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Las herencias genética y científica siguen en discusión 50 años después de elaborado el modelo de la doble hélice del AND.
El Dr. Gabriel Macaya Trejos, biólogo y Rector de la UCR, presentó el contexto sociohistórico del descubrimiento de la doble hélice del AND.
La capacidad del Ácido Desoxirribonucleico (ADN) para mantener información genética y reproducirla en las células hijas, y la mutación como base de la evolución, son los elementos claves que aportó el modelo de la doble hélice elaborado por el estadounidense James Watson y el británico Francis Crick en 1953.
Así lo explicó el biólogo Gabriel Macaya Trejos, Rector de la Universidad de Costa Rica (UCR) el pasado miércoles 28 de mayo, en el Miniauditorio de Letras, durante una conferencia organizada por la Asociación Costarricense de Filosofía, la Escuela de Filosofía de la UCR, el Instituto de Investigaciones Filosóficas y el Círculo de Cartago, para conmemorar los 50 años de este revolucionario descubrimiento.
Con el modelo, Watson y Crick representaron la herencia genética y científica, pues su «descubrimiento» fue el resultado de investigaciones y datos previos desarrollados por biólogos y físicos europeos.
El bioquímico suizo Friedrich Miescher, por ejemplo, determinó, en 1869, la existencia de ADN en un material de pus que estudiaba y afirmó, ya en 1893, que la herencia tenía una base química.
Durante la primera mitad del siglo XX, la comunidad científica discutió profundamente sobre dónde residía realmente la herencia. Al comprobar la capacidad de separación de las células madres en hijas, se estableció que estaba en los cromosomas.
Sin embargo, el debate era si la información genética estaba en los ácidos nucleicos (ADN) o en las proteínas, según Macaya.
Agregó que, en los años cuarenta Oswald Avery, Colin MacLeod, y Maclyn McCarty lograron determinar que el ADN era el principio de la transformación bacteriana y, por lo tanto, sede de la información genética.
Mientras tanto, E. Rosalind Franklin, biofísica británica, establecía la existencia de dos formas de ADN, a partir de las imágenes de difracción de Rayos X que realizaba.
En el descubrimiento de la doble hélice participaron, entonces, cinco personas: Watson y Crick, de los laboratorios Cavendish de Cambridge, Rosalind Franklin y Maurice Wilkins, del Kings College de Londres y Linus Pauling, del California Institute of Technology.
Todos ellos recibieron el Premio Nobel, a excepción de Franklin, quien falleció antes de que fuera entregado.
LO QUE VINO DESPUES
Durante la conferencia, el Dr. Edgardo Moreno, investigador y profesor de la UCR y de la Universidad Nacional (UNA), se refirió a los avances generados gracias al modelo de la doble hélice, como por ejemplo, describir la separación de los organismos desde el punto de vista filogenético.
Asimismo, resaltó la necesidad, en Costa Rica, de científicos más generalistas (filósofos de la ciencia) que analicen sistemas no lineales, investiguen con calidad y generen formas para extraer eficientemente información de trabajos experimentales, como lo hicieron Watson y Crick.
Así, el avance científico no parece ser un descubrir de la nada, sino el producto de una tradición y una práctica experimental comunitaria, unidas al beneficio del tiempo y a contar con la oportunidad del descubrimiento.
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