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Ticos con buena percepción de la agricultura transgénica

Datos reflejados en dos encuestas, una a nivel nacional y otra en el sector universitario, acerca cómo el público percibe la biotecnología agrícola moderna, indican que hay una buena percepción en general hacia lo transgénico, lo que probablemente se deba al nivel educativo de la población y a todas las actividades de divulgación en este campo que se llevan a cabo en el país.

Datos reflejados en dos encuestas, una a nivel nacional y otra en el sector universitario, acerca cómo el público percibe la biotecnología agrícola moderna, indican que hay una buena percepción en general hacia lo transgénico, lo que probablemente se deba al nivel educativo de la población y a todas las actividades de divulgación en este campo que se llevan a cabo en el país.
Invernaderos utilizados en biotecnología agrícola.
La Dra. Marta Valdez, de la Escuela de Biología y coordinadora de la Comisión de Biotecnología  de la Universidad de Costa Rica,  destacó que dichos resultados fueron dados a conocer en un Foro Global del Conocimiento Económico-Biotecnológico, denominado «Estatus de la biotecnología agrícola moderna en economías en desarrollo y emergentes», en el que participó nuestro país, y que pretendía identificar las fortalezas y debilidades  del país en ese campo.
Ese foro  fue organizado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OECD), con sede en París, Francia, y constituida por 22 países desarrollados. Costa Rica fue invitada junto a Brasil, China, India, y Sudáfrica.

Un documento sobre el estatus de la biotecnología agrícola moderna en Costa Rica se publicará en una revista con los de los otros países en desarrollo invitados a dicho foro, y servirá para generar las políticas de cooperación de los países desarrollados en relación con los países en desarrollo.
La ingeniería genética y las técnicas de transformación genética, actualmente permiten desarrollar cultivos resistentes a las enfermedades virales en mucho menor tiempo que el requerido por métodos convencionales o de mejoramiento genético clásico.
La producción de plantas transgénicas es una opción adecuada para el ambiente, porque reduce el uso de agroquímicos que se utilizan para el control de los insectos transmisores de enfermedades virales.
Sin embargo, como toda tecnología, la aplicación de la biotecnología posee ventajas y desventajas potenciales, dependiendo de su empleo adecuado, y en la agricultura ha generado diversidad de opiniones, en cuanto a su uso y aceptación.

ENCUESTAS

Valdez, junto a la Dra. Ana Sittenfeld,  del Centro de Investigación en Biología Celular y Molecular (CIBCM) y coordinadora de la Comisión de Biodiversidad de la UCR, recapitularon una lista de informaciones, con una serie de indicadores de los datos globales nacionales, que reflejan lo qué representa para los costarricenses la agricultura transgénica.
De la encuesta a nivel nacional, realizada por las Dras. Ana Mercedes Espinoza y Ana Sittenfeld   del CIBCM, en colaboración con el Instituto de Investigaciones  Sociales de la UCR, se desprende, que del   40  al 50% de los encuestados compraría alimentos transgénicos si no hay diferencia de precio con los tradicionales.  Entre tanto, de las universitaria, realizada por Iris Rodríguez   y varias colaboradoras de la UCR, se deduce que el 80% de los estudiantes tienen un buen conocimiento de la biotecnología, y un 74% posee una opinión favorable y buena aceptación de los productos, y se observó que los provenientes de áreas sociales son los que manifiestan una percepción negativa, en contraposición con los de ciencias naturales y agronomía.
Se infiere además que las universidades tienen una buena credibilidad, ya que un 84% piensa que las instituciones científicas deben regular las actividades biotecnológicas.
Valdez y Sittenfeld comparten la hipótesis de que a mayor educación, conocimiento y transparencia de las investigaciones científicas y de sus aspectos regulatorios, el público tendrá más credibilidad y aceptación, y por eso consideran que el uso de la biotecnología debe manejarse de manera armoniosa y  honesta en relación con el público y  los consumidores.

DETERIORO

Valdez enfatizó que a pesar de que el país tiene buenos indicadores, la situación global centroamericana al igual que la costarricense se están deteriorando, por lo que hay que buscar  medidas que detengan esa crisis.
Mencionó que la contribución del sector agrícola al Producto Interno Bruto (PIB) cayó de 26.1% en 1981 a 9.1% en el 2001, y manifestó que aunque la biotecnología agrícola moderna no es una panacea, puede contribuir a mejorar la producción en el  sector agrícola  y agroindustrial del país.
Entre las fortalezas del país para el desarrollo  biotecnógico agrícola,  resaltan que tiene buena infraestructura y personal científico,  hay bastantes proyectos e investigadores proporcionalmente a la población, existe desarrollo local de cultivos transgénicos, hay regulaciones de bioseguridad, buena capacidad de las agencias regulatorias, hay instituciones muy organizadas para el estudio de la biodiversidad, como el INBio, los museos nacionales y la UCR, y se cuenta con una percepción pública positiva de los productos transgénicos.
Entre las debilidades se cita la carencia de políticas definidas por parte del Gobierno en biotecnología agrícola, la existencia de problemas en las políticas de derecho de propiedad intelectual, efectos en las relaciones de mercado con países que no quieren los productos transgénicos, no hay capacidad en bioinformática o especialistas en ese campo, aparte de que no tenemos dinero para instalar laboratorios que cumplan con todos los requerimientos internacionales en relación con la biotecnología agrícola moderna.

EXITOSAS

En el documento se expone cómo se han adoptado esas biotecnologías agrícolas convencionales, y se cita que hay unas muy exitosas en Costa Rica, como por ejemplo las técnicas de micropropagación  y de cultivo in vitro, que utilizan unas 20 empresas privadas, para la exportación de ornamentales, flores, y frutas.
Explicó que Costa Rica tiene una comisión de bioseguridad a nivel nacional, constituida por un representante de los Ministerios de Ciencia y Tecnología y de Ambiente y Energía (MICIT), dos del de Agricultura y Ganadería (MAG), uno de la Oficina Nacional de Semillas, y  cuatro investigadores académicos que nombra la Academia Nacional de Ciencias.
Esta Comisión   se encarga  de  asesorar  al MAG para el otorgamiento de los permisos solicitados. En los últimos  10 años ha aprobado solicitudes de experimentación   para el incremento de semillas  transgénicas (soya, algodón y maíz), provenientes de otros países, con fines de  exportación.  Estos experimentos le han dado  una buena capacidad  regulatoria en esa materia  al país y han contribuido a la generación de empleo .
Actualmente, existen   cinco proyectos transgénicos locales que están en diversos estadíos de experimentación y evaluación. De ellos, tres son desarrollados por la UCR y dos sobre banano y plátano por el CATIE y CORBANA, en colaboración con el CIVESTAV de México.
La UCR va a la vanguardia en los proyectos en arroz, maíz  y tiquisque,  con el apoyo del CIBCM, la Escuela de Biología  y el Centro de Investigaciones Agronómicas (CIA). El más avanzado es el del arroz, que considera  aspectos de bioseguridad    ambiental  y alimentaria, así   como de propiedad intelectual  y  de  regulaciones de bioseguridad.  Desde su  inicio, estos  proyectos han sido desarrollados en el país, para generar conocimiento y capacidad  regulatoria  a nivel institucional.

  • LUIS FERNANDO CORDERO MORA
  • Crisol
France
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