Luis Guillermo Solís, exsecretario del PLN, dijo que no es absoluta la hegemonía de Arias Sánchez en la agrupación verdiblanca.
El exsecretario general del Partido Liberación Nacional (PLN), Luis Guillermo Solís, no mira con recelo que los tres nuevos puestos de mayor jerarquía del Comité ejecutivo del PLN sean de la línea del exmandatario Oscar Arias Sánchez.
Agregó que no es absoluta la hegemonía de Arias Sánchez en la agrupación verdiblanca, aunque aceptó que el sector que lo rodea representa una fuerza «muy grande» en las filas liberacionistas.
Solís calificó de personas «honradas, dedicadas y preparadas» al recién estrenado presidente Francisco Antonio Pacheco, a la secretaria general triunfadora, Carmen Valverde y al tesorero Alfredo Ortuño.
«Este comité ejecutivo refleja la realidad de mi partido. Eso fue lo que escogió en un momento específico de la coyuntura nacional. Me parece que esa es la decisión correcta y como liberacionista no puedo decir otra cosa», enfatizó.
De lo que sí está convencido este profesor universitario es de que en el partido ya se abrieron los fuegos entre las tendencias, (aristas y no aristas), para ver quién se queda con la candidatura presidencial en el PLN con miras a ganar las elecciones de 2006.
 
También está claro en que si los liberacionistas se van de cabeza solo por la pelea electoral, como quieren muchas voces internas, este partido podría transformarse en un ganador de elecciones, que obtiene triunfos cada vez con menos votos y sin permanencia como movimiento político e ideológico en el país.
«Un partido que solo administra al corto plazo», comentó Solís, es el riesgo que podrían enfrentar los liberacionistas, «si no definen de una vez por todas una propuesta ideológica y política en un plazo de tres meses». Esa es la fe que tiene este exsecretario general, quien sostiene que el partido debe pronunciarse sobre temas como el del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), que es «muy problemático» en las filas verdiblancas. Para el especialista en relaciones exteriores, esta institución tiene una capacidad de movilización, estimada en quince mil personas, que el Frente Interno de Trabajadores (FIT) puede convocar en solo un día.
«El ICE es algo que tiene un impacto muchísimo mayor y que toca una fibra muy sensible del alma nacional y de la política costarricense», añadió, por eso la discusión no debe estar marcada sólo por lo que dicen los sindicatos, sino que debería ser responsabilidad de las organizaciones políticas y del gobierno.
El expresidente Arias expresó abiertamente su apoyo a la apertura del monopolio en energía y telecomunicaciones, mientras que otro sector liberacionista cree que el ICE debe mantenerse en las actuales condiciones.
Lo que enfáticamente no acepta Solís es que Liberación Nacional no tenga una propuesta y no se pronuncie frente a la coyuntura nacional.
José Miguel Corrales:
Arismo sería la muerte para el PLN
El diputado y excandidato presidencial del Partido Liberación Nacional (PLN), José Miguel Corrales, afirmó que el dominio del arismo en la cúpula de esta agrupación política es un paso más que la llevará a su entierro total.
Corrales salió al paso de cualquier comentario negativo que se pueda inferir de sus declaraciones en contra de Francisco Antonio Pacheco, Carmen Valverde o Alfredo Ortuño, pues los considera personas honorables y de destacada trayectoria. Sus baterías las enfila contra el expresidente Oscar Arias Sánchez.
«Figueres lo fundó en 1953 y Oscar lo enterró en 2003, cuando se da la reelección presidencial, es el momento en que él toma el control del partido y así empieza la muerte del partido», sentenció.
Para Corrales el «problema» radica en que los nuevos dirigentes liberacionistas responden a los dictados del exmandatario Arias y «jamás lo van a enfrentar».
«¿Cu*l es la posición de Liberación frente al TLC, frente a los maestros o frente al ICE… y quiénes representan a las autoridades del partido; y si Oscar Arias, es un privatizador, un vendedor, si es un «corre ve y dile» de los organismos internacionales, qué podemos esperar de los organismos oficiales del partido?», comentó.
A diferencia de lo que piensa el exsecretario general, Luis Guillermo Solís (ver nota aparte), el diputado dijo que aunque haya posibilidades de pelear a lo interno de esta organización, las estructuras del PLN siempre están con quien consideran ganará las elecciones nacionales.
Al igual que considera que habrá poca oportunidad para otras tendencias, Corrales insisitió en que tampoco habrá posibilidad de realizar un congreso ideológico en los siguientes meses. La afirmación de Arias en el sentido de que no «quiere camisas de fuerza», implica una negativa a la realización de ese espacio de discusión ideológica, debido a que surgirán posiciones con las que el expresidente no comulgaría como el Tratado de Libre Comercio, el ICE, la banca o los seguros, explicó.
«Ante la presión (Arias) dijo: vamos a ver una nueva fecha», pero los que entendemos un poquito de esas nuevas fechas, sabemos que ese es un entierro de primera», agregó sonriente.
Corrales estima que es muy significativo para el arismo, el hecho de que la nueva secretaria general, ganara por un solo voto frente a su compañero de partido, el
exdiputado, Daniel Gallardo, único aspirante opositor que disputó un puesto en el directorio político.
Es por ello que el diputado cree que Arias ha tenido la virtud de unir a la oposición para evitar que «haga mesa gallega».
Nueva secretaria General:
«No somos vasallos de don Oscar»
Al afirmar que ni ella ni el resto de nuevos jerarcas son «vasallos» del ex presidente Oscar Arias Sánchez, la nueva secretaria general, Carmen María Valverde, se sacudió frente a las críticas de quienes la adversan por su cercanía con el sector «arista» , que dominó la pasada elección del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Liberación Nacional (PLN).
Firme, pero pausada, Valverde habló con UNIVERSIDAD en su casa de habitación en residencial Los Arcos, sobre la apelación que recibió pocos días después de asumir uno de los dos puestos claves de dirección de esta agrupación política.
Valverde, una filóloga de familia ramonense muy liberacionista, fue profesora de la Universidad de Costa Rica, donde también participó en la vida electoral, al desempeñarse como miembra del Tribunal de Electoral universitario por nueve años. Esta educadora pensionada, quien además fue diputada del PLN durante la gestión del presidente José María Figueres, respondió así a nuestras preguntas:

¿Cómo se siente la nueva secretaria general, quien a pocos días de estrenar su puesto, recibe una apelación de un sector del partido? ¿Qué refleja esto internamente?

-Me siento tranquila, porque no creo haber hecho nada irregular. Soy hija de un partido que nació para defender la libertad del sufragio. Esto porque mi familia tuvo una muerte importante en ese momento y mi reacción es casi visceral ante ese tema. Esto es un punto álgido en mi persona, de manera que nada tengo que ver con irregularidades en una elección, estoy muy tranquila. Me parece que es un reflejo de la crisis del partido, y yo lamento que haya sucedido la apelación, pero estamos en un país de derecho.

Para nadie es un secreto su cercanía con José María Figueres. ¿Cómo se siente Carmen Valverde cercana al figuerismo y ahora dentro de la tendencia del arismo?

-Mas que tendencias, si usted lo quiere poner en esos términos, hay una Carmen Valverde liberacionista, deseosa de que su partido reconcilie a todas las tendencias en pro de un Liberación Nacional unido y fuerte.

Sin cuestionar sus atestados personales, algunos sectores objetan que ustedes estén dentro del «arismo», lo que para ellos implicaría la desaparición del Partido Liberación Nacional. ¿Cómo valora usted esa afirmación?

-Yo, al contrario, veo una oportunidad para que el partido se recomponga y me parece que la popularidad de don Oscar es una realidad política incuestionable. No sólo la percepción, sino que las encuestas demuestran que él tiene popularidad no solo entre liberacionistas, sino en gente que se había ido al PAC y otras tiendas, pues creen que con la llegada de don Oscar se podría recomponer el partido.


Esos sectores dicen que el «arismo» refleja la privatización y venta de activos y que de alguna manera, las nuevas autoridades del PLN, ustedes tres, podrían ser voceros de esa visión ideológica, porque ustedes nunca van a cuestionarlo a él. ¿Cómo valora usted estas aseveraciones?

-Me parecen afirmaciones temerarias, que precisamente cuestionan nuestra integridad como personas porque ponen, en primer lugar a don Oscar, en una posición en la que yo no creo que él esté y en segundo lugar a nosotros como si fuéramos vasallos de don Oscar, cosa que él ni pretendió ni nosotros aceptaríamos. Yo no soy vasalla. Me parece hay aquí un planteamiento maniqueísta, mal intencionado de la situación. Yo creo que el partido Liberación se caracterizó siempre por la discusión.

Usted es miembra fundadora de la fundación CR-USA. Ahora existe de parte de la Comisión de Control y Ordenamiento del Gasto Público un cuestionamiento hacia esas consultorías. ¿Cómo valora usted que sea miembra de CR-USA y secretaria general en momentos en que muchos sectores, que también están en Liberación Nacional, estén cuestionando esas consultorías?

-Hay una mala información acerca de CR-USA, quiero decirle que yo no puedo ofrecerle toda la información, porque no pertenezco a la administración, sino a la Asamblea de Fundadores, que se reúne dos veces al año para aprobar el presupuesto y para conocer después su ejecución. Todo eso está publicitado en la página web de la fundación.
La fundación se estableció con remanentes del programa de AID, que pasaron luego a ser fondo patrimonial de CR-USA. De los intereses de esos fondos es que CR-USA financia proyectos. La obligación de la Asamblea de Fundadores es velar porque ese fondo permanezca intacto. La Asamblea establece si vamos a trabajar en estas líneas, para evitar una atomización que no tenga impacto. Trabajamos en educación, ambiente, tecnología y una parte sirve para apoyar al gobierno de cualquier signo político.

¿Cómo valora usted, entonces, que se hable ahora de conflicto de intereses, cuando se usan estos fondos para pagar al equipo negociador del TLC con Estados Unidos?

-Es que ahí se tergiversa la información. Si sé que en aquellos proyectos
que fueron al gobierno, se establece trabajar mediante un sistema de fideicomiso, en el cual se deposita el monto correspondiente al proyecto por financiar. El gobierno presenta el proyecto a CR-USA y ésta lo evalúa, y se deposita el dinero en un fideicomiso en un banco, al que se le dice, usted gire sobre este presupuesto que es el que está establecido. Es la entidad del gobierno la responsable de eso.

¿La responsabilidad del gobierno sobre estos fondos depositados también la puede utilizar o implica el pago de consultorías?

– No, hay un presupuesto detallado, y si hay partidas de consultorías en el proyecto, entonces se gira, no sé a quién. Creo que en el caso del TLC, donde está el cuestionamiento, no hay partidas de consultorías precisamente para evitar malos entendidos en cuanto a conflicto de intereses.


Si eso estuviera pasando, entonces ¿al gobierno le tocaría responder por eso?

-Así es.

Para el puesto suyo hubo un aspirante y la diferencia fue de un voto. ¿Qué opina de ese resultado?

– En política la aspiración es tomar el poder y se debe aspirar a hacer los cosas en las que uno cree. Le repito que yo creo profundamente en trabajar por el Partido Liberación Nacional, de manera que me tiene sin cuidado, si la diferencia es es de uno o 100 votos.

– ¿Cómo actuará usted cuando hay quienes dicen que el «arismo» tuvo la virtud de reagrupar esa otra oposición en el partido?
–
– Me parece fundamental la reagrupación de todos los sectores en un solo grupo que quiera trabajar por el partido. La lucha entre los diferentes grupos del partido, la lucha fratricida, por decirlo de alguna manera, nos ha llevado a Liberación Nacional a muy malos resultados. Mi aspiración es reagrupar o reunir a toda la familia liberacionista en torno a pensar no solo en ganar las elecciones, sino en el planteamiento sobre qué queremos como partido para los próximos 50 años.