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¿Nuevos tipos de hábitats para el Aedes Aegypti?

Recientemente los medios de comunicación han destacado algunas opiniones de las autoridades de Salud, sobre un importante aspecto en la epidemiología del Dengue: los hábitos y hábitats del Aedes aegypti en nuestro país.

Recientemente los medios de comunicación han destacado algunas opiniones de las autoridades de Salud, sobre un importante aspecto en la epidemiología del Dengue: los hábitos y hábitats del Aedes aegypti en nuestro país.
Desde los inicios del problema del Dengue, las alcantarillas en nuestro país han sido sitio de refugio y criadero del Aedes aegypti.
Se ha afirmado que «el moquito del Dengue es más fuerte» y que «ahora se desarrolla en agua sucia»; «es un hecho, que el mosquito ha cambiado sus costumbres y sus dominios se ampliaron» (LPL:30/IV/03); «al parecer el mosquito se adapta a distintas condiciones, pues se hallaron criaderos en aguas sucias y anteriormente solo se multiplicaba en las limpias»; «los criaderos surgen en las aguas servidas que corren desde el baño de las casas y las pilas de lavar ropa o trastos, hacia los caños y alcantarillas»; «tenemos dengue subterráneo» (LN:29/IV/03); «el mosquito tuvo mutaciones que le permiten ahora reproducirse no solo en aguas limpias estancadas sino en las sucias» (LN:30/IV/03).
Por último, las autoridades de Salud reconocen la débil participación de la comunidad en la erradicación de los criaderos y que la población ya ve esta enfermedad como «normal» y no se preocupa por tomar las medidas de prevención.
Es pertinente aclarar tales conceptos que se alejan de la realidad, confunden a los interesados en la Salud Pública y que a no dudarlo son el resultado de opiniones vertidas sin base científica alguna.
 

INSTRUCTIVOS

En los instructivos del Ministerio de Salud de Venezuela de la campaña anti Aedes aegypti y la Ley, que data de 1937, se incluyen las aguas servidas como uno de los tantos hábitats del vector del Dengue.
Investigadores como Handler, en 1945, anotaban que en Texas, Estados Unidos, las cisternas, barriles, pozos, pozos negros y sótanos inundados como hábitats protegidos durante el invierno, facilitaban la rápida recolonización a nivel de hábitats superficiales cuando las condiciones se tornan favorables.
González y Suárez, en 1995, encontraron que las cloacas de Cali, Colombia, contenían entre 3.2 a 6.7 veces más larvas y pupas respectivamente, que todos los criaderos domésticos.
Grupos de científicos comandados por Babu, en 1983, Russell en 1997, y Kay en el año 2000, destacaron la enorme importancia de los criaderos subterráneos de Aedes aegypti en las estrategias de control del mosquito.
En 1996, Russell y su equipo hallaron que en Queensland, Australia, los pozos eran hábitats perennes de Aedes aegypti y los autores hipotetizaron que los hábitats subterráneos podrían actuar como refugios del mosquito por sus características de humedad.
Hace tres años, Kay y su grupo analizaron la importancia del hábitat subterráneo de Aedes aegypti,  dentro de una estrategia de Control del Vector en Queensland.  Un detallado estudio de los hábitats subterráneos del mosquito, realizado en cajas de registro, hoyos, pozos, tanques sépticos, drenajes y pozos negros, reveló que dentro de un total de 472.477 larvas recolectadas, el 78% de la población correspondió a tres especies de Aedes, incluyendo Aedes aegypti.
En cuanto a la importancia de los hábitats subterráneos, Russell propone como estrategia de control el uso de microcrustáceos (Mesocyclops), como una opción costo-efectiva para reducir la recolonización de los hábitats de superficie.

COSTA RICA

Desde los inicios del problema del Dengue, en nuestro país encontramos positivas por Aedes aegypti tanto las alcantarillas como las cajas de registro, además de los consabidos receptáculos naturales (huecos de árboles) y artificiales. Nuestro grupo de estudio de la UCR fue el primero en identificar los criaderos en los cementerios de San Pedro, Sabanilla y de Chacarita.
Como se desprende de lo anterior, los criaderos de Aedes aegypti en aguas servidas y de otros tipos, además de los clásicos intradomiciliares, ni son nuevos ni significan que el vector del Dengue haya cambiado de hábitos, ni que se trate de una mutación (sin estudios citogenéticos que lo respalden).
Lo que sí debe preocupar a la autoridades de Salud es la urgente necesidad de cambiar las estrategias de monitoreo del vector, ya que se dispone de técnicas para estimar el potencial de los criaderos distintos a los intradomiciliares.
Varios tipos de trampas han sido diseñadas para cuantificar las densidades de Aedes aegypti en los hábitats subterráneos y que podrían ser utilizadas como parte de las estrategias de monitoreo de los equipos de trabajo de Harrison en 1982, Girikumar, Rao, en 1984; Tun-Lin, en 1994,  Gionar en 1999,  Russell y Kay en 1999; y Kay en el año 2000.
Todos esos autores enfatizan en que los monitoreos larvales de rutina se han concentrado casi enteramente en los hábitats de superficie y que se ha dejado de lado a los subterráneos, que son los elevadamente productivos y de gran importancia epidemiológica.
En relación con la no respuesta de las comunidades al problema del dengue, lo que revela es que la estrategia utilizada no ha sido bien orientada, que no es sostenible, lo que amerita un replanteamiento de las estrategias conducentes a un verdadero manejo integrado del vector.

  • Mario Vargas V Departamento de Parasitología, Facultad de Microbiología, UCR
  • Crisol
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