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Zoellick deja su huella

La salida de Costa Rica del G20 es solo una muestra de la huella de Robert Zoellick en la política nacional. En la foto poniéndose los audífonos para escuchar la traducción en Casa Presidencial. (Foto: Allen Campos)

La salida de Costa Rica del G20 es solo una muestra de la huella de Robert Zoellick en la política nacional. En la foto poniéndose los audífonos para escuchar la traducción en Casa Presidencial. (Foto: Allen Campos)
Desde que puso un pie en el país, Robert Zoellick,, representante comercial de Estados Unidos, cayeron como en cascada  una serie de hechos que están muy lejos del azar y que muestran un cambio en la balanza a favor de la firma de un Tratado de Libre Comercio entre Centroamérica y los Estados Unidos (CAFTA), sin mayores condiciones.
 
Lo primero que se desvanece es la posición firme del presidente Abel Pacheco y de su equipo negociador, de no discutir la apertura de telecomunicaciones dentro del marco del  TLC y Centroamérica. Muestra de ello,  es que antes de iniciar esta VIII Ronda de negociaciones en Houston, el 13 de octubre, el mandatario envió una carta con claras instrucciones a su Ministro de Comercio Exterior, Alberto Trejos, para que «proceda a indagar cuál es la posición de los negociadores de EE.UU. sobre el tema de telecomunicaciones». Para  hablar sobre este tema se realizó una cita bilateral entre Costa Rica-EE.UU. a finales de la octava ronda.
Habían pasado 6 días de la visita de Zoellick al país, cuando el ministro Trejos anuncia de manera intempestiva, la salida  inmediata de Costa Rica del polémico grupo de naciones del Tercer Mundo G 20, que pidieron en Cancún  la eliminación de los subsidios agrícolas otorgados por los Estados Unidos y la Unión Europea a sus agricultores. Trejos negó que la salida del G20 obedeciera a presiones de EE.UU.
Pero, también resurgió con fuerza la figura del expresidente Oscar Arias en diversos medios de comunicación, a los cuales amplió su posición de favorecer la ruptura de monopolios en telecomunicaciones y seguros. Las apariciones de representantes del Partido Liberación Nacional como el presidente, Francisco Antonio Pacheco y diputados verdiblancos como Edgar Mohs, en favor de la apertura para lograr «mayor competencia», aunque no necesariamente «la privatización», aumentan su tono día con día, sin mayor tapujo.
A lo anterior se suman varias campañas de sectores empresariales del país que presionan porque Costa Rica no quede fuera del TLC y amenazantes predicciones sobre la tragedia que significaría para el país quedar excluido de dicho plan.
Se incluye aquí al mismo presidente Pacheco, quien expresó en días pasados: «Si el diablo hace que quedemos fuera del TLC, ¿qué vamos a hacer, nos vamos a sentar a comernos nosotros todos los bananos que producimos?».

CERRANDO EL CICLO

Miguel Sobrado, sociólogo y analista que ha participado en política exterior, compartió con UNIVERSIDAD su percepción. «Zoellick ha traído un lenguaje muy descarado e introducido de manera bastante clara las reglas del juego en este proceso de negociación. Ha sido aleccionador para que el país vea el trasfondo que hay detrás de esto porque normalmente hay un poco más de diplomacia».
Agregó que las afirmaciones del representante estadounidense cierran un ciclo de negociaciones con el fin de imponer una resolución final.
Sobrado indicó que «quienes están empujando esto lo están haciendo por intereses personales, sobre todo en el campo de las telecomunicaciones. Y es evidente que hay un clima en el que están preparando todo y confían en pasar el tratado ahora, mientras es la tamalera y la gente está agarrando su aguinaldo».
En su criterio, tampoco es tan sencillo decidir que Costa Rica se queda por fuera del tratado porque para EE.UU. sería un fracaso firmar un TLC sin el país. «Sería excluir al mercado que más consume, donde hay la mejor mano de obra. Nuestra capacidad no es la misma que la de Honduras y Guatemala, que no son potencias de paz». Sobrado piensa que no va a ser tan fácil que las industrias simplemente se muden a Guatemala, donde hay 12 secuestros diarios.
Él asegura que nunca ha sido enemigo del tratado en sí mismo,  pero que no nos pueden simplemente asustar con un «par de taconazos y mandarnos a callar, no se puede sólo llegar y decir: sí míster Bush».
Asimismo, opina que el Ministro Trejos está jugando mucho mejor papel que el presidente Pacheco. «La reacción de don Abel ha sido muy pobre, plantea las cosas en blanco y negro y lo pone como que si no firmamos este TLC nos morimos de hambre, y no es así».

  • Fabiola Pomareda G. 
  • País
KidnappingNational LiberationPartido Liberación Nacional
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