Debido a los elevados costos del mantenimiento de las imágenes, se ha restringido su acceso solo para las personas registradas en PrensaCR.
En caso de poseer una cuenta, hacer clic en “Iniciar sesión”, de lo contrario puede crear una en “Registrarse”.
El 4 de julio se estrenará en el Teatro Nacional La Gaviota, una pieza del escritor Anton Chéjov, que constituye un gran reto por la complejidad de su montaje.
La Gaviota de Anton Chéjov es una obra de una gran hondura humana y que en esta oportunidad es protagonizada por un destacado elenco de actores costarricenses.
Los sentimientos universales del anhelo de fama, poder, amor, trascendencia, egoísmo y soledad florecen en la clásica obra de Anton Chéjov, La Gaviota, que estará en cartelera a partir del 4 de julio en el Teatro Nacional, en un alto desafío asumido por la dramaturgia costarricense.
Dirigida por Júver Salcedo, uruguayo reconocido en el país por sus anteriores estancias, La Gaviota es una pieza que representa enormes dificultades de llevar a escena, por la complejidad psicológica que suele caracterizar a los personajes tallados por Chéjov.
Estrenada por primera vez en 1898 en el Teatro de Moscú y escrita en 1896 por un Chéjov ya agobiado por sus quebrantos de salud, la pieza es una ácida crítica a la sociedad zarista de la época.
La obra mantiene su vigencia gracias a que cuestiona el proceder equívoco de las familias poderosas de su tiempo y cuyos ideales, a pesar de que ha transcurrido más de un siglo, conservan asombrosas semejanzas con las de las sociedades modernas.
En palabras del propio Chéjov, él solo quería con La Gaviota demostrarle al público «lo patético y miserable de las vidas de sus personajes», quizá porque no aprenden de sus experiencias y, por lo tanto, odian su presente, añoran su pasado y le temen al futuro.
Como una nube abrumadora surge entonces la infelicidad, que será uno de los rasgos que arrastran los seres creados por el autor ruso en su celebrada pieza.
Aunque UNIVERSIDAD procuró incluir las declaraciones del profesor Salcedo respecto al montaje de La Gaviota, ello resultó imposible, porque el pasado 20 de junio no nos pudo atender, por lo que concertamos una cita para el lunes 23, a las 2:30 p.m., en la Facultad de Bellas Artes de la UCR, a la cual no llegó el director.
DESTACADO ELENCO
La experimentada actriz Haydeé de Lev interpreta el papel de Arkadina y admitió que para ella constituye un gran reto encarnar a un personaje que como todos los de Chéjov responden a una enorme complejidad psicológica.
«Recuerdo que en Costa Rica se representó La Gaviota y cómo Sara Astica realizó muy bien el papel que en esta oportunidad me corresponderá a mí», expresó de Lev.
La actriz recordó que la vigencia de la obra de Chéjov es incuestionable y prueba de ello es que La Gaviota fue interpretada recientemente en el «Central Park», en Nueva York, por un reparto encabezado por la consagrada Meryl Streep.
De Lev destacó la capacidad que tenía el autor ruso para conocer a los seres humanos, lo que le permitió adentrarse en su mundo cotidiano y representar la esencia que en él se escondía. «Sus personajes están muy bien hechos».
La actriz resaltó que una de las ventajas es que Salcedo ya dirigió la obra en otros países, lo que le permite contar con una experiencia que se transmite a la hora de dirigir al elenco, integrado por Mariano González, Moy Alburola, Rodrigo Durán, Lylliam Quesada, Lenín Vargas, Stoyan Vladich, Dionisio Leal, Alexandra Fernández, Allan Hernández, Raquel Salazar, Elisa Liendo y Pedro Sánchez.
«Siempre que he trabajado con Júver hemos tenido la dicha de haber logrado éxitos en nuestras representaciones», dijo.
Para de Lev el buen teatro, como sucede con La Gaviota, siempre estará vigente y esto es lo que sucede con las obras escritas por Chéjov.
En el caso de Arkadina, precisó, ella está marcada por un tremendo egocentrismo, por lo que en tales circunstancias resulta difícil una identificación con el personaje como le suele ocurrir. «Ella es satélite y planeta al mismo tiempo». La defensa, sin embargo, que hace Arkadina de su condición de mujer es muy válida, aunque en su tiempo no se considerara así, manifestó.
Las sutilezas de la obra son otros rasgos que hacen grande a La Gaviota, lo que al mismo tiempo convierte la representación en un alto desafío, tanto para el director como para los actores.
GRAN RETO
Para Mariano González, uno de los actores de la obra, La Gaviota representa un gran reto para el director así como para los actores, por las exigencias del teatro chejoviano.
Lo que más trabajo conlleva es la asimilación del mundo psicológico de los personajes creados por el escritor ruso y por una trama en la que saltan a la realidad los conflictos que agobian al ser humano.
La trama se desarrolla en la Rusia de finales del siglo XIX y está representada por una familia en la que suceden una serie de desencuentros que presagian un desenlace en el que lo único que está seguro es que no habrá un «final feliz», como sucede con tanta frecuencia en el cine «hollywoodense».
Y es que los conflictos se multiplican en la hacienda de verano de Sorín, un funcionario retirado y a cuya casa acuden Arkadina, su hermana; el joven amante de esta, Trigorín, así como Treplev, hijo de Arkina y su querida Nina y un grupo de invitados.
El amor y las pasiones que se entrecruzan en la reunión de esta familia desencadenan una serie de acontecimientos que se precipitarán en un clímax cargado de emociones humanas, captadas por el gran escritor ruso con una maestría inigualable.
De ahí que para Luis Fernando Gómez, director de la Compañía Nacional de Teatro, La Gaviota sea «una obra esencialmente humana», que se distingue además por la belleza del texto.
Con un elenco de lujo, Salcedo asume el desafío de representar a una de las clásicas piezas de Chéjov, cuyo valor es tan actual como cuando fue puesta en escena por primera vez, hace 105 años.
LA GAVIOTA EN EL NACIONAL
Estreno: 4 de julio.
Hora: 8 p.m.
Funciones: 4 al 13 de julio en el Teatro Nacional y del 17 de julio al 10 de agosto en el Teatro de la Aduana.
Dirección: Júver Salcedo.
Producción: Concertada entre el Teatro Nacional, Compañía Nacional de Teatro y el Teatro Universitario.
Este documento no posee notas.