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Selección Nacional fue de menos a mas pero lució distante de otros clasificados
Mauricio Solís, baluarte del medio campo de la Selección Nacional, estuvo ausente en el partido contra México; lo vemos en acción con el cubano Michael Galindo.
Derrota mínima ante Canadá 1-0; fácil victoria contra Cuba
3-0 sin jugar muy bien al fútbol y grandes minutos de acción frente a El Salvador, con goleada 5-2 incluida, fue la ruta de la Selección Nacional en la VII Copa de Oro, lo que le permitió clasificarse a una de las semifinales de la
competencia.
Al cierre de edición, (lunes 21) la tricolor tenía pendiente esa confrontación, contra la selección de México en el Estadio Azteca, el jueves 24, mientras que Estados Unidos y Brasil jugaron el miércoles 23 en el otro costado de la llave.
Por lo visto antes de las semifinales en el certamen, el más relevante del área de la Confederación Norte, Centroamericana y del Caribe de Fútbol (CONCACAF) , y al que se invita a un par de seleccionados de otras zonas – en esta ocasión fueron Brasil y Colombia- el equipo más potente y más compacto lo fue el estadounidense, que
barrió en su grupo a El Salvador y a Martinica y luego aplastó a Cuba en cuartos de final.
El otrora amo del área, México, jugó en su patio sin molestarse mucho y pudo ganar a Brasil por la mínima diferencia. Con ello, aplacó las críticas que su afición y la prensa deportiva de su país plantea todos los días, por el flojo desempeño, que solo había ganado un partido en la serie de fogueos previas a esta competencia
regional.
México vive una transición generacional y está estrenando técnico, el argentino Ricardo Lavolpe, con muchos años de trabajar en la primera división del fútbol
azteca, pero con la soga al cuello y el peligro de caer si sus discípulos no se lavaban la cara en la Copa de Oro.
El triunfo contra los campeones del mundo, que juegan el torneo con un seleccionado olímpico y sin sus grandes astros, calmó la tormenta, pero en el otro partido, arreciaron las críticas cuando Honduras le sacó un empate en blanco a los anfitriones que se clasificaron a cuartos de final a duras penas. Aquí golearon 5-0 a Jamaica y quedaron listos para el choque contra los ticos.
Brasil y Colombia, los dos invitados a la justa, eran otros candidatos para las fases finales; se clasificaron a cuartos de final en sus respectivos grupos, pero la llave los puso cara a cara y ahí Brasil sacó el genio de sus individualidades, sobre todo del delantero Kaká, apetecido por los grandes clubes europeos y con dos golazos dejó en la cuneta a los pupilos de Francisco Maturana para avanzar a la fase semifinal.
Estados Unidos Brasil el día 23 y México Costa Rica el jueves 24, fueron la antesala de la competencia mientras en el Semanario preparábamos el cierre de edición.
HAY QUE MEJORAR
A pesar del ascenso en cada juego de la Selección Nacional, para resolver con éxito la parte decisiva de la Copa de Oro, los pupilos de Steve Sampson deben mejorar aspectos vitales en el engranaje del equipo.
Hubo dos partidos que marcaron, según nuestro criterio, la diferencia entre las dos mejores selecciones del área, Estados Unidos y México y Costa Rica, que se codea en las alturas, pero muestra inferioridades técnicas y tácticas en relación a esos otros dos seleccionados.
Fueron los cotejos entre Costa Rica y Cuba y Estados Unidos y los cubanos; contra idéntico rival, el desenvolvimiento en la cancha de los estadounidenses, su
técnica para definir, la precisión de los servicios, su practicidad en el manejo del balón, su cultura del juego y su eficiencia, superaron el modesto desempeño táctico de los ticos ante el mismo enemigo.
Los goles de Landon Donovan son un retrato fiel de como se debe rematar a marco y los servicios de Brian McBride y Steve Ralston por las puntas, afinados y certeros, distan mucho de las decenas de corridas de nuestros carrileros
Alexánder y Carlos Castro que suben y suben sin dejar nada en la red, mientras los estadounidenses van cuatro veces y marcan tres.
Me explico: Costa Rica se alegra y rugen de contento sus seguidores por los dos golazos de Walter Centeno contra Cuba y El Salvador, que lo fueron, pero, son gota de desierto, no son goles «normales» en el plantel tricolor; y por
otra parte, el equipo de Steve Sampson falla en definición,
ataca pero no termina, sus delanteros Winston Parks,
Rolando Fonseca y Erick Scott juegan de espaldas al marco rival, reciben pocas bolas con ventaja posicional y se muestran otras deficiencias tácticas que no se ven tanto o
se disimulan más en Brasil, Estados Unidos y México, por lo que es muy difícil el tránsito de nuestros compatriotas hasta la coronación del certamen.
¡SI SE PUEDE!
El grito de guerra en la era de Alexandre Guimaraes, el ¡sí se puede!, aún retumba en el corazón de la población costarricense apasionada del fútbol; cuando ustedes
lean estas líneas, ya conocerán si se pudo volver a vencer a México en el Estadio Azteca, donde en la última confrontación por las eliminatorias al Mundial en
Asia, Costa Rica hincó 2-1 a los anfitriones, primera derrota de los aztecas en toda su historia en ese coliseo en eliminatorias de mundial.
Se rompió un mito y se quebró la historia.
Para lograr ese triunfo Costa Rica durante su trabajo en la fase previa de la Copa de Oro, tenía que mejorar los aspectos señalados, pero igual ser mucho más concentrado en defensa, donde Luis Antonio Marín presenta dudas, donde no estaba segura la participación de Gilberto Martínez y sobre todo que no jugaba el equilibrio del equipo, Mauricio Solís, quizá figura indispensable en la formación de Sampson.
Sin Martínez – en duda-, sin Solís, lesionado y con Marín flojo, resultaba muy complicado afrontar la parte crucial de la Copa; Alexánder Castro y Carlos Castro,
deben ser más eficientes en el tramo final de sus constantes subidas y no les podemos pedir que sean como Roberto Carlos, que va, anota o sirve gol a cada rato,
pero tampoco le sirve a la Selección que vayan y vayan y regresen con las manos vacías. Walter Centeno y Wilmer López están obligados si Costa Rica quiere ser monarca, a meter más servicios al estilo Pablo Izaguirre y no jugar tan en círculo y los arietes Parks y Scott, ser más frontales y menos horizontales en sus
desplazamientos. Debemos confiar en el repunte del goleador histórico del equipo,Rolando Fonseca.
Si seguimos mejorando, si vamos de menos a más, México puede ser un buen peldaño hacia la corona, lo vemos sumamente difícil, el escollo es fuerte, está atrincherado en casa pero, ya los vencimos.
La Selección Nacional es rica en individualidades, quizá por ahí se venga la sorpresa y el gol, y reiteramos, al cierre de edición, que solo un mejoramiento táctico de la tricolor, lo puede llevar al título y que por lo visto hasta los cuartos de final, es Estados Unidos el mejor equipo de la competencia. Habrá que ver si Brasil logra liquidarlo.
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