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La juanilama es utilizada por los niños por su fuerte y especial olor, pero si se ingiere puede producir intoxicación.
Blanca Fernández, vecina de Naranjo, receta gárgaras de juanilama a sus nietos y nietas, cada vez que tienen dolor de garganta. Su medicación casera prevé un té por la mañana y otro por la noche antes de dormir, tal y como lo hicieron su mamá y su abuela.
Ella está segura que ese es uno de los mejores medicamentos para curar esa afección, pues es un remedio natural.
Sin embargo, la Dra. Beatriz Badilla Baltodano, máster en farmacología de la Universidad de Costa Rica (UCR), asegura que si bien es cierto la juanilama (lipia alba) contiene sustancias para aliviar la inflamación de la piel, su uso interno podría ser tóxico para las personas.
Al igual que esta planta, hay muchas otras que la población costarricense usa como remedio casero para aliviar enfermedades, pero que no han sido analizadas en laboratorios para comprobar su efectividad y determinar si son tóxicas.
Doña Blanca utiliza la manzanilla para el dolor de estómago, el té de hoja de sen para el estreñimiento, la menta para males digestivos y el té de tilo para calmar los nervios.
En cuanto a padecimientos respiratorios, receta la infusión de hojas de eucalipto para la congestión nasal, el té de zacate de limón para el resfrío, el ajo para el dolor de oído y el orégano para la tos.
Badilla y su equipo de investigación realizan varios estudios sobre farmacología de plantas medicinales.
Algunas son la ortiga blanca y la ortiga campaña, la ruda, la hierbabuena y la hierba de San Juan.
Estos datos son complementados con análisis de toxicidad, en los cuales trabajan Mercedes Arévalo Aguillón, licenciada en farmacia, y Mariángela Mata Guevara, máster en farmacología y profesora de toxicología de la Facultad de Farmacia de la UCR.
Ellas con sus investigaciones pretenden que el uso de plantas, como la juanilama, estén respaldados por un análisis completo de sus niveles de toxicidad y el riesgo que representa su uso interno.
GENERAN CÁNCER
Una de las plantas que investiga el equipo de Badilla es la menta (satureja viminia), la cual en algunas partes contiene sustancias con actividad mitogénica, lo que significa que podría estimular el crecimiento desordenado de células, es decir, generar cáncer.
Se pretende descubrir cuál de las sustancias de la planta presenta esta actividad y si ésta se encuentra en el té de menta que la gente comúnmente toma. De ser así, se informará a la población para que deje de consumirlo, aseguró.
Otro remedio casero muy popular es la leche de targuá, utilizada para afianzar las muelas de niños y niñas y corregir problemas de salud bucodental como la enfermedad de las encías. Sin embargo los estudios revelan que al igual que la menta, la leche de targuá produce mitosis celular y podría provocar cáncer si fuese ingerida.
MALA PRACTICA
El Dr. Nien-Tzu Weng, del Instituto de Investigaciones Farmacológicas de la UCR, detalló que el principal problema en el uso casero de plantas medicinales, es la cultura de automedicación imperante en Costa Rica.
Según el Dr. Weng, los tés de hierba buena, hoja de Sen, zacate de limón y romero utilizados para aliviar malestares menores, dependiendo de su uso y concentración, pueden ser nocivos para la salud.
Asegura que las personas acostumbran tomar cualquier bebida que les recomiende la vecina o el vendedor del mercado, sin conocer siquiera su procedencia.
Además, adquieren este tipo de plantas según las modas y muchos negocios las ofrecen para curar todo tipo de males.
Llamó la atención sobre tal práctica por cuanto estos comerciantes se aprovechan de la credulidad de la población costarricense con tal de vender cualquier cosa.
La Dra. Badilla también se refirió a esta problemática. Aseguró que en una ocasión visitó el Mercado Central acompañada de un taxónomo (especialista en plantas) y consiguió siete tipos distintos de la planta uña de gato, que solo es una, dos de las cuales eran tóxicas.
Alertó sobre esta situación pues representa un peligro para las personas que acostumbran consumir plantas medicinales, ya que al no conocerlas pueden recibir otra distinta que podría ser dañina para su salud.
Tanto Badilla como Mata insistieron en que se debe tener mucho cuidado, especialmente cuando las plantas no son muy conocidas. Es necesario solicitar la opinión de una persona especialista que realmente conozca cuál es y como debe utilizarse.
Es precisamente aquí donde radica la importancia de los estudios sobre farmacología y toxicidad de las plantas medicinales que se realizan en la Facultad de Farmacia.
Si bien es cierto, los tratamientos con plantas medicinales son una alternativa novedosa y efectiva en algunos casos, existen muchos riesgos en su consumo.
Por ejemplo, cuando un paciente deja su terapia o tratamiento con fármacos, por uno que le recomendaron en la macrobiótica, esto podría agravar su padecimiento y descompensar el balance químico de su cuerpo.
Otro riesgo es que menores de edad mastiquen plantas que están en los patios de sus casas porque creen que son medicinales y desconocen las consecuencias que pueden sufrir.
Un caso es el de la cara de mula que contiene sustancias irritantes que producen toxicidad local en la boca, en el caso de ser masticadas, y esto podría generar edemas orales, explicó la Dra. Mata.
Si le interesa conocer sobre las propiedades de una planta o sustancia específica, usted puede consultar en la Facultad de Farmacia, o en el Laboratorio de Ensayos Biológicos (LEBI) de la Facultad de Medicina de la UCR, mediante los números telefónicos 207-4565, 207-3083.
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