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¿Qué representan las remesas que envían a sus familias los ticos y nicas en el extranjero?, ¿porqué migraron y qué labores realizan?, ¿dónde están los migrantes y cuánto añoran volver?, son algunas de las preguntas que responde la investigación realizada por el antropólogo y demógrafo Juan Carlos Vargas, del Centro Centroamericano de Población (CCP) de la Universidad de Costa Rica.
Los encuestadores realizaron su trabajo de campo en las comunidades de ticos y nicas en Los Ángeles, New Jersey, Dallas y Miami.
Por primera vez en el país se emplea la metodología denominada etnoencuesta, para analizar el tema de la migración de costarricenses y nicaragüenses hacia Estados Unidos y Costa Rica.
Esta metodología fue creada hace 20 años por los antropólogos y sociólogos Jorge Durán y Douglas Massey, de la Universidad de Pennsylvania, y es un instrumento ideal en este caso, porque implica realizar una encuesta específica de migración uniendo las fortalezas del trabajo de campo antropológico y el muestreo en sociología. Así se logra una «historia de vida migratoria, en formato cerrado», por lo que tiene amplia riqueza interpretativa.
En esta ocasión se escogieron nueve comunidades rurales, semi rurales y urbanas de Nicaragua, en los Departamentos de Managua, Matagalpa, Estelí, Madriz, Chinandega, León, Carazo y Rivas. Asimismo, se incluyeron cuatro comunidades rurales y urbanas de nuestro país, en Pérez Zeledón, Nicoya, Alajuela y San Carlos, y se les dio seguimiento a los nicaragüenses en Costa Rica y a nicaragüenses y costarricenses en Estados Unidos.
En total se hicieron entrevistas en 2.390 viviendas, 1.597 en Nicaragua y 793 en Costa Rica, y el seguimiento en Miami y Los Ángeles se ha realizado en 85 viviendas de nicaragüenses, y 37 de ticos entre New Jersey, Dallas y Miami. En el caso de los nicaragüenses en Costa Rica, se han realizado en 113 casas.
HALLAZGOS DE LA ESTADÍSTICA
Algunos de los resultados de la encuesta permiten confirmar que la migración de Nicaragua hacia Costa Rica es histórica y que desde 1800 ha sido predominante. En el censo nacional de 1984, comentó el M.Sc. Juan Carlos Vargas, se registra que entre un 2.5% y un 3% de la población la conforman nicaragüenses. En 1990 se da un importante aumento de migrantes por razones políticas y económicas, y la cifra llega al 6% de la población nacional, es decir más de 22.600 personas.
La etnoencuesta permite conocer las características demográficas básicas, así como información detallada del jefe de hogar y su compañera(o), del movimiento migratorio de los demás miembros de la familia, datos sobre los bienes que poseen, el tipo de vivienda, sus condiciones socioeconómicas, y sus redes de relación con otros familiares que también han migrado.
Asimismo, es posible saber acerca de su experiencia en el país de destino, la educación de los hijos, el uso del bienestar social, las remesas y el envío de bienes en especie, lo que permite obtener datos de gran riqueza para la toma de decisiones por parte de las instituciones relacionadas con los migrantes y los gobiernos.
La mayoría de los nicaragüenses que migran lo hacen hacia Costa Rica (63%); el segundo destino es Estados Unidos (37%). Los migrantes tienen un nivel de escolaridad un año mayor que el promedio nacional en Nicaragua, aunque los más jóvenes y con menos escolaridad vienen a Costa Rica y los de más edad y mayor nivel educativo van a Estados Unidos.
A pesar de que los nicaragüenses se van de su país por razones diferentes a las de los ticos, las edades y niveles educativos de los migrantes de ambas naciones son muy similares, de acuerdo con la encuesta.
¿A QUÉ SE DEDICAN?
Las labores que ejecutan ticos y nicas en los países de destino son distintas a las que hacían en su patria. Por ejemplo, los campesinos y oficinistas ticos y nicas se dedican a trabajar en restaurantes, en mantenimiento de casas (pintura, jardinería, reparaciones) y a lavar carros.
En Estados Unidos, los nicaragüenses tienden a permanecer más tiempo que en Costa Rica, y por ejemplo se han colocado como choferes en Los Ángeles, y en pequeños comercios de comida, bienes y servicios en Miami.
Los costarricenses migran en igual proporción de hombres y mujeres; solo hay una diferencia en el cantón de Pérez Zeledón, en donde la mayoría son hombres. Una proporción similar entre sexos se mantiene en la migración de nicaragüenses, tanto hacia Costa Rica como a Estados Unidos.
Los ticos migran por razones económicas y por aventura en el caso de los más jóvenes, mientras que los nicaragüenses en los años 80 lo hacían por razones políticas y huyendo del servicio militar, y actualmente buscando oportunidades de ascenso económico.
Los nicaragüenses permanecen un promedio de 2.9 años en Costa Rica. El 80% se queda menos de un año y tiene una escolaridad de 6.1 años en promedio. De acuerdo con la encuesta, el 45% de los que habían migrado al país ya habían retornado.
A partir del año 98, donde se da el pico más alto de migración, hay una tendencia a bajar el volumen de migrantes. Este fenómeno está sucediendo actualmente en ambos países y el número viene en declive desde 1990, en el caso de los Estados Unidos. Todos los ticos entrevistados en dicho país añoran volver; los nicaragüenses no están tan seguros de querer regresar, aunque sí manifiestan apego por su patria.
En cuanto a las remesas (dólares) que envían los migrantes ticos y nicas a sus familias, en la encuesta se revela que se reciben más procedentes de Estados Unidos que de Costa Rica, en el caso de los nicaragüenses. No obstante, este dinero es percibido como una remesa pequeña en la mayoría de los casos; solo el 20% de las familias la consideran sustancial, es decir que viven de ese ingreso.
La ayuda en especie (regalos, vehículos, etc.) no está considerada en las remesas. El investigador explicó que algunas de estas comunidades de migrantes han enviado fondos para la construcción de obras de bien comunal.
UTILIDAD DE LA ENCUESTA
La etnoencuesta se convierte en un instrumento de gran utilidad, debido a que se logra obtener datos cuantitativos muy precisos que favorecen la riqueza interpretativa; además recupera aspectos históricos de gran interés para la toma de decisiones.
El estudio incluye información de las comunidades con experiencia migratoria, tales como historia, servicios, distancia de otros centros de población y desarrollo de la infraestructura.
Se contó con la ayuda de estudiantes de Trabajo Social de la Universidad Centroamericana (UCA) de Nicaragua, gracias a la relación que se estableció con la Prof. Marta Gutiérrez, del Departamento de Ciencias Sociales. En el trabajo de campo en nuestro país, se ha contado con la colaboración de alumnos de Ciencias Sociales de la UCR.
Debido a su calidad, este estudio fue avalado por el Proyecto de Migración de América Latina (LAMP) de la Universidad de Pennsylvania, que ha brindado apoyo, especialmente técnico, así como el empleo de la metodología.
El LAMP y el CCP decidieron poner en común el uso de los datos del proyecto para investigadores del área, quienes podrán venir a la UCR a aprender la metodología.
Las bases de datos de esta investigación pueden ser consultadas en las siguientes direcciones: http://ccp.ucr.ac.cr y en http://www.pop.upenn.edu/lamp.
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