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¿Agricultura pagará los platos rotos?

Gobierno lo niega pero agricultores afirman que es una amenaza posible.

Gobierno lo niega pero agricultores afirman que es una amenaza posible.
Los paperos insisten en que el gobierno incumplió pactos para desarrollar programas que reactiven el cultivo de papa y cebolla, por lo que piden estar fuera del TLC.
La incertidumbre se come los nervios del sector agrícola nacional que aún teme ser «negociado» por los principales representantes costarricenses en el Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos, en particular ahora que las presiones de los republicanos se han endurecido.
Geovanni Masís, presidente de la Corporación Hortícola Nacional, dijo a UNIVERSIDAD que la advertencia sobre posibles concesiones en el comercio agrícola nacional serían hechas si se excluye el rompimiento del monopolio de telecomunicaciones como parte de ese convenio.
«Sostuve una reunión el 25 de setiembre con Fernando Ocampo, Director General de Comercio Exterior y me dijo que si no se llegaba a un acuerdo con Estados Unidos sobre este tema existían grandes posibilidades de que se hiciera una especie de canje por aspectos importantes del sector agrícola», aseguró.
Dijo que las aseveraciones fueron hechas delante del vicepresidente de la Corporación, Carlos Zamora.
Sin embargo, Ocampo -quien es además el negociador por el país en la mesa de Acceso a Mercados del TLC- negó rotundamente que haya dicho eso, según su representante de prensa, Carol Uriza.
«Asegura que nunca dijo tal cosa en una reunión, que no es cierto», detalló la periodista.
Los presidentes centroamericanos aseguraron poco antes de una reunión el 11 de abril pasado con el mandatario estadounidense, George W. Bush, que le darían prioridad al tema del agro y que prestarían especial atención a las diferencias de tamaño entre los mercados de Centroamérica y Estados Unidos al negociar los términos de libre comercio en diferentes rubros, lo cual causó esperanza entre los productores.

SIGUEN LAS CONTRADICCIONES

Por otra parte, se consultó al Ministro de Comercio Exterior, Alberto Trejos, si no abrir las telecomunicaciones y pertenecer al G-22 (el grupo de países pobres integrados en la Organización Mundial del Comercio) implicaría presiones de Estados Unidos para quedar fuera de este organismo, a lo cual respondió :»Lo segundo definitivamente no. Creo que todos hemos sabido desde un principio que lo primero puede tener implicaciones», aseguró.
El 2 de octubre, un día después de la visita que efectuó a Costa Rica el Secretario Comercial de los Estados Unidos, Robert Zoellick -cuando el gobierno persistió en su posición de no abrir las telecomunicaciones- Trejos dijo en El Salvador durante un encuentro con sus homólogos centroamericanos y el mismo delegado estadounidense que «Costa Rica desarrollará un proceso de consulta para tomar una decisión soberana sobre la apertura».
El jerarca costarricense explicó a la agencia AFP que existe «la necesidad de diagnosticar la situación y, con base en eso, tomar una decisión ya razonada, una decisión soberana sobre cómo vamos a abordar este tema y, sobre esa base, vamos a negociar».
Incluso, Zoellick se ofreció a hablar directamente con los sindicatos del ICE, pero estos se negaron de inmediato.

APOYARSE ES LA CLAVE

Ante este panorama, Geovanni Masís se mostró interesado en buscar un acercamiento con los sindicatos del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) por si se dan negociaciones internacionales que pongan en riesgo a los sectores productivos del agro y las telecomunicaciones.
«Decir que no a un tratado de este tipo es ser estúpido e irresponsable, porque nos quedaríamos sin nuestro mayor socio comercial. Pero también debemos defender nuestra soberanía alimentaria, porque los negocios del futuro serán no solo los alimentos sino también el agua», explicó.
Para él es inconcecible que se le haya dado prioridad al tema de telecomunicaciones cuando Costa Rica siempre ha vivido de la agricultura.
«No vamos a ceder en productos que son muy estratégicos como las cebollas y el tomate, aunque hemos mostrado una actitud abierta para modificar la comercialización de minivegetales, tubérculos, zanahorias y brócoli».

EVITAR LAS FISURAS

Si el Ministerio de Comercio Exterior (COMEX) entrara a hacer los mencionados «canjes», podrían darse fricciones entre los principales líderes agrícolas y los del ICE, vaticinó Jorge Arguedas, coordinador del Frente Interno de Trabajadores (FIT) que pertenece a esta entidad.
El sindicalista argumentó que los desacuerdos se darían ante la enorme presión que sentirían los agricultores «pero lo conveniente es ir trabajando el tema, por si se dan esos giros comerciales, para que no lleguemos a un extremo».
«Por eso es tan importante el cumplimiento de la palabra del presidente Abel Pacheco y evitar este tipo de canjes. Conociendo al sector agrícola sé que no tendrían muchas posibilidades de verse sometidos a estos dictámenes, como sucedió con los tratados de libre comercio con Chile y México».
Para amalgamar «en un solo cuerpo esta lucha de la representación civil y sindical» el FIT hará un foro el 12 de octubre en el Hotel Balmoral.
La importancia de mantenerse unidos también fue destacada por Albino Vargas, secretario general de la Asociación Nacional de Empleados Públicos (ANEP).

«NO AL CHANTAJE»

Vargas aseguró que cada vez son más insistentes los rumores de que Costa Rica cedería en propiedad intelectual -con especial énfasis en los genéricos de medicamentos-, seguros y una apertura en el manejo de hidrocarburos, que es monopolio de la Refinadora Costarricense de Petróleo (RECOPE).
«Ese sería el premio de consolación de no llegarse a incluir las telecomunicaciones en el TLC», puntualizó.
«Me parece que una especie de chantaje de negociar un gran sector por otro sería inadmisible, vulgar, crearía fisuras en una corriente social que se unifica frente al tratado. La confrontación se dará entre diputados y otros sectores, no entre las organizaciones sociales y sindicales».
Carlos Hernández, de la Mesa Nacional Campesina, considera que entre los principales productos agrícolas que serán afectados están los frijoles, el arroz, las hortalizas y las especies animales menores como aves y cerdos.
«Todavía esperamos una actitud de información mayor del COMEX para brindar datos más precisos sobre los plazos de desgravación de los productos negociados», recalcó.
La Mesa Campesina ha hecho propuestas a ese ministerio sobre proyectos específicos en capacitación, tecnología y desarrollo empresarial, además de programas diferenciados para las Pequeñas y Medianas Empresas (Pyme), pero aún no ha recibido respuesta alguna.
ANGUSTIOSA ENCRUCIJADA
El sector agrícola nacional es uno de los que pasa más congojas por ser uno de los posibles sacrificados en el Tratado de Libre Comercio (TLC) que se firmaría entre Centroamérica y Estados Unidos. Algunos datos por tomar en cuenta son:

* La Corporación Hortícola Nacional estima que los agricultores nacionales no deberían quedar fuera del TLC porque se tiene una relación comercial que llega a los $6.174 millones anuales.
* Lo anterior representa cerca del 30% del valor agregado que tiene Costa Rica con ese país norteamericano.
* Los negociadores estadounidenses insisten en que ciertos artículos no deben excluirse del tratado como las papas o las cebollas, lo cual ha pretendido dicha corporación ante los altos subsidios que tienen los productores estadounidenses.
* Otros productos denominados «sensibles» para el istmo son el maíz, las hortalizas, la soya, el maní y el sorgo.

FUENTE: Publicaciones de los periódicos La Nación, Al Día y el Semanario UNIVERSIDAD.

  • Fernando López González 
  • País
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