Catedrática de la UCR y actual presidenta de la Comisión de Energía Atómica de Costa Rica, Patricia Mora Rodríguez  fue la primera costarricense en especializarse en física médica.
Uno de los mayores intereses de Patricia Mora es aplicar los conocimientos de la física para obtener imágenes del cuerpo humano.
El esfuerzo de Patricia Mora Rodríguez  se centra en articular la física con la vida cotidiana; y más que eso, trabajar en proyectos que tengan impacto nacional.
Mora tiene 15 años de fungir como docente universitaria en  la Escuela de Física de la Universidad de Costa Rica (UCR), en la Cátedra del Área de Física para Medicina y en el Posgrado de Imágenes Médicas. En medio de ese ajetreo pedagógico, obtuvo el año pasado el grado de catedrática universitaria.

Además de laborar en el Centro de Investigaciones en Ciencias Atómicas, Nucleares y Moleculares de la UCR, otrora, Laboratorio de Física Nuclear, ha estado vinculada al Plan de Seguridad Radiológica de la Universidad, el cual vigila las radiaciones ionizantes dentro de la UCR, para de ese modo, proteger a los trabajadores.
Integrante de la Comisión de Energía Atómica de Costa Rica (CEA – CR)  desde 1996, para mediados del 2002  se convirtió en la primera mujer en presidirla. Dicha Comisión esta ligada al Organismo Internacional de Energía Atómica de la Organización de Naciones Unidas (ONU) y, año tras año, destina miles de dólares para proyectos en favor del medio ambiente, agricultura, industria, salud, protección radiológica, etc., en nuestro país.
A los 23 años Mora obtuvo una maestría en física médica de la Universidad de Wisconsin, Estados Unidos (EE.UU.).  De esa manera, se especializó en un área en que ningún costarricense lo había hecho antes. A partir de allí, tuvo la posibilidad de combinar sus dos grandes pasiones:  el amor por la física médica en imágenes y su interés en el área de la protección radiológica.

ESTUDIOS BENEFICIOSOS

Por iniciativa propia Mora ha realizado investigaciones para optimizar las técnicas radiográficas del tórax y así decirle al médico si está tomando mal las placas  o si  se le está dando mayor dosis de radiación al paciente. «Para lograr esto se usa alto kilovoltaje (está relacionado con la energía de  rayos que sale de la máquina).  Así, los rayos penetran más y queda menor radiación en el cuerpo que pueda producir algún daño biológico. La dosis es menor y la calidad de la imagen mayor», dijo.
Esta técnica propone que las imágenes sean grisáceas  y no a blanco y negro que es como normalmente se sacan.
También la física ha estado involucrada en el proyecto «Mejoramiento y protocolos del control de calidad en mamografía diagnóstica» que pretende mejorar la calidad  de las imágenes de la glándula mamaria.
«Estos estudios me interesan especialmente porque involucra las imágenes con la mujer y para nuestro país es muy importante, puesto que la incidencia de cáncer de mama es altísima», comenta.
El cálculo de las dosis de radiación que reciben los pacientes en el Centro de Medicina Nuclear del San Juan de Dios, la medición de dosis ambientales para conocer cómo anda la radiación natural en el país, el impacto de las emisiones volcánicas y el manejo de desechos radioactivos también forman parte de su quehacer.
Para Mora la prevención en lo que respecta al campo de la radiología es prioritaria, sin embargo reconoce que los recursos son muy limitados, que hay carencia de profesionales especializados en física médica en los hospitales y que muchas veces ni siquiera hay conciencia de la problemática que eso representa.
INVERSIÓN y COOPERACIÓN  PARA MEJORAR
Después del accidente en el que 115 pacientes fueron sobreirradiados en el hospital San Juan de Dios, la catedrática universitaria formó parte del grupo de personas expertas que analizaron las consecuencias del suceso.
Considera que después de lo acontecido la protección radiológica ha mejorado.  «El Ministerio de Salud, que es el ente encargado de garantizar la seguridad en esa área, ha hecho un buen trabajo y tiene mucha legislación.  Este campo es muy reglamentado porque hay mucho temor» adujo.
Sin embargo, rescató el hecho de que la cooperación es sumamente importante.  En esto la CEA -CR  juega un papel fundamental porque canaliza los recursos económicos en importantes proyectos.  Para el bienio 2003-2004 a nuestro país se le darán $534 mil (aproximadamente ¢ 200 millones).
También para ver logros la investigadora cree que el trabajo en equipo es vital.  «Por la cantidad de proyectos y actividades en los que una está involucrada es esencial la ayuda de los compañeros.  A nosotros nos toca hacer mucho, por lo tanto, necesitamos muchas personas».
Debido a esta situación y al amor que siente por la docencia Mora involucra siempre  a sus estudiantes en sus proyectos e intenta despertar en ellos el interés por la física médica.
» La Universidad tiene una responsabilidad enorme en lo que tiene que ver con la formación del recurso humano en física médica.  No podemos quedarnos en la academia.  Cada vez sabemos más y eso es algo que tenemos que trasmitir», concluyó.