Debido a los elevados costos del mantenimiento de las imágenes, se ha restringido su acceso solo para las personas registradas en PrensaCR.
En caso de poseer una cuenta, hacer clic en “Iniciar sesión”, de lo contrario puede crear una en “Registrarse”.
Sede de la Academia de Guardacostas en Golfito
Golfito registra gran movimiento en los últimos meses pues se impulsa la construcción de un proyecto turístico tendiente a revitalizar la zona; pero el trámite está detenido por el desorden que impera con los títulos de propiedad de estos terrenos y porque está pendiente la aprobación de un plan regulador.
Sin embargo, los inversionistas extranjeros que en setiembre presentaron el proyecto en Casa Presidencial ante un grupo de ministros como parte del «lobby» que realizan, también se acercaron a la Universidad de Costa Rica (UCR), interesados en alquilar una parte de las instalaciones que posee la UCR en Golfito. Asimismo, según aseguraron fuentes consultadas, los empresarios ya habrían negociado la compra de terrenos en la zona.
Golfito, al sur del país y donde la United Fruit Company tuvo grandes plantaciones de banano en el siglo pasado, sigue siendo hoy una zona estratégica por su ubicación, facilidades, servicios y potencial turístico. El Depósito Libre de Golfito es ahora el generador de empleo más importante, aunque su futuro es incierto.
Ubicado a 300 km. de San José, por la carretera Interamericana Sur, Golfito se encuentra en el interior del Golfo Dulce, muy cerca de Panamá y también cuenta con una pista de aterrizaje.
Además, este es uno de los puntos clave para el Convenio de Patrullaje Conjunto contra el narcotráfico, firmado entre Estados Unidos y Costa Rica. Aquí también funciona una academia de guardacostas y los pobladores son testigos, además, del arribo constante de los «marines» estadounidenses.
Todos estos aspectos son relevantes para comprender la importancia del lugar por su ubicación estratégica.
Actualmente el»Proyecto de Revitalización del Distrito de Golfito» se consulta ante la CIMAT, dependencia del Instituto Costarricense de Turismo (ICT).
Según consta en la documentación presentada por la Sociedad Hacienda El Dorado, una parte del plan sería el Complejo Villa Costera Peatonal, compuesto por un hotel de 250 habitaciones, un muelle atracadero para cruceros y una marina con espacio para 200 embarcaciones. Este se ubicaría frente al muelle de Golfito y restauraría la zona donde estaba el ferrocarril y los caseríos aledaños con «arquitectura que complementará el carácter histórico de los edificios originales». También habría un «ecoparque con paseos y senderos a través del río y los manglares».
Por otra parte, el Complejo Recreativo Peninsular Exclusivo se ubicaría en Isla Grande, frente a Golfito, donde se construiría un hotel cinco estrellas, un centro de conferencias y una marina para 250 embarcaciones. «La ecología natural de la península será preservada, sendas ecológicas naturales serán implementadas a través del complejo para proveer acceso a extensos ríos y cascadas».
El impulsor de este proyecto es James Donald Lynskey, quien presentó la propuesta hace un mes ante la CIMAT, y ante la Secretaría Nacional Ambiental; la semana pasada consultó si ya existe una primera respuesta a su iniciativa.
Francisco Aragón Solórzano, coordinador de la unidad técnica del CIMAT, explicó que el proyecto está frenado porque existe un problema legal muy complejo sobre la tenencia de la tierra en el área frente al muelle, que perteneció a la bananera. En principio estos terrenos son de la Dirección de Puertos de Golfito pero hay otras áreas que están en análisis, comentó.
Asimismo, en la isla se requiere un plan regulador, por lo que la empresa pagó los estudios técnicos para éste y ya el ICT lo aprobó. Ahora se requeriría el visto bueno del Instituto Nacional de Vivienda y Urbanismo (INVU) y una audiencia pública convocada por la Municipalidad de Golfito. Sólo después cumplidos dichos requisitos podrían iniciarse las obras.
MÁS QUE PALABRAS
También hay un interés por parte de estos inversionistas en alquilar una parte de las instalaciones de la UCR en Golfito para usarlas como oficinas. Dichos edificios, que están en un terreno de cuatro hectáreas, son administrados por la FUNDEVI. «Nos han hablado en varias ocasiones de que quieren alquilar las instalaciones y restaurarlas; participé en una exposición que hicieron en Casa Presidencial con varios ministros y alcaldes de la zona, en setiembre», aseguró Roberto Guillén, delegado ejecutivo de FUNDEVI.
Claudio Barrantes, administrador de las instalaciones de la UCR en Golfito, comentó que los inversionistas ya han dado adelantos por compra de tierras. «Hablan de que van a construir hoteles y concesionar el muelle, han hablado con nosotros porque le han ofrecido a FUNDEVI alquilarles un inmueble, lo cual es factible pero un poco difícil.»
Aparentemente esto sólo ha sido comunicado a la Junta Directiva de FUNDEVI pero no se ha planteado oficialmente a la UCR. «Tendríamos que analizar lo que le conviene a la universidad y cuánto están ellos dispuestos a invertir en la restauración del edificio. Las condiciones las pondríamos nosotros», dijo Guillén.
Actualmente la UCR alquila espacios a diversas instituciones, entre ellas al Área de Conservación de Osa, del Ministerio de Ambiente; al Registro Civil; a la JUDESUR, y al Instituto Nacional de las Mujeres. En promedio pagan ¢1.400 por metro cuadrado.
Con la Caja Costarricense del Seguro Social y con el Patronato Nacional de la Infancia se tiene una relación de «comodato», o sea les prestan las instalaciones, y ellos las arreglan pero no pagan alquiler.
La UCR invierte ¢29 millones al año por mantener estas instalaciones. De esta suma, ¢17 millones los aporta FUNDEVI, y los ¢12 millones restantes las instituciones inquilinas.
MOVIMIENTOS DE GUARDACOSTAS
En Golfito también existe bastante movimiento de oficiales de la marina estadounidense desde marzo de 2000, cuando se inició el convenio de patrullaje conjunto. Alejandro Sotela, jefe de operaciones del Servicio Nacional de Guardacostas del Ministerio de Seguridad, informó que cada mes arriban alrededor de 12 navíos, entre embarcaciones de guardacostas y navales. La diferencia entre ambas son los objetivos, explicó, pues las navales tienen características militares.
En general, estos oficiales se encargan de la lucha contra el narcotráfico en el mar, pero también realizan operativos en la montaña y colaboran con la búsqueda y rescate de otras embarcaciones, señaló Sotela.
La Academia de Guardacostas -que también funciona en Golfito y anteriormente se llamaba Academia Naval- es para profesionalizar a los oficiales del servicio en materia antidrogas, marítima, legal y ambiental y tiene capacidad para 24 estudiantes. Este inmueble pertenece al ICT, y era antes de la Compañía Bananera.
Con respecto a la injerencia del Gobierno estadounidense en este centro, Sotela indicó que «la mayoría de los instructores somos ticos pero en casi todos los cursos hay uno o dos estadounidenses, que son guardacostas». La Embajada de EE.UU. también ha colaborado con la academia, por ejemplo, con la donación de equipo de cómputo y algunos materiales.
En principio el Servicio de Guardacosta no se opone al proyecto turístico propuesto. «Si no se va a incurrir en ningún delito ecológico, se está con toda la buena disposición del desarrollo de la zona costera y no sería ningún problema que allí atracaran cruceros; más bien es una ventaja para la seguridad portuaria y el tráfico que la estación de guardacostas esté dentro de las instalaciones de este complejo turístico», dijo Sotela.
Este documento no posee notas.