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El primer largometraje de Esteban Ramírez se rodará durante cinco semanas en Puerto Viejo.
Un elenco internacional, el mejor que se haya orquestado aquí, encarnará la adaptación del cuento El solitario, del genial escritor Carlos Salazar Herrera.
El guión lo hizo Ramírez de la mano de Ana Istarú, poetisa, dramaturga y actriz, cuya explosiva inteligencia ella maneja con estricto rigor intelectual.
El joven cineasta se forjó esta oportunidad con una eficaz mezcla de empeño y buen tino; él sabe fijar objetivos y rodearse de gente idónea.
No pasó por una «preselección» de la Sexta Muestra pero en la Sétima Muestra de Cine y Vídeo Costarricense presentó una lograda versión de un cuento de la erudita Myriam Bustos (Rehabilitación concluida), que le mereció a Sara Astica el premio a la Mejor Actriz.
Luego de ésta, una de las tres mejores ficciones del 98 -que marcó el renacer del cine costarricense- realizó Once rosas, historia sencilla narrada con singular destreza, donde unió su visión personal de la ilusión del amor con la ingeniosa descripción de un San José atractivo; en Cartagena, descubrió a la peruana Mónica Sánchez y la ligó a Fabricio Gómez: una pareja con verdadero talento y vocación. También enroló dos productores de lo mejor, Tobías Ovares y Karl Heidenreich. Como coproductor, desde el Centro de Cine, aprecié en él una tenacidad que no frenaron ni la envidia ni los costos. En este corto, ganador de la IX Muestra y de aplausos dentro y fuera del país, hizo equipo con el brillante fotógrafo Mario Cardona (La segua) y el excepcional sonidista Nano Fernández: con ambos se lanza ahora a labrar su ópera prima.
Como en la mayoría de nuestra literatura, en Caribe, el adulterio es el eje de la acción dramática. Una perspectiva posmoderna de la familia y el género nos lleva a un final sorprendente. Asimismo, revela la lucha de la sociedad civil en la costa rica del atlántico, pletórica de vida espléndida y diversa, enfrentada al poder depredador de la petrolera y sus cipayos. Él debe crear los vínculos que imbrican lo personal con lo social en esta sabrosa trama de afectos y desafectos, lealtades y traiciones, personajes y paisajes.
Para eso cuenta con Jorge Perugorría. El experto actor cubano, estrella iberoamericana, aúna simpatía y método; recordemos su convincente ciego en Lista de espera y su entrañable homosexual en Fresa y Chocolate. La española Cuca Escribano, actriz consumada, como muestra en Poniente, tiene una compleja gama de emociones que dibujar con su media hermana, la dulce mexicana Maya Zapata (Ariel por De la calle). En roles pequeños, destacan el veterano Gabriel Retes y otros notables como Leonardo Perucci, la encantadora Telma Darkins, el versátil Álvaro Marenco y Arnoldo Ramos, premiado por Password (la voluntad de Ingo Niehaus -con ayuda, entonces, del Centro de Cine- de expresar su valioso testimonio).
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