Debido a los elevados costos del mantenimiento de las imágenes, se ha restringido su acceso solo para las personas registradas en PrensaCR.
En caso de poseer una cuenta, hacer clic en “Iniciar sesión”, de lo contrario puede crear una en “Registrarse”.
La campaña de desprestigio contra el ICE es atribuida al interés por privatizar servicios rentables como las telecomunicaciones.
El Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) enfrenta en las últimas semanas el recrudecimiento de una campaña de desprestigio que se enmarca en la avidez de los sectores privados porque sus servicios de telecomunicaciones y energía sean abiertos a la iniciativa privada mediante la aprobación del Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos.
En esta apreciación coincidieron el miembro del consejo directivo del ICE -Hernán Bravo-, la diputada y presidenta de la comisión legislativa mixta que analiza el proyecto de reformas a esta entidad -Gloria Valerín-, y el vicepresidente del Sindicato de Ingenieros del ICE (SIICE) -Ricardo Segura-.
Aunque la mencionada campaña puede parecer solapada para quienes no están muy al tanto de los intereses económicos que se tejen contra el ICE, para otras personas -como la legisladora Valerín- esta es evidente y «tendenciosa».
Segura y Valerín prevén a corto plazo el estallido de una nueva crisis en dicha institución, mientras que Bravo confía en que pueda ser evitada.
La conflictiva situación fue confirmada a UNIVERSIDAD por su presidente ejecutivo -Pablo Cob- y por el vicepresidente de la Cámara de Exportadores de Costa Rica (CADEXCO) -Juan Francisco Montealegre- (ver informaciones aparte).
Si bien desde hace ya años el ICE sufre una arremetida tras otra por parte de los sectores empresariales e incluso gubernamentales que desean privatizar sus servicios, esta situación se incrementó en los últimos meses, ante lo que parece ser desesperación de estos grupos, en vista de que se acaban las rondas de negociación del TLC y este tema no forma parte oficial de la agenda.
Por eso es que detrás de las bambalinas públicas, se habla del peligro de que ante las muchas presiones sea «quitado del camino» el presidente ejecutivo del ICE -Pablo Cob-, un firme defensor del carácter estatal del ente. Esto fue confirmado por él (ver entrevista aparte), aunque afirmó que el mandatario Abel Pacheco le ha reiterado su apoyo.
Lo cierto es que las negociaciones sobre el TLC durante los últimos meses de 2003 serán cruciales, lo mismo que la situación financiera del ICE, cuyo desequilibrio podría desencadenar un nuevo enfrentamiento entre sindicatos y gobierno.
Cabe recordar que recientemente la Autoridad Reguladora de Servicios Públicos (ARESEP) no solo rechazó alzas solicitadas en las tarifas telefónicas, sino que en algunos casos hizo rebajas, lo cual implica pérdidas para el ICE por más de ¢7.600 millones.
Además, los sindicatos impugnan el acuerdo asumido por el consejo directivo con el gobierno, para no tener déficit el próximo año. Este lo adoptaron en el marco de las negociaciones que pusieron fin a la huelga de trabajadores de junio pasado, e incluso fue apoyado por el representante de los sindicatos, Mayid Halabí.
CRISIS FABRICADA
Al referirse a la nueva crisis que despunta para el ICE, la diputada Valerín la calificó de «fabricada y desde afuera; con una serie de cuestionamientos infundados, fundamentados en datos erróneos, datos atribuidos a mala fe, producto de una campaña de ciertos medios de comunicación, tendenciosa y dirigida obviamente no solo a desprestigiar a algunas personas que son símbolo de esta lucha, sino a socavar a la institución para justificar su venta».
Al preguntársele acerca de los que están detrás de esta campaña, Valerín apuntó los dardos hacia «un grupo importante de empresarios muy interesados en la apertura de las telecomunicaciones; me parece que el periódico La Nación ha hecho eco y ha sido la voz de este grupo empresarial». También mencionó que en todas las fuerzas políticas hay personas interesadas en esta apertura.
El propósito de dicha campaña -detalló- es desprestigiar al ICE y tener argumentos para privatizarlo. «Nunca había visto en la historia de este país, una campaña tan consistentemente armada, en contra de una institución del Estado. Ha sido una guerra despiadada, mal intencionada, para tergiversar números, decir verdades a medias, mentiras, y desprestigiar personas. Creo que han perdido todos sus escrúpulos en esto», criticó.
En su opinión, la eventual salida de Pablo Cob le haría un gran daño al ICE, ya que él ha cumplido con el mandato que le dio el presidente Pacheco, de impulsarlo como entidad estatal.
Una opinión similar tiene el dirigente sindical Ricardo Segura, quien afirmó que los trabajadores conocen los ejes estratégicos para defender la institución y sabrán manejarse a lo interno con prudencia.
El problema del acuerdo de déficit cero tendrá que resolverlo el consejo directivo del ICE y la responsabilidad política deberá recaer sobre el gobierno, dijo Segura.
Por su parte, el directivo Hernán Bravo expresó confianza en que todos los sectores hayan aprendido de lo que ha pasado en el último año y medio, para que así se pueda evitar una nueva crisis.
En torno al acuerdo de déficit cero, se inclina por negociarlo con los sindicatos y el gobierno, sobre todo cuando han trascendido los desequilibrios que podría experimentar en sus finanzas.
PRESIONES POR TLC
Para el vicepresidente del SIICE -Ricardo Segura-, las arremetidas contra el ICE no son nada nuevo, dado que las enfrenta desde hace varios años. No obstante, estima que la actual tiene un nuevo componente, que es el interés de ciertos grupos porque se apruebe el TLC y con ello la apertura de las telecomunicaciones y la energía.
Segura -al igual que Bravo- piensa que la inclusión de este tema podría darse en las últimas rondas, por efectuarse a finales de año.
Al respecto, Valerín y Bravo creen que la inclusión del tema de la apertura de las telecomunicaciones en las negociaciones del TLC solo será posible si el gobierno cambia de posición y seguramente habrá presiones de Estados Unidos. «Yo confío en que el presidente Pacheco va a mantener su posición y allí estaré respaldándolo hasta el último momento», anunció la diputada socialcristiana.
De haber un cambio de parecer, se podría revivir con ello el conflicto que generó el llamado «combo del ICE» e iríamos a una nueva confrontación social, recordó.
«Nuevamente podría sucederle al mandatario lo que le ocurrió al entonces presidente Miguel Angel Rodríguez: que precisamente los sectores empresariales y el periódico La Nación, que fueron los que más atizaron para que el presidente Rodríguez se lanzara a esa aventura, fueron los primeros que lo dejaron solo y salieron corriendo», advirtió.
Por otro lado, Segura sostiene que los embates contra el ICE están articulados y, por eso, no le extrañará que sus enemigos hagan lo imposible para que no se le fortalezca mediante el proyecto que se discute en la Asamblea Legislativa.
Este documento no posee notas.