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Rumbo a la competitividad del palmito

Mediante la evaluación integral de una serie de aspectos como manejo agrícola y poscosecha, susceptibilidad a enfermedades, e identificación de variedades, entre otros, se pretende la implementación de un programa tendiente al mejoramiento de la competitividad de los productores nacionales de palmito, que involucra cambios en su calidad y rendimiento.

Mediante la evaluación integral de una serie de aspectos como manejo agrícola y poscosecha, susceptibilidad a enfermedades, e identificación de variedades, entre otros, se pretende la implementación de un programa tendiente al mejoramiento de la competitividad de los productores nacionales de palmito, que involucra cambios en su calidad y rendimiento.
Una de las prioridades es caracterizar una serie de patógenos que están afectando a las plantaciones de palmito.
Este proyecto es coordinado por la M.Sc. Marielos Mora López, del Centro de Investigación en Biología Celular y Molecular (CIBCM) y la Licda. Elena Castillo, de la Sede Regional del Atlántico de la Universidad de Costa Rica. A ellas se suma un equipo de profesionales en diversas disciplinas, tales como agrónomos, informáticos, tecnólogos de alimentos, y estudiantes de microbiología y agronomía que están desarrollando sus trabajos de graduación. También han logrado una fuerte vinculación con la Oficina Nacional de Semillas y la Cámara Nacional de Productores de Palmito (CANAPPA).

Es financiado por los fondos concursables del Ministerio de Ciencia y Tecnología (MICIT) y el Consejo Nacional para Investigaciones Científicas y Tecnológicas (CONICIT), y por contrapartidas de la UCR y de CANAPPA.
Originalmente partieron del análisis molecular de la diversidad genética de cultivares de pejibaye del banco de germoplasma de pejibaye de la UCR,  el mayor del mundo en este campo, producto de los trabajos pioneros del Dr. Jorge Mora Urpí. No obstante, su norte varió y evolucionó en el tiempo, por la interrelación directa con los productores y ciertas variables.
Algunas de las fases del proyecto se han ejecutado con el apoyo del Trabajo Comunal Universitario (T.C.U.) «Hacia un manejo sostenible de la cuenca del Reventazón»,  de la Sede del Atlántico, coordinado por la  Licda. Castillo y en colaboración con personeros del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), y de la Comisión Nacional para el Control de Plagas del Palmito.
De acuerdo con la M.Sc. Mora López, la intención es aprovechar los recursos disponibles de información desde el punto de vista productivo y socioeconómico de los productores, la biología de los cultivares y los recursos humanos que podrían incorporarse.
Las etapas de este trabajo incluyen diagnóstico, plan de manejo con el fin de desarrollar un paquete tecnológico, fertilización orgánica para encontrar alternativas que ayuden en la producción, análisis de recursos fitogenéticos, certificación de materiales existentes, manejo poscosecha, capacitación y transferencia tecnológica, y la caracterización de una serie de patógenos que están afectando al palmito.

DIAGNÓSTICO Y FITOPATOLOGÍA

El T.C.U. vino a jugar un papel muy importante, ya que involucra a investigadores, profesores y estudiantes de los recintos académicos de la UCR en Turrialba, Paraíso y Guápiles.
Con su ayuda se trató de hacer un diagnóstico socioeconómico y cultural en cada región, para determinar las necesidades en las áreas de educación, empleo, recreación y apoyo a microempresas, pues en el caso de Guápiles ya funcionaba un proyecto con productores de palmito. Junto con la Comisión Nacional para el Control de Plagas del Palmito impartieron charlas divulgativas en varias regiones, se elaboraron boletines, se diseñó un sitio web que está en edición, se aplicó una encuesta a 300 productores, se diseñó un sistema de captura de información y se estableció una base de datos que está siendo procesada.
Esto permite establecer el perfil de los productores por región del país y al contener  información de coordenadas geográficas, en el caso de las enfermedades, por ejemplo, se puede  determinar la distribución y patrón de diseminación de la enfermedad y qué factores macro o micro ambientales podrían estar influenciando la aparición de plagas o enfermedades en cada una de las zonas afectadas.
En lo que se refiere a plagas, o sea la etapa de fitopatología, uno de los mayores problemas que está amenazando este cultivo es una enfermedad conocida como «bacteriosis». En este sentido, han trabajado desde un panorama epidemiológico, tratando de cubrir diferentes aspectos relacionados con el hospedero, cuál es el tipo de nutrición y fisiología de la planta, cuáles plantas o cultivares podrían ser  más resistentes o menos susceptibles. Así mismo, se ha caracterizado la sintomatología, se han elaborado escalas de incidencia para prever cuál será la evolución, y se están tomando en cuenta todas las variables micro y macro ambientales. Se está dando una importante labor de seguimiento de la enfermedad en algunas fincas, y se han seleccionado ciertas plantas que se visitan periódicamente para conocer la evolución.
Se ha hecho una labor importante en el aislamiento de cultivos bacterianos, y desde el punto de vista del agente diseminador del mal, están montando pruebas de patogenicidad para comprobar que el que ya han aislado es efectivamente el causante.
La profesional señaló que previo a una entrevista con cada productor para conocer el perfil y corroborar la base de datos existente, se han recolectado muestras del agente etiológico, que son analizadas posteriormente en el laboratorio por métodos microbiológicos tradicionales, microscopia electrónica y taxonomía molecular.
La M.Sc. Mora López resaltó la importancia de estudiar insectos que podrían estar relacionados con la diseminación de la enfermedad, y advirtió que actualmente hay una plaga muy importante causada por dos especies de coleópteros, que son vectores mecánicos.
Pero  es necesario evaluar otras alternativas de probables plagas, donde la intervención  del hombre es primordial. Por esa razón  se ha enfatizado en la capacitación en las prácticas culturales, para reducir la diseminación. En cuanto al combate y control de esta enfermedad, la Comisión Nacional para el Control de Plagas del Palmito es la llamada a establecer los ensayos de probables productos y emitir las recomendaciones respectivas.
Mora López mencionó que han elaborado otros proyectos para buscar alternativas de control biológico, porque una de las premisas es que todas estas plagas son producto del desequilibrio ambiental producido al usar tantos pesticidas, aunado en este caso al abandono de muchas plantaciones de palmito, por la crisis que han sufrido los productores.

RECURSOS FITOGENÉTICOS

A esta investigación se añaden los aportes de la tesis de maestría de  Elena Castillo, quien se  concentró en establecer la huella genética del pejibaye, utilizando marcadores moleculares.
Debido al problema de bacteriosis encontrada en el palmito, se preocupó por conocer los recursos fitogenéticos que existen en Costa Rica, su diversidad  y eventualmente cuál puede ser su importancia en programas de mejoramiento, y las aplicaciones de la biotecnología, como son las técnicas o herramientas moleculares para ayudar a resolver problemas reales. Ella analizó materiales de los bancos de germoplasma de la UCR (Estación Diamantes) y del Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (CATIE), además de  materiales silvestres del género Bactris de la Estación Biológica La Selva.
Empleó la técnica de amplificación del ADN con imprimadores al azar -conocido como  RAPD- que permite presentar los resultados en fenogramas, que brindan las relaciones de similitud  entre especies. A través de esa técnica, de manera rápida se puede tener una idea de cuál es la diversidad de estas poblaciones, lo que podría ser de mucha utilidad para el establecimiento de programas de mejoramiento genético.
Como producto de estos análisis, Mora López manifestó que han elaborado un código de barras que permite establecer un perfil genético para cada uno de los cultivares.
El propósito es poder utilizar dicho perfil como un criterio más para la certificación de origen, y para complementar información por descriptores moleculares y morfológicos. «Si en nuestro país se generara algún cultivar con una característica particular por cruce, por mejoramiento clásico o asistido, podríamos  certificarlo e identificarlo con un perfil genético», resaltó.
 

  • Luis Fernando Cordero Mora
  • Crisol
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