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Gastos e inversiones: el caso ICE

A raíz de la huelga del ICE, los costarricenses oímos en extenso debates y discusiones planteando qué es lo mejor para la Institución. Como parte de esa polémica se presentó una interrogante, ¿es todo egreso económico del ICE un gasto? Si es  así, ¿cuáles son las inversiones? Trató de dar respuesta y explicar en este artículo esta interrogante.

A raíz de la huelga del ICE, los costarricenses oímos en extenso debates y discusiones planteando qué es lo mejor para la Institución. Como parte de esa polémica se presentó una interrogante, ¿es todo egreso económico del ICE un gasto? Si es  así, ¿cuáles son las inversiones? Trató de dar respuesta y explicar en este artículo esta interrogante.
Cualquier persona, empresa, entidad gubernamental o persona jurídica en general puede tener ingresos, que son los dineros que recibe o gana por concepto de ventas, remuneraciones, salarios, entre otros. Por otra parte, tiene egresos, que son los dineros que por diferentes conceptos se pagan o desembolsan para con terceros.
Ahora bien, existen diferentes tipos de egresos, unos que se pueden calificar como gastos y otros que se pueden calificar como inversiones, que por supuesto tienen diferentes consecuencias y lógicamente efectos distintos para el futuro y la  estabilidad financiera de quien los hace.
Si lo analizamos en el seno de una familia, podemos hacer una ecuación sencilla. Ingresos son los salarios que el jefe o jefa de la familia recibe y los egresos pueden ser entre otros los siguientes: alquiler de la casa,  luz, agua, pago de estudios, compra de una computadora, etc. Si estudiamos los egresos podemos concluir que no todos tienen las mismas características y consecuencias, por ejemplo: el pago del alquiler, luz y agua son en sentido estricto gastos, es dinero que se fue y no se recuperará. Por el contrario el pago de estudios y la computadora son inversiones, dado que con ellos estará mejorándose sustancialmente el futuro de la familia, la computadora como activo que es permitirá mejorar el trabajo y estudio en el seno de la familia y los estudios deberán ser la base para construir un futuro mejor.
Este sencillo ejemplo nos demuestra cómo hay una diferencia sustancial entre un gasto y una inversión; no es lo mismo un egreso por ir a comer una noche fuera del hogar que por la compra de una enciclopedia, el primero es un gasto el segundo es una inversión. Planteadas así las cosas el tratamiento que se debe dar a un gasto y a una inversión debe ser sustancialmente diferente.
En el caso del Estado sucede lo mismo. Igualmente son egresos los que se hacen cuando se paga publicidad para mejorar la imagen del Gobierno o cuando se construye un puente, una carretera o una escuela. Pero mientras la publicidad gubernamental es un gasto, por el contrario el puente, la carretera o la escuela son una inversión, que generarán muchos réditos a la sociedad en general.
Por esa razón cuando se analizan los egresos del gobierno hay que ser drástico controlando los gastos, pero no se debe renunciar a las inversiones que son las que mejorarán las condiciones de vida, trabajo y producción del país. Organismos financieros internacionales, como el Fondo Monetario, incurren en el lamentable error de ver egresos sin diferenciar entre gastos e inversiones y esa visión  genera que se limite el crecimiento de un país y se juegue con su futuro.
Este fue casualmente el caso del ICE en el cual se ha querido tratar los egresos  por igual. Se equipara la compra de centrales telefónicas, o la construcción de plantas generadoras de electricidad, con los viajes de directores, publicidad institucional y gastos superfluos. Es ahí donde está el error. No se debe tratar por igual toda erogación, las inversiones generarán mejores servicios y más ingresos a la institución mientras que los gastos superfluos aumentarán el déficit. Por eso la salida racional y con visión de futuro debe ser recortar los gastos y promover las inversiones.
Definitivamente, los procesos de inversión deben ser basados en flujos de caja prudentes, políticas de crédito y endeudamientos responsable, que no conduzcan a un fracaso financiero y operativo, sin embargo, la experiencia demuestra que se puede alcanzar también esos objetivos sin condenar al subdesarrollo a las futuras generaciones.

  • Antonio Alvarez Desanti
  • Deportes
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