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La historia a debate es una propuesta novedosa que detalla en esta entrevista el especialista mexicano Boris Berenzon.
«Por primera vez no es el norte quien nos dice qué hacer, sino que es un manifiesto que surge de Iberoamérica,» dijo el historiador Boris Berenzon.
Con motivo del Seminario «Entre dos siglos», realizado el 13 y 14 de noviembre en el Museo Nacional de Historia de Costa Rica, visitó el país el doctor en Filosofía por la Universidad Autónoma de México (UNAM) Boris Berenzon, quien es uno de los impulsores de una nueva corriente planetaria del quehacer filosófico.
La propuesta de «la historia a debate» busca rebasar el neo-positivismo racionalista y recalcitrante, cuyo último fin es la verdad y también la subjetividad absoluta de la posmodernidad, por eso plantea una ciencia con sujeto y que incluya la subjetividad.
«En 18 tesis ontológicas, epistemológicas y hermenéuticas presentamos los acuerdos mínimos para una plataforma desde la cual podemos discutir lo que sería el futuro paradigma de la historia en el siglo XXI,» explicó en su visita a la redacción del Semanario.
Mil seiscientos historiadores de todo el mundo ya han firmado el Manifiesto Historiográfico de Historia Debate, que germinó en el II Congreso realizado en Santiago de Compostela en 1999. Esta construcción de interpretaciones historiográficas se desarrolla en línea, en la dirección: www.h-debate.com , desde donde se «busca construir desde la discrepancia, verdades posibles de unidad.» El erudito español Carlos Barros es el principal impulsor de esta corriente.
En su conferencia titulada «Historia a debate y nuevos paradigmas», Berenzon también se refirió a una erótica de la historia, » que toma en cuenta que la historia está teñida por el amor, por la vida y por la muerte. Hacemos una historia del Tanathos (la muerte) o una del amor y la vida, o ambas.»
Esta interpretación, según dijo, «trata de llenar de color e intensidad la historia que hasta ahora ha sido representada en sepia o en blanco y negro. Berenzon también criticó lo que llamó «Historia por encargo», contratada por gobiernos o sectores económicamente poderosos para realzar ciertas figuras o acontecimientos desde un enfoque unilateral que sesga y no interpreta.
LENGUAJE COMÚN
Berenzon nació hace 36 años en San José, pero desde los cuatro años se fue para México con su madre, así que cuando usa la primera persona del plural se refiere a quienes hablamos el español como lengua materna:
«En Latinoamérica estamos inmersos en la pobreza y por ende comprometidos con lo que pasa en la calle, meternos en la torre de marfil es impensable pues no existen las posibilidades económicas para hacerlo. Y eso nos hace ser creativos, y aventurar nuestra propia interpretación de lo que pasa en el mundo: la deficiencia es la ventaja.»
Para él, con la llegada de Lula a Brasil, «ojalá se abra un nuevo horizonte cultural, epistemológico y económico, porque desde algún lugar debemos empezar a espantar a las fieras del capitalismo voraz. Lula le apuesta al capital cultural, y los latinoamericanos debemos seguir manteniendo nuestras culturas porque es lo más valioso que tenemos.»
La Historia a Debate reconoce que la globalización tiene elementos positivos como la horizontalidad del conocimiento, su velocidad de transmisión, su accesibilidad. «Tampoco hemos caído en la zanahoria del progreso porque ni siquiera éste es una alternativa. Si hoy nos dicen que el progreso es la guerra contra Irak, pues ojalá nunca llegue. El choque de las civilizaciones es una invención de Estados Unidos con fines bélicos para sanear su economía», sentenció.
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