarse el tope establecido en un inicio, debido a que varios de los países incumplieron con la cuota asignada por los organizadores del magno proyecto.
Ahíza Vega Montero, directora del capítulo Costa Rica, explicó a UNIVERSIDAD que en un principio se había fijado la cuota de 500 obras, entre libros, álbumes y otros documentos, pero que ahora existe la opción de recibir más propuestas, oportunidad que estará abierta hasta el 30 de noviembre del presente año.
La comisión que coordina Vega, y que está respaldada por el Sistema Nacional de Radio y Televisión (SINART) y la embajada de España, ya recibió libros de historia, literatura, música, gastronomía e investigación.
A pesar de que ha habido un notable entusiasmo por parte de las instituciones estatales, autónomas y privadas, Vega expresó que existe suficiente espacio para que los interesados se comuniquen con la comisión y hagan las propuestas que consideren adecuadas.
Entre los autores cuyas obras estarán en la Biblioteca de Alejandría, una iniciativa de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y el gobierno de Egipto, destacan Joaquín Gutiérrez, Alberto Cañas, Aquileo Echeverría y Ana Cristina Rossi.
Murámonos Federico, Cocorí, La hoja de aire, Crónicas de Vietnam, de Gutiérrez; Uvieta, de Cañas; La loca de Gandoca, de Rossi, y Concherías, de Echeverría, son alguno de los títulos que los visitantes podrán apreciar en el espacio que la Biblioteca de Alejandría dispuso para Costa Rica.
En criterio de Vega, hasta ahora ha habido una excelente respuesta por parte de las instituciones al llamado para que enviaran obras. Destacó que las editoriales nacionales ya confirmaron que seleccionarán una importante cantidad de libros, por lo que se da por descontado que los principales autores del país estarán entre el grupo de los elegidos.
José León Sánchez, quien colabora con el proyecto ad honórem, resaltó el aporte a la cultura por parte de los bancos nacionales y citó como ejemplo el libro «Historia de los billetes de Costa Rica (1858-2001).
El autor de La Isla de los Hombres Solos enfatizó en que los científicos costarricenses, que en sus diversos campos realizan una labor silenciosa pero «extraordinaria», tienen una gran oportunidad para enviar sus valiosas obras.
El escritor recalcó, también, la importancia que de que las editoriales escojan obras de autores jóvenes, porque ellos representan el futuro de la literatura en el país.
OBRAS EN ENERO
Tanto Vega como Sánchez insistieron en la necesidad de que sean las instituciones las que conformen comisiones, como ya lo hizo por ejemplo la Universidad de Costa Rica, para que seleccionen las obras. Mediante este mecanismo, añadieron, se efectuarán escogencias más objetivas.
«Nosotros no objetaremos ninguna de las obras que nos envíen, con lo cual respetaremos el criterio de selección de las comisiones».
Además de Vega y Sánchez, la comisión del capítulo Costa Rica, la conforman Miguel Salguero, director del SINART y Gilberto Soto, director de Canal 13.
Las obras costarricenses serán trasladas primero a España y de ahí a la Biblioteca de Alejandría, porque este país es el que patrocina el proyecto.
En enero próximo las obras seleccionadas serán enviadas y el espacio costarricense en Alejandría debe entrar en funcionamiento en ese mismo mes.
La segunda etapa del plan consistirá en crear una página web con información sobre la producción costarricense en los campos de las ciencias, las bellas artes, la literatura, la historia, la ciencia, explicó Sánchez.
El costo de este proyecto tendrá un valor aproximado al millón de dólares, para lo cual se requerirá del aporte de instituciones interesadas, afirmó.
En relación con el aporte de América Latina a la Biblioteca de Alejandría, que albergará unos ocho millones de libros, Vega sostuvo que solo Chile, Argentina, México y Costa Rica han cumplido con los compromisos adquiridos.
La nueva Biblioteca fue inaugurada oficialmente el pasado 16 de octubre, por la UNESCO y el gobierno egipcio, luego de que en dos oportunidades se había postergado la apertura, por diferentes motivos, uno de ellos debido a que en abril de 2001 se agravó el conflicto entre palestinos e israelitas.
Con la biblioteca, los patrocinadores pretenden devolverle a Alejandría parte de la grandeza de la que disfrutó en el pasado, en el que era una de las ciudades más importantes del mundo.
La de Alejandría, la más preciada del mundo, fue construida 300 años antes de Cristo por Ptolomeo I, tras la muerte de Alejandro Magno, fundador de la entonces capital egipcia.
De la antigua biblioteca, cuyos libros ardieron hace 1.600 años y que llegó a tener una colección de 700.000 rollos de papiros, solo sobrevive un sótano húmedo y olvidado del Serapeo.
En ella, que tuvo como primer director a Demetrio de Falera, se reunía una singular comunidad de eruditos que investigaban sobre física, literatura, astronomía, geografía, filosofía, matemáticas, biología, e ingeniería, entre otras áreas del saber humano.
A la sombra de los espíritus de Erastótenes- quien calculó la circunferencia de la tierra-, Arquímedes- que inventó la bomba de agua-, Aristaco, quien descubrió que la tierra giraba alrededor del sol, y Euclides, autor de los Elementos de Geometría, uno de los libros más influyentes en la historia de la humanidad, las obras de los costarricenses se abrirán una ventana en el mundo.
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