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«To PUSC or not to PUSC… » Esta es la pregunta que enfrenta el mandatario Abel Pacheco, ante la presión de los expresidentes Rafael Ángel Calderón y Miguel Ángel Rodríguez, y de su bancada parlamentaria, para que permita a los cuadros de la estructura tradicional de su partido tomar las riendas del sector social del Gobierno.
Y es que la preocupación porque el Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) obtenga una baja votación en las elecciones de 2006, con la consiguiente pérdida de la millonaria deuda política adelantada, tiene nervioso a un líder como el expresidente Calderón -quien planearía repostularse a la Presidencia en 2010-, y a otros mandos
UNIVERSIDAD confirmó, en círculos socialcristianos, lo que es vox populi: que estiman lograr apenas un tercer lugar en los siguientes comicios generales, debido a la decepción con el Gobierno y a la mala imagen que está creando el tema del financiamiento ilegal de la campaña electoral de Pacheco. De allí el acercamiento cortés, y pero no menos agresivo, de los expresidentes Calderón y Rodríguez, quienes a su vez transmiten el descontento de sus diputados y mandos medios por las consecuencias que esto acarreará a su futuro electoral.
Para esos líderes y militantes, la «toma» del Gobierno por la estructura tradicional del PUSC pasa por sacar de en medio al Ministro de Vivienda, Helio Fallas, y a la Presidenta Ejecutiva del Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS), Silvia Lara, a quienes consideran obstáculos para utilizar – como ha sido costumbre del bipartidismo – el reparto de los bonos de vivienda y de la ayuda social a las familias más pobres, como medios para ganar electorado. También quieren sacar del camino al enlace entre la Asamblea Legislativa y el Poder Ejecutivo, es decir, al Ministro de la Presidencia, Ricardo Toledo, cuya lealtad estaría más con Pacheco que con el partido.
Lo anterior llevó a que la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP) advirtiera, el pasado 12 de agosto, en un comunicado de prensa titulado «¿Qué hay detrás del abrazo de los «arcángeles» al Presidente Pacheco?, que tanto Fallas como Lara «con gran carácter, han frenado las presiones politiqueras de todo tipo, especialmente las provenientes del PUSC, para otorgar bonos de vivienda y ayudas sociales, al mejor estilo tradicional con fines clientelistas y electoreros.»
Consultados por UNIVERSIDAD sobre la posibilidad de que las presiones para removerles tuvieran efecto, tanto Lara como Fallas dijeron contar con el apoyo de Pacheco para permanecer en sus cargos.
«La decisión la toma exclusivamente el Presidente de la República. Y él ya ha dicho que la remoción de jerarcas no está en discusión en este momento», dijo Lara. «Sigo contando con el apoyo del Presidente para seguir haciendo lo que estoy haciendo. Mientras cuente con el apoyo de él, me quedaré», dijo Fallas.
Por su parte, y luego de la reunión rutinaria del Consejo de Gobierno, el martes 12, Toledo negó que en el corto plazo retornará a su curul en la Asamblea Legislativa, como se especuló.
En el caso de Fallas, las presiones en su contra se deben a las directrices que ha emitido, las cuales cierran la posibilidad de que los bonos de vivienda sean asignados con criterios electorales y aseguran que se destinen a quienes realmente califican. Igualmente, su despacho ha establecido normas de calidad estrictas para que las compañías constructoras entreguen las viviendas de interés social en óptimas condiciones.
En este contexto, el semanario «El Financiero» publicó, la semana pasada, un reportaje según el cual las viviendas entregadas continúan presentando deficiencias y los proyectos se concentran en pocas empresas constructoras. La publicación puso como ejemplos a Santo Cristo de Esquipulas, en Palmares, y Mar Azul de Miramar.
Sin embargo, Fallas dijo a UNIVERSIDAD que ambos proyectos fueron aprobados y asignados durante el Gobierno anterior. «Curiosamente, el reportaje no destaca nada sobre el hecho de que, en esta administración, precisamente hemos emitido directrices sobre las tipologías y normas de calidad, que impiden esas deficiencias.»
Esos proyectos fueron aprobados el 13 de marzo y el 6 de marzo de 2002, es decir, cuando la actual presidenta del PUSC, Lorena Vásquez, fungía como Ministra de Vivienda.
En opinión de Albino Vargas, secretario general de ANEP, quienes buscan la remoción de Fallas quieren que el cargo sea nuevamente ocupado por Vásquez.
Para su agrupación sindical, el ministro «Helio Fallas y Silvia Lara garantizan el esfuerzo por erradicar la zopilotada», dijo a este Semanario.
A favor de la gestión del titular de Vivienda también se pronunció, el 13 de agosto, la Cámara Costarricense de la Construcción. Luego de detallar las acciones tomadas bajo el Gobierno, en una carta dirigida al Presidente este gremio dice: «nos parece que el Sector Vivienda se está viendo fortalecido con esta serie de medidas, que el ministro actual, don Helio Fallas, ha impulsado en su gestión, las cuales han propiciado un clima de tranquilidad tanto al público en general, como a la empresa privada, pues garantizan transparencia, despolitización, solidaridad, justicia, rigurosidad técnica, competencia adecuada y un uso correcto de los recursos tanto del Estado costarricense como de las familias que participan en los programas habitacionales. Finalmente, creemos que hoy se está gestando un Sector Vivienda técnicamente preparado para ser Rector y con visión de futuro, que deja atrás el clientelismo político, el reparto de bonos sin criterio técnico y una visión que ha prevalecido de cantidad y no de calidad para las viviendas de los sectores de menores recursos económicos.»
LA PUJA IDEOLÓGICA
Pero, no es solo la lógica electoral la que quiere cercar al Presidente Pacheco. Su equipo a cargo de la economía -materia que Pacheco ha renunciado a dirigir argumentando desconocer del tema- insiste en la línea de priorizar la reducción del déficit fiscal a través de recortar del gasto público, inclusive si esto implica afectar los programas sociales básicos y de atención a las familias más pobres.
Así, en entrevista con UNIVERSIDAD, la presidenta Ejecutiva del IMAS reconoció que, a pesar de haber aumentado sus ingresos, al Instituto se le obliga a mantener un superávit, esto es, a no invertir todo lo que podría en el combate a la pobreza. Lara criticó la visión económica por la cual los distintos gobiernos separan la política económica de la política social y consideran a 900 mil costarricenses en situación de pobreza -el 23% de la población-, como un «residuo, marginal pero inevitable» del crecimiento de los sectores más ricos (ver la entrevista «IMAS es el «Estado paralelo» de los pobres»)
Como es sabido, una directriz del Ministerio de Hacienda, emitida a comienzos de año, obliga a todas las instituciones a gastar únicamente el 5.9% de sus presupuestos del año pasado. Y Hacienda ya anunció que el límite de gasto para 2004 será del 8%, pero sobre el presupuesto de 2003, es decir, ya reducido por esa directriz. Teniendo en cuenta una inflación estimada en 20% para ambos años, esto implicará que todas las instituciones públicas sufrirán una reducción real del 7% de sus fondos. El «superávit» obligatorio de una entidad de promoción social como Instituto Nacional de Aprendizaje sería de ¢4.000 millones.
Aunque no fue posible confirmarlo porque el Ministro de Hacienda, Alberto Dent, se ha negado reiteradamente a revelar los datos, también el recién anunciado recorte presupuestario por ¢30 mil millones adicionales, implicaría una disminución de ¢2.000 millones para el Ministerio de Salud, lo cual habría causado la indignación de la ministra María del Rocío Sáenz.
En opinión del secretario general de ANEP, Dent «está exacerbando la política de reducción del gasto público para presionar a cambio de la aprobación del paquete fiscal», que se discute en la Asamblea Legislativa.
EPÍLOGO
Si bien el presidente Pacheco recibió el suficiente respaldo popular solo en una segunda vuelta, logró captar el apoyo de quienes lo vieron distanciarse de las viejas prácticas del clientelismo bipartidista y prometer un gobierno comprometido con la lucha contra la pobreza. Pero, para quienes lo critican, hoy aparece enredado en la «angelical emboscada» de una falsa disyuntiva: más que entregar su Gobierno a la vieja estructura del PUSC, el mandatario bien podría apoyarse en quienes confiaron en él y redireccionar la política económica para hacer del desarrollo con equidad su centro y no la mera reducción del déficit fiscal.
Esto es lo que opinan diversos especialistas en economía quienes critican que el Presidente haya entregado el gobierno económico a un equipo más tecnocrático e ideologizado, que comprometido con un desarrollo nacional democrático. Así, el Presidente podría estar perdiendo su oportunidad de oro, dicen. Después de todo, es humano tener buenos deseos…
Silvia Lara:
«IMAS es el «Estado paralelo» de los pobres»
MARÍA FLÓREZ-ESTRADA
[email protected]
El acercamiento de los expresidentes del PUSC al Gobierno de Abel Pacheco hace que la lógica electoral interfiera de alguna manera en la gestión gubernamental?
-El documento que resultó del encuentro de los señores expresidentes con don Abel es muy interesante, porque hacen una serie de planteamientos en relación con la visión que, como dirigentes del PUSC, tienen sobre el desarrollo de este país. Y me parece que hay planteamientos muy interesantes sobre cuál debiera ser el derrotero de nuestro desarrollo. Eso es lo que uno puede leer del documento.
Sin embargo, los expresidentes criticaron precisamente cómo se está invirtiendo el gasto social. Se ha dicho que no se reparten suficientes bonos de vivienda y también que el IMAS no está usando todo su presupuesto.
– Me refiero específicamente a los comentarios hechos en relación con el IMAS, y que no provienen de los expresidentes, sino que, según entiendo, vienen de los diputados. Y sobre eso quiero decir que no es cierto que el IMAS tenga problemas de ejecución. No es cierto que el IMAS no esté desarrollando todos sus programas y entregando a la población los beneficios y los apoyos que corresponden.
En este momento lleva ejecutado el 60% de los recursos que el Ministerio de Hacienda le autorizó. A inicios de año se emitió una directriz por la cual el gasto de las instituciones no puede aumentar más de 5.9% con respecto a la ejecución del año anterior. De manera que ello establece un monto de recursos que el IMAS puede ejecutar, y de ese monto ejecutamos ya el 60%, que es un nivel óptimo considerando que todavía estamos en agosto.
Esto significa que, debido a la directriz del Ministerio de Hacienda, al final del año, cuando Uds. deberían haber ejecutado todo su presupuesto, tendrán un superávit, no porque no quisieran invertir más en el combate a la pobreza, sino porque hay una orden de Hacienda que lo impide.
-En efecto. Hemos logrado aumentar de una manera muy significativa la recaudación de ingresos, por concepto de los moteles, por ejemplo. El año pasado se logró introducir, en la Ley de Contingencia Fiscal, una reforma que este año nos ha permitido prácticamente duplicar los ingresos por el cobro del impuesto a los moteles. Gracias a una gestión de cobro muy agresiva por parte del IMAS, prevemos que este año se aumente en 17% la recaudación por concepto de planilla. También logramos una gestión muy exitosa en las tiendas libres. A pesar de que en el proceso de modernización del aeropuerto algunas tiendas debieron cerrar, en el primer semestre aumentamos un 47% las ventas con respecto al mismo período del año pasado. Y, ciertamente, no podemos gastar todos estos recursos porque la prioridad establecida por el Gobierno es reducir el déficit fiscal. Y en ese sentido, el IMAS está contribuyendo a reducir el déficit fiscal, al no ejecutar todos sus recursos.
¿Pero si se sigue con esta lógica de qué manera se podrá retroceder y erradicar la pobreza en Costa Rica?
– En este país la pobreza ha sido vista por los gobiernos, en los últimos 20 años, como un efecto residual del crecimiento, inevitable pero natural. Eso que se entiende como un efecto residual son 900 mil personas: el 23% de la población. La pregunta es ¿qué tan «residual» es el efecto?
Frente a esto, la respuesta ha sido igualmente residual, marginal y periférica. Se ha entendido que hay una institución, que es el IMAS, que residualmente atiende esa consecuencia «natural e inevitable» del crecimiento. Entonces, el IMAS se ha convertido en el «Estado paralelo» de los pobres: construye puentes, calles, acueductos, desarrolla proyectos de electrificación, construye EBAIS y viviendas, escuelas, da becas, financia proyectos productivos. Es como un Estado en pequeño, para los pobres. Y digo en pequeño, porque el IMAS recibe menos del 7% de los recursos de FODESAF. Entonces, es la institución para los pobres y con muy pocos recursos, comprados con otros presupuestos. Mientras ese siga siendo el enfoque de atención a la pobreza, aquí no va a cambiar nada.
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