El 45%  de los niños y adolescentes que trabaja,  no asiste a la escuela.
Muchos niños trabajan en las fincas de sus padres como peones, como en esta parcela en Tierra Blanca, Cartago.
Muchos campesinos consideran que antes de que sus hijos se metan en drogas o anden de vagos, mejor que los ayuden en las fincas. Esta forma de ver el mundo es una de las razones por las que de los 113.523 niños, niñas y adolescentes que trabajan en Costa Rica, el 44% trabaja en la finca o en el negocio familiar sin recibir sueldo.
Estas son cifras del Programa de Información Estadística y Monitoreo en Materia de Trabajo Infantil (SIMPOC), en el que trabajan  la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) y el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social.
En el país las personas menores de 15 años tienen prohibido trabajar ; y está debidamente regulado la labor remunerada en adolescentes de 15 a 18 años, recordó el Ministro de Trabajo, Ovidio Pacheco.
Los datos sobre el trabajo infantil son de 2002, se obtuvieron por medio de la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples del INEC e incluyen a los menores inmigrantes con más de seis meses de vivir aquí. Muestran que Costa Rica es el segundo país centroamericano con la tasa más baja de trabajo infantil y adolescente (10.2%), después de Panamá (6%).
Aquí la mayoría son hombres entre 15 y 17 años que viven en zona rural. Un 43.4% se dedica a la agricultura y ganadería y otros son vendedores ambulantes, empleadas domésticas, lavacarros o mensajeros, informó Elizabeth Solano, coordinadora del área de censos y encuestas del INEC.
 
El estudio también concluye que una gran proporción de hogares por debajo de la línea de pobreza (31.9%) son aquellos donde hay niños, niñas y adolescentes que trabajan; y que el 45% de los niños trabajadores no va a la escuela.
«No queremos que la sociedad caiga en la tentación de legitimar el problema diciendo que el trabajo infantil existe porque hay muchos pobres, ya que los resultados muestran que no todos los niños y niñas trabajadores son pobres, señaló Enrique Bru, director de la oficina subregional de la OIT.
La trabajadora social del Ministerio, Esmirna Sánchez, mencionó los factores que propician el trabajo infantil: mercado laboral, pobreza, educación y carencia de espacios de recreación para niños, niñas y jóvenes. «La sociedad ve esta actividad como una forma de traer más ingresos al hogar, o sea, la persona menor no está de vaga  sino que hace algo», indicó.
Los mecanismos de control tampoco son claros y el Ministro de Trabajo reconoció que los 100 inspectores para todo el país no son suficientes.
«Para 2004 pedí un aumento de presupuesto de ¢900 millones y me lo rechazaron; pero tenemos la promesa del Ministerio de Hacienda de que si pasa la reforma fiscal el año entrante, tendremos más recursos. Mientras tanto no hay más que optimizar los que tenemos», aseveró.
Los responsables hicieron un llamado a la población para informar dónde trabajan menores en sectores de agroquímicos, bananales, pesca, o son usados para tráfico de drogas y explotación sexual. Se puede llamar  al tel. 233-5003.