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El expresidente de la República, fue enfático en que el Tratado de Libre Comercio (TLC) no traerá ningún beneficio a nuestro país.
Aclaró que algunos puntos del tratado afectarán a los agricultores, como es la política proteccionista interna de los Estados Unidos y la prohibición del uso de los medicamentos genéricos.
Así lo expuso en el foro «El TLC y las implicaciones para el sector agrícola de Paraíso», organizado por la Cátedra Florencio del Castillo, del Recinto Universitario de Paraíso de la UCR, en el marco de la semana cívica que se celebra en el país.
Carazo manifestó su preocupación por la falta de información que existe sobre este tratado. A diferencia del resto de Centroamérica, Costa Rica no ha abierto salas de lectura en los que se pueda acceder a los textos del tratado, por tanto la información disponible se ha obtenido de los equipos negociadores estadounidenses y centroamericanos; «desconocemos en qué términos estamos negociando,» dijo.
Sobre el tema, Josué Artavia, director ejecutivo de la Corporación Hortícola Nacional, mostró su preocupación. «Si nosotros como Corporación estamos bastante ayunos, imagine cuánto más desinformada puede estar la población. Nos preocupan especialmente los legisladores», puntualizó.
Respecto a la política proteccionista de los Estados Unidos hacia su sector agrícola, Carazo explicó que si bien suben los aranceles (impuestos de entrada de un producto a ese país) y se otorgan subsidios (dinero que paga un gobierno a los agricultores para estimular la producción), al mismo tiempo se pide a Costa Rica bajar los aranceles, lo que deja en clara desventaja a nuestro sector productivo.
«Mientras a los productores estadounidenses en el 2002 la Ley agrícola les aprobó un fondo de $190. 000 millones en subsidios y cuentan con las mejores condiciones de infraestructura y transporte, los costarricenses no reciben ni un cinco, además de lidiar con caminos en mal estado para sacar sus productos», dijo.
El exmandatario citó el ejemplo del comercio del pez Bagre (cat fish) entre EE.UU y Vietnam, nación a la cual abrieron su mercado. Cuando la cuota vietnamita empezó a llenarse, los estadounidenses suspendieron la importación para proteger a sus productores. Alegaron que los peces en Vietnam estaban envenenados con los químicos que ellos mismos habían lanzado durante la guerra en ese país.
Criticó también la contradictoria posición de nuestro país pues mientras en la Organización Mundial del Comercio (OMC) es firme contra el proteccionismo de los Estados Unidos y la Unión Europea, negocia un tratado en el cual acepta la aplicación de los subsidios en EE.UU.
Además, con la recién aprobada ley de Bioterrorismo en los Estados Unidos, para permitir la entrada de productos exigen la presencia de un representante de cada producto que vele por la calidad y las condiciones de mercadeo, lo que es otra traba a la competitividad.
Otro punto de discrepancia es lo referente a la propiedad intelectual y el uso de genéricos (productos químicos sin marca) como agroquímicos. De prohibirse estos y cambiarse por químicos de marca, los costos de producción aumentarían en promedio un 25%, según el tipo de cultivo, aseguró.
Esta problemática con los genéricos también se aplicaría con las medicinas de la Caja Costarricense del Seguro Social, la cual -valoró Carazo- tendría que cerrar al ver multiplicados sus gastos.
Tanto Carazo como los agricultores hicieron un llamado a la población y en especial a la juventud para que exija información veraz y amplia.
«El tratado tiene que ser estudiado pues en esa negociación su futuro se ve comprometido y tendrán que vivir más años que nosotros los viejos bajo los términos de ese tratado», advirtió Carazo.
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