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Bacterias que traen salud

Los probióticos son microorganismos vivos que al ingerirse en cierto número, mejoran la salud de su consumidor

Los probióticos son microorganismos vivos que al ingerirse en cierto número, mejoran la salud de su consumidor
La Licda. Marjorie Henderson recomienda que los probióticos sean colocados al inicio de la producción del lácteo para que sus efectos beneficiosos empiecen desde la fermentación.
Así como los antibióticos buscan destruir las bacterias que hacen daño al cuerpo, los probióticos, en estómago e intestinos, actúan como barreras naturales para enfrentar nuevos riesgos biológicos.
Así lo explicó la Licda. Marjorie Henderson, investigadora del Centro Nacional de Ciencia y Tecnología de Alimentos (CITA), de la Universidad de Costa Rica (UCR).
Otros beneficios de ingerir estos microorganismos son la reducción de incidencia de cáncer de colon y estómago, al inhibir enzimas patógenas como Escherichia coli o Helicobacter pylori, la activación del sistema inmunológico y el control de infecciones vaginales producidas por bacterias localizadas en el colon. Asimismo, un menor riesgo de sufrir alergias, sobre todo si se consumen en los primeros seis meses de vida, y de generar piedras en los riñones.
No es un secreto que los antibióticos actúan sobre cualquier microorganismo que hospedemos en nuestro cuerpo, sea negativo o positivo; por eso -añadió Henderson- cultivos de bacterias como lactobacilos o bifidobacterias, en productos lácteos, ayudan a regenerar la flora intestinal y a disminuir la duración de diarreas causadas por virus comunes.
Para Laura Andrade Pérez, nutricionista graduada de la UCR, los probióticos permiten a las personas intolerantes a la lactosa consumir mejor los lácteos que los contienen, pues hacen que la azúcar lactasa sea mejor asimilada.

¨SUPERBACTERIAS¨

Según Marjorie Henderson, Coordinadora del Área de Gestión de Calidad del Programa de Investigación en Lácteos, del CITA, estas bacterias defensoras existen de por sí en el tracto intestinal humano, pero desaparecen con la edad; de ahí que en la infancia se tengan más que en la adultez.
Los probióticos son microorganismos de alta resistencia porque no sólo soportan los ácidos gástricos y colonizan el intestino, sino que, inoculadas en alimentos, sobreviven en temperaturas extremas.
Sin embargo, su efectividad se da mientras estén vivos, una vez muertos dejan de ser funcionales.
Estos han mostrado, por ejemplo en el queso, una sobrevivencia de más de 22 días.
Por eso, según la investigadora, constantemente se realizan estudios de vida útil de tales organismos una vez añadidos a los alimentos.
Asimismo, periódicamente se busca determinar el número de Unidades Formadoras de Colonia (UFC) por gramo para cada alimento, puesto que la cantidad de ellas es importante para lograr los efectos positivos deseados. La recomendación, según Henderson, va de uno a diez millones de microorganismos por gramo de producto.

CONSUMO IDEAL

¿Cuánto de estos alimentos se debe consumir para obtener beneficios en la salud? Según Henderson, si se come un trozo de queso de 100 gramos al día, o una cantidad equivalente de yogurt o natilla, estaría cumpliéndose con la cuota necesaria.
Asimismo, se ha comprobado que con un consumo mínimo de tres cantidades semanales de las citadas anteriormente (100 gramos del producto con un millón de UFC por gramo) durante tres meses, la flora que se implanta en el organismo es suficiente para lograr efectos positivos.
No obstante, recalcó la tecnóloga, hay que tomar en cuenta las circunstancias de vida de la persona consumidora. Por ejemplo, los niveles de estrés, la dieta y la actividad física pueden cambiar los requerimientos y, por lo tanto, sería necesario consumir el producto nuevamente, de forma frecuente, para reestablecer las cantidades óptimas.
Para la nutricionista Andrade, un yogurt cada dos días, por lo menos, produce efectos muy positivos por ejemplo en adolescentes, quienes tienden a tener una dieta alta en grasas.
Actualmente, el único producto con probióticos que se encuentra en el mercado es el yogurt, aunque el Programa de Investigación en Lácteos del CITA ha producido exitosamente yogur, helados y queso con estos cultivos.
Ahora, los probióticos se pueden colocar también en productos cárnicos como el salami, jugos de frutas y hasta pan; sin embargo, los lácteos parecen ser el vehículo ideal, pues son ricos en humedad y proteínas, o sea, altamente nutritivos no sólo para el cuerpo humano, sino también para los cultivos bacteriales.
El CITA tiene un convenio con la Asociación para las Plantas Lácteas Unidas de Turrialba (ASOPLUT) para generar industrialmente queso tipo Turrialba con probióticos.
Usted puede ser de las primeras personas en disfrutarlo si asiste a la «Feria de Productos» que se realizará como parte de la Expo UCR, del 21 al 24 de agosto, en la Facultad de Derecho, donde habrá un exhibidor con este queso.

  • CAROLINA ARIAS NÚÑEZ
  • Universitarias
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