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Historias a ritmo de swing

El swing criollo es una recreación costarricense del baile que utiliza ritmos como la cumbia.

El swing criollo es una recreación costarricense del baile que utiliza ritmos como la cumbia.
Música que incita al baile hasta no parar, vistosos atuendos, mesas alrededor  y una cantante animando el ambiente. El salón de baile está listo para el nuevo espectáculo de la Compañía Nacional de Danza (CND) que contagiará al público de movimiento con una propuesta que fusiona la danza contemporánea, el bolero y el swing criollo. De ese que sólo se baila en Costa Rica.
«Nadie me quita lo bailado» es el nombre de la coreografía, a cargo de Lilliana Valle, con amplia experiencia en danza contemporánea y baile popular, que busca darle un contenido artístico a la cotidianidad de los salones de baile.
Con la dirección general del director de la CND, Carlos Ovares, el espectáculo se presentará del 28 de agosto al 14 de setiembre, de jueves a domingo, a las 8 p.m., en el centro Bash, antiguo cine California.
Después de las presentaciones habrá noche bailable hasta las 3 p.m. con música de cabina y los sábados se presentará el grupo Timbaleo.
«Este proyecto es una forma de reflexionar sobre la ciudad como opción creativa del movimiento», manifestó Ovares.
Con esto la compañía pretende rescatar el espacio urbano acercando la danza contemporánea a las manifestaciones populares del swing criollo y el bolero.
Para lograr esta comunión, la coreógrafa Valle lleva cerca de diez años trabajando diferentes propuestas y explorando las posibilidades que ofrece el lenguaje popular para desarrollarlo artísticamente.
«Es una forma de utilizar el baile popular en su expresión cotidiana y llenarlo de simbolismos y nuevas posibilidades estéticas»,  expresó la directora de la academia Merecumbé.
 
En este sentido, la escenografía constituye un lugar donde confluye el espacio escénico con el espacio cotidiano; para ello se ha recreado el ambiente de un salón de baile donde el público tendrá su cuota de complicidad.
«En este espacio recurren diferentes personalidades como un lugar liberador de tensiones y donde se cuenta la historia de una pareja, pero también se narra la intimidad de los personajes fuera del salón con sus problemas diarios», explicó Ovares.
El encargado de darle forma a esta historia es Melvin Méndez, que ha elaborado un guión en el que los personajes arman diferentes relaciones alrededor del baile popular. El amor, los celos, la pasión y la violencia doméstica son parte de esta trama sentimental.
Por su parte, el sabor en la pista de baile lo impondrá «Vera la tambora», una cantante que forma parte de la presentación y que interpretará canciones en vivo.
La composición musical está a cargo de Carlos Escalante y Bernardo Quesada y fue realizada específicamente para el espectáculo. Estos dos artistas se dieron a la tarea de hacer una composición musical novedosa en que los ritmos contemporáneos, el bolero y el swing criollo se entremezclan.
Por su parte, Laura Morales es la encargada de vestuario en el que reluce lo vistoso y la sensualidad como elementos imprescindibles del galanteo que se da en los salones de baile.
En el espectáculo participan los 15 bailarines de la CND, que tiene formación en danza contemporánea y ballet, por lo que visitaron salones de baile como Carimar donde concurren las estrellas del swing,  y complementar su formación con clases de bolero y  swing.  A este grupo se suman dos bailarines de música popular y la cantante.
«La danza debe ser eco de nuestras manifestaciones culturales, por lo que era necesario sacarla de los teatros. De esta manera se intenta involucrar al público en un lugar que contará con salón, escenario y graderías», explicó Ovares.
Para el director de la Compañía, la apertura de academias de baile, el éxito de ritmos como la cumbia, los concursos de baile en televisión y una generación que nunca dejó de bailar, son elementos que han reforzado la afición por el baile popular de nuevas generaciones.

EL BAILE SE IMPONE

«Costa Rica es un país que baila, su cultura se ha desarrollado en el baile. Por eso es justo la intencionalidad de hacer propuestas escénicas que permitan un goce estético del baile popular», expresó Valle.
Según la coreógrafa, en la década de los 70 se dejó de bailar la música de las grandes bandas y se hizo una recreación, una hibridación de ritmos  con sello costarricense en que se improvisa el baile  de una forma muy particular, principalmente la cumbia. De ahí la popularidad del swing criollo.
«La oficialidad estaba al margen del baile popular, por lo que es acertada la decisión  del Ministerio de apoyar esta iniciativa. El baile en Costa Rica trasciende clases sociales, edades y regiones, es un rasgo de la cultura costarricense», puntualizó Valle.
Entre los planes de la CND está presentar «Nadie me quita lo bailado» en el Festival de las Artes en Limón. También se realizan gestiones para concretar una gira por el resto de Centroamérica y el Caribe en octubre.
Por otro lado, el espectáculo se presentará el año entrante una vez por semana en  el Teatro Popular Melico Salazar.
Además, se irá de gira por más de 20 comunidades durante el primer semestre de 2004 como parte de la iniciativa de sacar la danza de la capital. En esta oportunidad se espera contar con la presencia de una profesora que impartirá lecciones de swing criollo y bolero en las comunidades.
«El objetivo es fomentar la pluralidad cultural, revitalizar nuestras tradiciones y reforzar aspectos de identidad nacional,» concluyó Ovares.
Dónde y cuándo
Nadie me quita lo bailado» se presenta del 28 de agosto al 14 de setiembre, de jueves a domingo, a las 8 p.m., en el centro Bash, antiguo cine California.
El costo de las entradas es de ¢2000 regular y ¢1500 para estudiantes y ciudadanos de oro. Después de las presentaciones habrá noche bailable hasta las 3 p.m. con música de cabina; los sábados se presentará el grupo Timbaleo.
Para hacer reservaciones se puede llamar al 222 2974  o al 256 4838.

  • Jeymer Gamboa 
  • Cultura
Violence
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