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Ministra de la Condición de la Mujer, Esmeralda Britton.
Para cualquier jerarca de gobierno referirse de manera directa o indirecta al tema de las guías sexuales o mas aún del aborto, es cosa seria. Es cuando mas se siente el peso de la Iglesia Católica. Ahora le tocó el turno a Esmeralda Britton González, Ministra de la Condición de la Mujer, quien al regresar recientemente de su gira por Nueva York, salió al paso de las críticas lanzadas por la Conferencia Episcopal y los grupos conservadores por sus «ataques» al clero y su dudosa posición sobre el aborto.
Ella afirmó que fueron mal interpretadas sus declaraciones dadas ante el Comité de expertas de la Convención contra todas las Formas de Discriminación contra la Mujer de Naciones Unidas, relacionadas con el informe de Estado sobre la situación de las mujeres en Costa Rica. A continuación un resumen de la entrevista:
-¿Cómo valora las críticas y la reacción en general de la Iglesia Católica al informe que presentó ante el Comité de expertas de Naciones Unidas?
-No esperaba una reacción de este tipo porque el informe es crítico y explica todos los avances que en materia de igualdad de género se ha dado en el país desde la ratificación de la Convención contra todos las formas de Discriminación contra la Mujer en 1986. Este es un documento de Estado y no de gobierno y responde a cuatro períodos de administraciones. En este sentido, el texto es crítico y plantea las debilidades que vivimos las mujeres en nuestro país. Por ejemplo, hay capítulos sobre acciones afirmativas en los que se hace mención a los avances en las cuotas de las mujeres.
Pero, es evidente que la mención de las cuotas de participación no generan reacción de parte de la Iglesia, sino una afirmación sobre el hecho de que la Iglesia impedía el desarrollo de una educación sexual en el país. ¿No es así?
– Ahí se documenta claramente, con el caso específico de Amor Joven, que fue en el gobierno anterior cuando se plantearon las guías para la educación de la sexualidad, que se impartirían en todas las instancias del Ministerio de Educación. Se indica que se había conformado una comisión mixta, en la cual participó también la Iglesia Católica, donde consta su retiro del proceso. Hay notas enviadas por la Primera Dama de entones, Lorena Clare y por Monseñor Román Arrieta, en las que indican que ya no están de acuerdo y la razón por la que se retiran. El programa se vio truncado porque no había un apoyo de todas las partes y hasta hoy no contamos con una educación para la sexualidad.
Los grupos mas conservadores de la sociedad afirman que usted se lamentó ante la comisión (CEDAW) de que en Costa Rica no se pudiera realizar el aborto cuando las menores quedan embarazadas producto de una violación. ¿Qué fue lo que usted realmente afirmó?
– Lo que el texto indica claramente es la situación que enfrentan las mujeres cuando son violadas y que deben enfrentar un embarazo no previsto. ¿Cuál es la situación que enfrentan las mujeres: tener el bebé u optar por el aborto? Si optan por lo segundo son penalizadas con la cárcel. Esto es lo que dice el documento. La CEDAW valora el informe que presenta el Estado costarricense, pero también analizan el preparado por las organizaciones de mujeres de la sociedad civil, llamado Informe Sombra. En este último hay una fuerte crítica a la Iglesia Católica y también a la relación Estado-Iglesia. A raíz de este documento y el nuestro, las expertas hicieron preguntas sobre este y otros temas.
-¿Ellas le plantean una pregunta sobre el aborto?
– La única pregunta que se hizo sobre este tema fue sobre si existe el aborto terapéutico para niñas menores de trece años que queden embarazadas. La respuesta está dada en el sentido de que existe el aborto terapéutico, el cual se aplica en el caso de que haya riesgo de vida o de la salud de la mujer. Eso no es ninguna falsedad y los propios medios de comunicación han dado a conocer la situación que viven las niñas violadas. Hay mas de 600 nacimientos en niñas menores de catorce años.
-¿Usted dio una descripción sobre lo que sucede en Costa Rica?
– Sí, así fue. Ellos (los sectores conservadores y la Iglesia) al conocer esa descripción de lo que se vive en Costa Rica, empezaron a imaginarse lo que la ministra quiere.
Por ejemplo, en el informe tampoco se dijo que la Iglesia recibía miles de millones de parte del Estado, hablamos de equis millones, que son datos proporcionados por la Asamblea Legislativa del presupuesto aprobado en 2003. Toda la información del documento fue proporcionada por las instituciones. Quiero aclarar que no tengo nada contra la Iglesia Católica, para nada.
-¿Es esto, entonces, una rendición de cuentas del Estado por firmar una convención que la obliga a darla ante Naciones Unidas?
– Sí y este informe debe rendirse cada cuatro años. Costa Rica no lo había hecho y no es sino hasta ahora que cumple. No me fui a escondidas ni lo hice detrás de la espalda de todo el mundo. Esto es un proceso. Al INAMU (Instituto Nacional de las Mujeres) le corresponde, como ente rector de las políticas públicas en materia de género, preparar un informe ante CEDAW y se tramita ante la Cancillería.
Primero fue la exdiputada Nury Vargas, luego el exministro de educación Marvin Herrera, siguió la diputada Gloria Valerín, mas sutil fue con la ex Primera Dama Lorena Clare y ahora Esmeralda Britton, ¿Personalmente, como recibe esta reacción tan fuerte de la Iglesia?
– Realmente me preocupa que se tomara el informe como un ataque a la Iglesia, porque no lo es. ¿Cuál ataque a la Iglesia? Si cada vez que se hace un diagnóstico de las mujeres, lo van a ver como un ataque, entonces nunca podremos avanzar. Es preocupante que se interpreten cosas. Algunas personas cercanas a la Iglesia se prestan para malinformar. No sé como se dice que Costa Rica es considerada pro aborto.
-Tomando en cuenta el peso de la Iglesia Católica en el país, ¿qué respuesta ha tenido usted de parte del presidente de la República?
– Él me ha dado total apoyo y yo le he explicado esto mismo que digo ahora a usted. Le dije que no es cierto lo que se ha afirmado sobre mi posición hacia el aborto porque esa no es mi intención ni tampoco la del propio presidente.
¿Estaría eventualmente el Presidente de acuerdo con que el Ministerio de Educación emprenda un plan de educación sexual?
– Totalmente, sus palabras fueron contundentes en cuanto al hecho de que se requiere de una política de salud sexual y reproductiva, porque no es posible que nuestros muchachos y muchachas sigan ejerciendo la sexualidad sin información. ¿Seguiremos con esa gran cantidad de embarazos no planificados y hasta enfermedades de transmisión sexual? Él me dijo que su pretensión es que esto lo podamos aclarar para avanzar en este ámbito, porque es necesario definir esa política. Como médico que es, está claro de la necesidad de que haya guías para la educación sexual y reproductiva.
En el informe Sombra hay una solicitud expresa para que el Estado costarricense se vuelva laico. ¿Cree que debe darse ese cambio?
– No soy quien para decir si el Estado costarricense debe separarse o no. Hay cosas que le competen al Estado y otras específicamente a la Iglesia. Cada cual debe estar en su ámbito y cooperar en lo que acontezca en cada instancia. Lo importante es que existan esas guías y no puede haber obstáculo de ningún grupo.
Informe controversial
Dimes y diretes
Que se encontrara fuera del país no fue razón suficiente para que Esmeralda Britton, Ministra de la Condición de la Mujer, fuera el ojo de la tormenta, tras presentar el primer informe de Estado sobre la situación de las mujeres en Costa Rica, ante el Comité de Expertas de la Comisión contra Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer en las Naciones Unidas en Nueva York, Estados Unidos.
Y es que el hecho de que no estuviera en tierras ticas, generó afirmaciones en contra y a favor de lo que supuestamente había dicho en Nueva York, sin que ella tuviera la oportunidad de aclarar su posición sobre los polémicos temas de la educación sexual y el aborto.
Este hecho desencadenó una especie de «dimes y diretes» por las interpretaciones que se dieron a las declaraciones esbozadas por la ministra por parte de la cúpula de la Iglesia Católica y los grupos conservadores.
Tanto así que ante consultas de UNIVERSIDAD para buscar reacciones y opiniones de los obispos de la Conferencia Episcopal, el director de Prensa, presbítero Glenm Gómez, nos refirió a Fernando Quesada, vocero del Departamento de Educación de Religiosa del clero. Sin embargo, Quesada expresó a UNIVERSIDAD al cierre de esta edición, que no podía dar declaraciones ni adelantar información oficial, ya que esta semana sería dada a conocer por la Conferencia.
Precisamente, el 31 de julio Monseñor José Francisco Ulloa, presidente de la Conferencia, así como el presidente Abel Pacheco y la ministra Britton González, sostendrán una reunión para aclarar las posiciones.
Lo polémica surgió a raíz de la presentación del informe sobre los avances y desafíos de las mujeres costarricenses, que versó sobre cinco temas esenciales: la participación política, la violencia de género, la paternidad responsable, la penalización de la violencia y la condición de la pobreza.
El documento fue presentado ante 23 personas expertas en género (hombres y mujeres) quienes integran el Comité de la Convención de todas las formas de Discriminación contra la Mujer, que recibió la exposición de Costa Rica el 2 de julio. La posición estatal se plantea en 2.000 párrafos, de los cuales 15 se refieren de manera directa o indirecta a la Iglesia y los grupos conservadores y se puede constatar en la página de Web del Instituto Nacional de las Mujeres (INAMU).
Otro de los datos que mas polémica causó fue el relacionado con el presupuesto que otorga el Estado a la Iglesia, que según el informe es de ¢37.524.000 por año.
¿QUÉ DIJO?
El informe oficial también reconoce en el párrafo 77 que «persisten barreras de acceso a la información y los métodos para la planificación familiar en mujeres y varones menores de edad, así como en los tiempos de espera para recibir los servicios luego de llegar al establecimiento de salud».
Al mismo tiempo detalla que «en 1999, la administración Rodríguez Echeverría puso en marcha el Programa Amor Joven, reivindicando el derecho de los niños, las niñas y las personas adolescentes a la educación para la sexualidad». En el párrafo 84 se indica que «durante su ejecución, surgieron fuertes críticas de algunos sectores, siendo la jerarquía de la Iglesia uno de los más importantes. La Iglesia utilizó su influencia para frenar la formulación de políticas en educación para la sexualidad mediante asociaciones religiosas y sectores afines…»
Igualmente sobre las guías de educación sexual se documenta en el párrafo 223 que «estas no pudieron ser distribuidas en su versión original preparada por el Proyecto Educación en Población, debido a una fuerte crítica de la Iglesia Católica desde la Conferencia Episcopal…».
A la vez establece que «el programa encontró en el camino muchas resistencias de algunas autoridades y personal docente del Ministerio de Educación y una fuerte oposición de los grupos neoconservadores y la Conferencia Episcopal. Ello llevó a una negociación entre el Gobierno y la Iglesia, la que derivó en cambios sustanciales en la filosofía y estrategia del programa».
POCAS PREGUNTAS
La presentación del informe se divide en dos etapas, una consiste en una lectura de un resumen del informe y la segunda integra las preguntas de las personas expertas, quienes plantean sus inquietudes. A la ministra se le hicieron 83 cuestionamientos, que fueron respondidos el 9 de julio por ella en Nueva York. Los descargos cuentan con un máximo de dos horas para ser expuestos ante el comité, por lo que deben leerse a gran velocidad. Cuarenta y cinco días después, este comité planteará recomendaciones a Costa Rica para que logre avanzar en el ámbito de la igualdad de género.
El comité plantea sus preguntas con base en el documento estatal y el preparado por las organizaciones civiles de mujeres, conocido como «Informe Sombra». Este documento expone importantes observaciones al quehacer estatal en el avance de género en el país.
Dentro de las mas importantes recomendaciones incluidas en este último se encuentra, la eliminación de la «participación e intromisión de la Iglesia Católica en la toma de decisiones que son propias de Gobierno» y la separación del Estado y la Iglesia, mediante la reforma al artículo 75 de la Constitución Política como » paso indispensable para avanzar en la eliminación de la discriminación contra las mujeres en Costa Rica».
Sobre la educación sexual, el informe Sombra pide al Ministerio de Educación asumir la responsabilidad en este tema mediante la preparación del personal docente con el fin de que se introduzca la educación para la sexualidad como un «eje transversal» del sistema educativo.
El tema del aborto se abordó cuando llegó la etapa de preguntas y se le pidió explicaciones a la jerarca sobre si existía en Costa Rica la suspensión del embarazo de forma terapéutica para niñas menores de trece años que queden embarazadas. La ministra Britton insistió en que su respuesta giró en torno al hecho de que el aborto terapéutico se aplica en el caso de que haya riesgo de vida o de la salud de la mujer. (Ver entrevista).
«En ningún momento puse cara entusiasta, como dicen en un periódico, al responder esta pregunta porque ni siquiera tenía tiempo de levantar la cara para dirigirme al comité. Debía presentar nuestras respuestas mediante una rápida lectura del resumen de respuestas», comentó la funcionaria.
Este documento no posee notas.