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Grupos locales generan miedo colectivo para provocar cierre de negociaciones comerciales a su favor
Los empresarios nacionales han presionado para que se apruebe el TLC. Aquí la mesa de negociación sobre textiles en la octava ronda.
La creación de un clima psicológico de terror al dar la idea de que si no se firma el Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos, se perderían 146.000 empleos, es parte de una estrategia empresarial para intimidar a la población costarricense o manipular sus opiniones a favor de este convenio.
Esta convicción es sostenida tanto por sindicalistas como por un sector crítico del empresariado nacional, mientras otro lo niega rotundamente.
Henry Mora, director de la Escuela de Economía de la Universidad Nacional (UNA) considera que las constantes apariciones de columnas, artículos, anuncios pagados y entrevistas en la prensa por parte de la Unión de Cámaras así como la Cámara de Comercio articulan una estrategia para favorecer la aprobación del TLC sin considerar aspectos muy graves.
«En el contexto de arrinconamiento que hace Estados Unidos a Centroamérica para que los temas más estratégicos se negocien hasta la última ronda, el empresariado costarricense de línea más dura presionan para que el TLC se firme a como dé lugar», especificó.
Samuel Yankelewitz, de la Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones de Empresa Privada (UCCAEP), reconoció que como gremio empresarial defienden sus derechos y oportunidades en este tratado pero negó que manipularan la opinión pública o a la prensa.
Emilio Bruce, presidente de la Cámara de Comercio de Costa Rica dijo que es lógica la existencia de una estrategia como grupo empresarial para obtener los mayores beneficios del TLC, pero también negó que forme parte de un plan mayor concertado entre industriales y comerciantes.
«ES NOTORIO»
Albino Vargas, Secretario General de la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP) consideró que sí existe una estrategia planificada con un doble propósito: llevar a la sociedad contra la pared, «potenciar un chantaje económico y cerrar toda posibilidad de cuestionamiento, transparencia y seguridad ciudadana».
Para este representante, quien ha tenido una tensa relación con los mencionados líderes empresariales, se busca aprobar a golpe de tambor un convenio comercial en el que ellos salgan favorecidos aún a costa de sectores en gran desventaja como el agrícola.
El subsidio que los Estados Unidos da a sus agricultores llega a más de $1.000 millones diarios, lo cual causa una gran asimetría entre los productores nacionales y aquellos.
«Se quiere, a la vez, asestar un golpe mortal a los sindicatos. Piensan que los TLC acabarán con ellos porque están por encima de ciertas legislaciones como la laboral».
«Para mí un grupo oligarca del país le dijo a Robert Zoellick, Secretario de Comercio de los EE.UU. lo que tenía que decir el pasado 2 de octubre cuando estuvo en Casa Presidencial. La presión para que las telecomunicaciones se abrieran no es casual», expresó el representante sindical.
Óscar Arias, expresidente de la República, se manifestó en las últimas semanas a favor de una apertura que denomina «gradual», especialmente en lo que se refiere a las telecomunicaciones.
«Este exmandatario se monta para legitimar la apertura. Él cumple un rol aglutinador del Partido Liberación Nacional (PLN) que ya también se manifestó a favor. Es el relacionista público número uno de los sectores oligárquicos nacionales en favor de la apertura», puntualizó Vargas.
Para Vargas, si se fuerza la firma de un tratado que no le convenga al país y tanto el presidente Abel Pacheco como los diputados avalan este hecho, se definirán marchas por las calles en protesta para frenar ese proceso.
«San Carlos, Limón, San Ramón y Pérez Zeledón son algunas de las zonas donde existen grandes comités cívicos que se manifestarían cuando el proyecto del TLC llegue a la Asamblea Legislativa. Pronosticamos una fuerte revuelta popular. La democracia de la calle es la única garantía para que Costa Rica no sea arrasada por un libre comercio que nos estrangulará completamente».
Para el sindicalista algunas de las negociaciones que más controversia causarán será lo dispuesto en Propiedad Intelectual, el capítulo de ambiente y el de solución de controversias.
GEOPOLÍTICA ES FUNDAMENTAL
Para el economista Henry Mora la estrategia estadounidense encuentra su réplica en los sectores oligárquicos de cada nación centroamericana que, históricamente, han tenido un nexo con los grandes industriales y comerciantes de los Estados Unidos.
«Este país no puede ceder con el istmo porque cuando comience a negociar con otras naciones, como Perú, Bolivia, Panamá y El Caribe, le pueden reclamar los mismos logros que obtuvo Centroamérica», explicó el especialista.
Algunos de los temas que resultan cruciales sobre todo en la presente fase de negociación final son «las compras gubernamentales, el ampliar el plazo de patentes para los productos agroquímicos y medicamentos genéricos».
En contraste se logró el libre acceso de productos costarricenses a EE.UU. en lo que se refiere a industria; en agricultura se consolidó el acceso sin aranceles mediante la Iniciativa de la Cuenca de Caribe (ICC) a algunos bienes de exportación como melones, chayotes y plantas ornamentales.
Hay avances en reglas de origen ya que el país norteamericano permite que se usen telas de naciones con las cuales se tienen firmados TLC.
El presidente Pacheco negaba rotundamente que las telecomunicaciones del país se iban a privatizar y lo mismo repitieron hasta el 2 de octubre anterior el ministro Trejos y Anabel González, Embajadora Especial para las Negociaciones Comerciales con Estados Unidos.
Fue durante la visita de Robert Zoellick, Secretario de Comercio de Estados Unidos cuando el país entero se mostró disgustado con la evidente presión que ejerció el encargado comercial, quien mantuvo un estrecho nexo empresarial con Bush en la desaparecida compañía Enron, luego de uno de los mayores escándalos financieros ocurridos en la primera potencia mundial.
Peter Brennan, jefe de prensa de la embajada estadounidense en el país reconoció en una visita de cortesía hecha a UNIVERSIDAD hace un mes, que para Estados Unidos el TLC y la Academia Internacional para el Cumplimiento de la Ley (ILEA, por sus siglas en inglés) tenían un interés más geopolítico que comercial o promocional.
Esta misma conceptualización fue expresada recientemente por Ottón Solís y por Juan Francisco Montealegre, vicepresidente de la Cámara de Exportadores de Costa Rica (CADEXCO) consultados sobre este tema por aparte.
En telecomunicaciones lo que más interesa a Estados Unidos es la apertura en Internet Avanzada que sería la «posta» de la carne, ya que la telefonía futura será satelital, más que fija o celular como es ahora.
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