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La comunidad de Isla Venado ha progresado gracias al apoyo de la Universidad Nacional y otras instituciones públicas
Este puente le permite a la población de la Florida llegar a tierra firme sin batir barro.
A dos años de haber entrado en la Isla Venado, la Universidad Nacional (UNA), festeja hoy los logros alcanzados mediante el trabajo realizado en esa comunidad.
Los resultados son 24 obras efectuadas con la participación de funcionarios de esta entidad de educación superior, las 13 organizaciones de la comunidad, 23 instituciones del sector público y varias organizaciones no gubernamentales (ONGs), para satisfacer las necesidades urgentes de la población de esa isla.
Al respecto, la Dra. Rose Marie Ruiz, rectora de la UNA durante siete años (1985-1992) y coordinadora del equipo de la UNA que trabaja con la población de Venado, dijo que el trabajo de estudios ha sido articular, promover y facilitar los procesos de desarrollo.
Agregó que el programa de impulso integral de Isla Venado es parte de un plan más grande de la Facultad de Ciencias Exactas, que está a cargo del Instituto Internacional del Océano (IOI) y se desarrolla en varias comunidades costeras, entre las que están Costa de Pájaros y la isla de Chira.
A Venado se le ha dotado de más recursos porque se quiere hacer en esa comunidad un modelo de desarrollo humano local sostenible para las comunidades costeras del país.
Para dar a conocer el progreso de la isla en estos dos años, la UNA llevó hasta Isla Venado un equipo de periodistas de diferentes medios de comunicación del país.
Para arribar a esta isla del golfo de Nicoya, se viaja en autobús hasta Puntarenas y luego se navega durante una hora, en panga, único medio de transporte para llegar a Venado. La otra ruta es trasladarse por tierra es llegando hasta la Penca de Nicoya y ahí tomar una panga, la cual debe ser contratada previamente.
PROYECTO MACRO
Ruiz explicó que el trabajo realizado en dos años forma parte de un proyecto macro de turismo ecológico comunal, que se pretende desarrollar en la isla, con el fin de aprovechar sus potencialidades turísticas sin afectar, en la medida de lo posible, el ambiente.
Con ese objetivo se incentiva el desarrollo de pequeños proyectos productivos en tierra, como es la siembra de hortalizas y la producción de pollos, que tienen entre manos dos grupos de mujeres, quienes han recibido capacitación en organización, producción y contabilidad básica y elaboración de proyectos.
Ellas son Las Pioneras, pertenecen a la comunidad de Florida y son 15 integrantes. También está el grupo Las Arañas en Jícaro con 13 mujeres. Ambas agrupaciones lograron construir, con sus propias manos, el local en el cual se reúnen y desarrollan sus proyectos productivos y de costura, según lo explicaron Pastora Matarrita y Elizabeth Salas, dirigentas de esa agrupaciones.
Ellas también construyeron su propia panga, gracias a la capacitación dada por el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA).
En el manejo del proyecto de ecoturismo se entrena a la población joven del lugar, la cual atendería a las personas visitantes. Para ello remodelaron, acondicionaron y ampliaron la Casa de la Juventud, con el aporte financiero del Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS).
Las persona jóvenes han recibido, además, capacitación por medio de charlas y talleres, incluso participaron en un campamento y desarrollan un grupo de danza contemporánea y otro de natación, con el fin de diversificar su conocimiento y entretenimiento.
La Casa de la Juventud cuenta también con una cancha multiusos y una soda, que se utilizará para dar servicio de alimentación a quienes visiten la isla. Con ese fin se ha capacitado a un grupo de mujeres en el manejo de ostras y pargos dorados.
El proyecto de la UNA tiene además un componente de manejo de recursos naturales, que incluye un inventario de la flora de la isla, un mapeo socioeconómico de la población y la elaboración de senderos en las zonas boscosas de la isla; todo ello realizado por estudiantes de la Escuela de Ciencias Ambientales de la UNA.
Asimismo, se desarrolla un programa de educación ambiental y un diagnóstico valorativo de la basura para buscar soluciones sostenibles al uso de los desechos.
OTRAS CONSTRUCCIONES
En el caserío de Florida se construyó una escuela y un comedor escolar para que 60 niñas y niños no tengan que desplazarse diariamente hasta el otro lado de la isla a recibir clases.
También se crearon más aulas para la población infantil de Oriente y Jicaral, donde asisten 100 escolares.
Para la juventud se abrió una telesecundaria que cuenta con dos aulas acondicionadas con equipo audiovisual y recibir por medio de señal televisiva, lecciones de secundaria.
Otra aspiración de la población joven era poderse comunicar vía telefónica, lo que logró con una torre del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), que permitirá la conexión de 400 líneas. Actualmente sólo se dispone de dos teléfonos públicos en toda la isla.
Como parte de la infraestructura creada en estos dos años, la población de la isla tiene servicios de salud por medio de dos EBAIS de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
La Caja también construyó un puente en Florida para que la comunidad pudiera desplazarse desde las pangas hasta tierra firme, meter los pies en barro, pues cuando bajaba la marea, el lodo llegaba hasta la rodilla.
Otra obra de suma importancia para la comunidad de Venado fue la apertura de un camino de tierra hecho por el Ministerio de Obras Públicas y
Transportes (MOPT) al que posteriormente se le colocará lastre. Antes solo contaban con una trocha que hacía difícil el tránsito en época de invierno especialmente para la población infantil. Tiene 15 kilómetros y rodea toda la isla.
También el MOPT y el IMAS construyen el Centro de Capacitación Comunal, que será utilizado para actividades educativas, culturales, deportivas y sociales, según explicó Leila Espinoza, presidenta de la Asociación de Desarrollo.
Muchos de estos proyectos fueron iniciados con el Triángulo de la Solidaridad impulsado por el gobierno de Miguel Angel Rodríguez, pero la mayoría quedó inconcluso, por lo que con asesoría del equipo de la UNA, la comunidad se abocó a la búsqueda de recursos para terminarlos.
COMUNIDAD ORGANIZADA
Isla Venado tiene una población de 1,100 habitantes -el 60% es población muy joven- que residen en las comunidades de La Florida, Oriente y Jicaral y están organizados en trece agrupaciones comunales.
Su actividad principal es la pesca artesanal, por lo que cuando entra a regir la veda para la pesca enfrentan serias dificultades económicas. De ahí la importancia de desarrollar otra fuente de ingresos para la comunidad.
La isla tiene 3,5 kilómetros cuadrados, que en la parte más larga de la isla mide 4.840 metros y en el sector más ancho 2.462 metros.
La gente se mueve alrededor de la isla caminando o en bicicleta, ya que no hay vehículos. Empero, los vecinos de Venado no quieren que se use carros en ese lugar.
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